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Ernesto Clarens declaró que en cinco años recaudó coimas por más de 30 millones de dólares

El financista admitió ante el fiscal Carlos Stornelli haber cobrado esos sobornos de los contratistas de Vialidad Nacional entre 2005 y 2010
12/09/2018 - 12:26hs
Ernesto Clarens declaró que en cinco años recaudó coimas por más de 30 millones de dólares

El financista Ernesto Clarens dio detalles de la ruta de sobornos de la que él participó y que investigan el juez Claudio Bonadio junto con el fiscal Carlos Stornelli.  Señaló que el área específica de recaudación de fondos ilegales que estaba bajo su responsabilidad fue la Dirección de Vialidad Nacional.

Sólo desde 2005 a 2010, cobró de diferentes empresas contratistas del Estado más de 30 millones de dólares. Además, indicó que Cristina Kirchner "controlaba a qué empresas se les pagaba y a cuáles no", la prioridad era Austral Construcciones de Lázaro Báez, indicó el diario Clarín.

El financista dueño de Invernes SA señaló que nunca la vio a la ex presidenta Cristina Kirchner y que vio a Néstor Kirchner una sola vez en "El Palenque", un antiguo restaurante de Río Gallegos. Entonces, era el gobernador de Santa Cruz y fueron presentados tras interrumpir un almuerzo. Fue el único encuentro que admitió Clarens ante la Justicia.

Su participación en la "organización delictiva" -como definió Bonadio-, fue determinante. Clarens sólo se encargaba de cobrarle a las empresas que recibían contratos de Vialidad Nacional. En los tribunales, proporcionó un listado de más de 80 empresas, indicó el matutino, pero aclaró: "Las primeras cuarenta eran las que pagaban las coimas, las otras 40 no hacían pagos".

Así, precisó que él recaudó entre 2005 y 2010 más de 30 millones de dólares en sobornos a las empresas que recibían contratos viales del Gobierno kirchnerista. "Había un decreto instaurado, si no pagaban el 10% no trabajaban" explicó Clarens al momento de contar cómo funcionaba el sistema de sobornos que se institucionalizó desde el Estado. 

Los pagos que hacían las empresas se podían observar en los montos finales por los cuales se adjudicaban las obras, por ello se planteó que había sobre cada licitación un sobreprecio que encubría los sobornos que después las compañías debían entregar a los ex funcionarios del Gobierno K.

En su oficina recibía a quienes pagaban, y ese dinero se convertía en dólares "y después se lo entregaba a Daniel Muñoz (ex secretario de Néstor Kirchner), quien se encargaba de llevar los fondos recaudados a los Kirchner.

En este contexto, la relación directa con el ministerio de Planificación Federal la manejaba por intermedio de José López, quien también admitió ante la Justicia que él sólo recaudaba fondos ilegales de "empresas de la construcción, de energía se encargaba (Roberto) Baratta)".

¿Cómo era el circuito de sobornos? El financista explicó que las empresas debían pagar "el 10% de cada certificado de obra que se iba liberando", y si por ejemplo "había anticipos de obras que se pagaban, se les exigía a las constructoras "que paguen el 10% correspondiente". Sucedió que en un contexto económico que no resultaba ser el más favorable, muchas constructoras pidieron pagar los sobornos en cuotas: "algunas pedían realizar el pago entre 6 a 8 cuotas", detalló Clarens ante la Justicia, agregó Clarín.

Esta etapa fue posterior a su vínculo con Lázaro Báez. Con él se manejó de forma directa hasta 2011. "La relación se fue deteriorando" indicó. Como contó Clarín, las diferencias surgieron en 2003, cuando el empresario K comunicó que quería quedarse con Austral Construcciones. Esta firma fue creada por Clarens como "reaseguro de Gotti SA" una de las principales constructoras que había en el sur.

Clarens sabía que recaerían embargos y una posible quiebra sobre la compañía, entonces le sugirió a Vittorio Gotti crear otra empresa para garantizar el cobro de certificaciones de obras (algo que ya había cedido a Invernes SA). La distribución accionaria fue Gotti el 60%, Lázaro Báez el 20% y el 20% el financista. Fue en 2003 cuando el empresario K dijo que él se quedaría con la totalidad de Austral.

"Entonces me dijo que mi participación accionaria ya no sería del 20% sino del 10%, porque había comprado maquinaria y amplió el capital social de la empresa. Yo le dejé el otro 10%, porque era financista y no me interesaba la constructora", explicó Clarens ante Bonadio.

Según declaró, la última vez que Clarens habló con Lázaro Báez fue por teléfono, en 2011.