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¿Aviones en tierra?: medidas de fuerza de los gremios y el G20 amenazan con paralizar Aeroparque la próxima semana

La negativa del Gobierno de sentarse a negociar con los sindicatos motivaría la extensión de las acciones de protesta. El conflicto alcanzaría a Ezeiza
21/11/2018 - 15:37hs
¿Aviones en tierra?: medidas de fuerza de los gremios y el G20 amenazan con paralizar Aeroparque la próxima semana

El recrudecimiento de la protesta sindical, sumado al inicio del G20, amenaza con dejar al Aeroparque porteño fuera de servicio en lo que hace a vuelos comerciales a lo largo de toda la semana que viene.

Tras confirmar el paro de 24 horas para el próximo lunes, fuentes vinculadas al frente gremial que motoriza las medidas de fuerza aseguraron a iProfesional que, de no intervenir el Gobierno de aquí al 26 de noviembre próximo, una paralización de actividades también podría tener lugar el miércoles 28.

En medio de ambos días, esto es el martes 27, tendrá lugar la medida de todas las compañías de transporte. Voceros del bloque que integran APTA (técnicos), APA (personal aeronáutico), UPSA (personal superior), APLA (pilotos) y UALA (pilotos de Austral), anticiparon a este medio que los trabajadores agremiados también se sumarán a esa jornada de asambleas y servicios interrumpidos.

En diálogo con iProfesional, Pablo Biró, referente de APLA, sostuvo que si antes del lunes 26 no hay intervención oficial “el escenario puede volverse de anarquía total”.

“Estamos en una instancia de conflictividad abierta. Ahora se sumaron las sanciones a nuestros compañeros y nuestra decisión es no renunciar en ningún momento a la defensa de la línea de bandera. No nos importa si todo esto se da en el comienzo o no del G20: nuestro problema es el cobro de salarios, la cláusula gatillo. Hasta que no se abone eso no se encaminará el conflicto”, expresó.

Hay más: desde la representación de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) señalaron ante iProfesional que este viernes vence la instancia de diálogo con el Ministerio de Transporte abierta el viernes 16.

Y que, de no producirse novedades en torno a los pedidos del gremio -desde el cumplimiento de la cláusula gatillo en los salarios de los empleados de Aerolíneas Argentinas hasta la reincorporación de una empleada despedida por la low cost FlyBondi-, la organización también “confluirá en medidas de fuerzas”.

“Las definiciones de la instancia de diálogo tienen que llegar esta semana. Estamos en una mesa de trabajo pidiendo desde el freno a cualquier intento por privatizar organismos de la actividad aeronáutica hasta una mayor inversión en el desarrollo de áreas estratégicas. Hoy las conversaciones están abiertas, pero si no hay un pronunciamiento se harán medidas de fuerza”, anticipó a este medio Marcelo Belelli, coordinador de la organización en la dependencia vinculada al Ministerio de Transporte.

A las complicaciones en términos operativos derivadas del momento volcánico que atraviesan los gremios y el Gobierno hay que sumarle las restricciones que provocará el inminente G20.

En ese sentido, el jueves comienzan las restricciones por la seguridad fijada para ese evento, en donde se reunirán a los principales jefes de Estados del mundo en Buenos Aires. Es por ello que el Gobierno decidió que Aeroparque sólo operará con comitivas oficiales para la cumbre y estará cerrado  para vuelos comerciales desde el jueves a las 15 hasta el sábado a las 22.

Esta medida también alcanza a El Palomar, devenido en aeropuerto internacional y que tampoco funcionará desde ese jueves a las 20 hasta el sábado a las 22.

No se descartan medidas para Ezeiza

En paralelo a las complicaciones para Aeroparque, desde los gremios también anticiparon que si el Gobierno no atiende el reclamo vigente también podrían sucederse medidas de fuerza extensivas a los vuelos internacionales.

Con relación a esto, Edgardo Llano, secretario general de APA, dijo a iProfesional que “si el Gobierno no entabla conversaciones para discutir lo que se viene reclamando, es muy probable que también se discutan medidas para el aeropuerto de Ezeiza”.

“Podrían ser acciones para los días miércoles y jueves. El Gobierno parece seguir adelante con la irresponsabilidad de no sentarse a hablar con los sindicatos. Parece que lo que busca es generar un conflicto todavía más grave. Lo que no entienden es que podemos extender el paro a toda la actividad, incluidas las líneas aéreas extranjeras”, advirtió.

