El presidente Mauricio Macri dio un encedido discurso durante la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso este año.

Sin la presentación de ningún proyecto de ley, con críticas al kirchnerismo y un único anuncio fuerte para los sectores más vulnerables (el aumento de un 46 por ciento de la asignación universal por hijo) el mandatario arrancó virtualmente con la campaña para su reelección en los comicios de octubre.

Esa suerte de "acto electoral" que se vivió este viernes en el recinto parlamentario fue transmitido cuidadosamente por las cámaras del Gobierno en cadena nacional que enfocaron a cada ministro del gabinete de Cambiemos cuando el Presidente nombraba algún avance u obra de esa cartera.

Pese a que la oposición, como todos los años, se había preparado con carteles, en la televisión no se vio ninguno. Este viernes, a diferencia de otras veces, los carteles no eran críticas directas o chicanas al gobierno de Cambiemos, sino consignas partidarias como el "hay otro camino" del kirchnerismo, "abajo el régimen del FMI" y "basta de despidos" de la izquierda y la pregunta de un diputado de San Luis que decía: "Presidente, le va a pagar la deuda a San Luis" por el fallo de la Corte Suprema que ordenó a la Nación a abonar $15 millones en concepto de coparticipación.

 

 

Las cámaras oficiales tampoco mostraron demasiado a los dirigentes de los otros partidos y a los que sí enfocaron parcieron ser minuciosamente seleccionados. Siguieron a los kirchneristas Agustín Rossi -que ya se lanzó como candidato y tenía empapelada todo el microcentro con sus afiches-, a Axel Kicillof exministro de Economía de Cristina Kirchner y destinatario de las críticas a la "pesada herencia" de la que habló Macri, y a Fernanda vallejos, también economista.