Según Llano, el Ministerio de Transporte prácticamente cortó toda comunicación con los gremios en febrero del año pasado. “La última vez que pudimos hablar con el ministro Dietrich fue hace casi dos años. En su momento nos atendió para mostrarnos esta idea de la ‘revolución de los aviones’. Como le dijimos algunas cosas que no le gustaron, abandonó esa reunión. Desde ahí nunca más nos atendió”, dijo el dirigente.

Los sindicatos denuncian que la línea aérea de bandera se niega a abrir la cláusula gatillo del acuerdo salarial vigente y denuncian despidos.

Este miércoles, las organizaciones activaron una nueva protesta contra la decisión de la empresa estatal de suspender a 376 empleados por, señalan los telegramas remitidos, supuesto abandono o retención de tareas durante las asambleas sindicales que paralizaron más de 240 vuelos, el 8 de noviembre pasado.

Las suspensiones, que fueron comunicadas el martes y son de entre 10 y 15 días, incluyen a las áreas de tráfico (mostradores), "contact center", rampa, mantenimiento y pilotos.

El único sector que quedó exceptuado son los tripulantes de a bordo, representados por el gremio de Aeronavegantes, que no realizó asambleas en aquella jornada del 8 de noviembre, en la que la sorpresiva medida de fuerza se extendió por once horas.

Fuego desde Aerolíneas

En simultáneo a los movimientos de los gremios de cara a una próxima semana que ya se prevé conflictiva, desde la aerolínea estatal salieron al cruce del reclamo enarbolado por las organizaciones sindicales.

Respecto de esto, Luis Malvido, titular de Aerolíneas Argentinas, declaró que la línea de bandera “está virtualmente quebrada” y que, para abonar los salarios mensuales que demanda la compañía, “se pide dinero al Estado porque hoy la situación de la compañía no permite que podamos pagar sueldos con nuestros propios recursos”.

“Es evidente que el paro está atado con la movilización de transporte. No es casual. Se ha transformado en una cuestión política en donde líderes sindicales muy importantes como (Hugo) Moyano o (Roberto) Baradel salen con carteles de ‘defendamos a Aerolíneas’, cuando lo que hacen es arruinar el prestigio que tanto cuesta construir”, advirtió Malvido.

A su criterio, “acá hay un grupo de personas que termina afectando a millones de pasajeros. La semana pasada fueron 30.000, pero además tienen de rehenes a empleados, a quienes no les permiten trabajar y hacer lo que les gusta hacer, que es atender a nuestros usuarios”.

Según el titular de Aerolíneas, “no perdemos dinero porque los pasajeros terminan volando. El gran daño es a la imagen, un daño al prestigio, un daño a la confianza que tienen los argentinos en su aerolínea de bandera, que hace que seguramente esos 30 mil pasajeros que dejamos en tierra hayan decidido no volver a volar con nosotros. Me cuesta asimilar que esto se hace además teniendo de rehenes a nuestros empleados”.

Con relación a la suspensión de 376 trabajadores por la medida de fuerza que realizaron los aeronavegantes la semana pasada, Malvido explicó: “Fue una decisión que tiene que ver con el caos que generaron con las asambleas. Lo que hicimos fue, en función de la afectación directa que tuvieron sobre los pasajeros, aplicar las sanciones que corresponden”.

“Casi ninguna de las 12.000 personas que forman Aerolíneas Argentinas trabajaron ese día. Nosotros intentamos constatar quiénes son los que ese día se negaron a trabajar y por eso llegamos a este número tan bajo de sancionados, respecto a la proporción total de empleados de la empresa”, aclaró, en declaraciones a radio Mitre.

Además, dijo que con los salarios “hay una diferencia respecto de esa cláusula. Nosotros sostenemos que no incluye la inflación de septiembre y por tanto el último mes que incluyó gatillo fue septiembre pagado”.

“Ellos creen que la inflación de septiembre debería haber sido recogida en octubre, un mes posterior al cierre de las paritarias. Nosotros no decimos que no existió esa inflación, decimos que es parte de la paritaria siguiente y hay que sentarse a negociar ese 6,5%. De ninguna manera nos negamos a reconocer que hay un reclamo, lo que creemos es que es parte de la negociación”, concluyó.