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Guberman: "La onda negativa entre Macri y Alberto F. puede traer más dificultades en la transición"

El director del Posgrado en Comunicación Política en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y analista político de Eco-Go dialogó con iProfesional
22/10/2019 - 06:37hs
Guberman: "La onda negativa entre Macri y Alberto F. puede traer más dificultades en la transición"

"Las consecuencias del debate podrán verse más como impacto en la transición que habrá hasta el 10 de diciembre que en la campaña política", asegura a iProfesional Lucio Guberman, analista político que trabaja en la consultora Eco-Go, que es comandada por los economistas Marina Dal Poggetto y Federico Furiase.

En una amplia entrevista sobre la coyuntura nacional, el también director del Posgrado en Comunicación Política en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) opina que las elecciones se definirán el 27 de octubre, porque la "diferencia es muy amplia", debido a que en todos los números aparece Alberto Fernández pasando los 50 puntos.

-¿Cómo pueden influir los debates en las elecciones del domingo?

-Los debates no van a influir en el resultado electoral, hay que prestarle más atención a la influencia que puedan tener en la transición al 10 de diciembre. Si a lo largo de los días continúa un intercambio picante, con enfrentamiento y negatividad entre Alberto Fernández y Mauricio Macri, puede haber un impacto más sobre la relación entre ellos y traer dificultades en una transición que ya viene complicada, pero no en el mensaje electoral.

-¿Qué puede pasar en las elecciones del próximo domingo?

-Los resultados para octubre vienen con una ventaja para Alberto Fernández según todas las encuestas, por más que ya hubo errores de pronóstico en agosto, pero ahora todas marcan 20 puntos de diferencia con Macri. Con lo cual, no hay ninguna posibilidad de llegar una segunda vuelta. Esto se define el 27 de octubre porque la diferencia es muy amplia y porque en todos los números aparece Fernández pasando los 50 puntos. Por eso, teniendo en cuenta que su obligación es pasar los 45 puntos para definirlo ahora, hoy está holgado en eso. En cuanto a los terceros, no tienen chances, lo de Lavagna finalmente no despegó como figura interesante.

-¿Cambió algo después de las PASO?

-No cambió demasiado después de las PASO, el Gobierno no pudo crecer. En buena medida ya tenía su núcleo duro y, por otro lado, las causas de la derrota en términos de política pública no se modificaron. Las primeras reacciones del Presidente fueron desafortunadas, y si tenía chances de crecer un poco ahí las empezó a perder. De manera que no habría grandes cambios en las generales de octubre. En todo caso, se observa una ampliación de la ventaja de Alberto Fernández en primera vuelta.

-¿Sirvió en algo que el Gobierno lograse controlar a las variables claves como el dólar?

-La idea de un dólar controlado no está en la cabeza de nadie, todos están pensando que es muy circunstancial y que lo logró mediante el cepo, violando de alguna manera sus propias promesas de política económica. Y las medidas populistas tampoco alcanzaron para revertir el mismo daño que le generó los movimientos del lunes post PASO.

-A esta altura, ¿qué cosas les pueden servir a los principales candidatos para traccionar votos?

-Más que traccionar votos lo que tienen que procurar ambos es no perderlos. Las cartas están echadas y, cuando es así, es más probable que cualquier movimiento exagerado genere fuga que ganancias. Con lo cual diría que ninguno de los dos puede hacer olas.

-En caso de ganar Alberto Fernández, ¿cómo imagina su liderazgo?

-Entiendo que Alberto Fernández va a ganar y va a establecer un gobierno en el que intente tener una mesa política amplia de manera de que ninguno de los asientos tenga demasiado poder en sí mismo y quedar él como árbitro. Creo que esa va a ser su fórmula y es lo que estamos viendo. Es decir, un dirigente que genera convocatorias amplias, que no le saca la silla a uno para sentar a otro, con lo cual la idea me parece que será esa, armar un espacio con mucha representación y dejar el mayor peso en la conducción a su propio cargo.

-¿Y cómo ve a Cambiemos en caso de perder?

-Entiendo que pasada la elección y pasada la entrega del mando, Cambiemos se desarticula. Su misión era electoral, no logró ser una coalición de gobierno, el radicalismo lo expresó claramente: no pudo ni siquiera en momentos de crisis o de necesidad política del Gobierno poder sentarse a conversar. Con lo cual, la verdad es que la perspectiva que tiene como alianza es la de desaparecer. Sin la conducción de Macri, imposibilitado por sus dificultades electorales y por el repudio que tendrá de la opinión pública a partir de su salida de Casa Rosada, no va a tener otra forma de reducirse a sus elementos.

Y también hay que ver qué va a pasar con el radicalismo, si logra o no generar ser una oposición a partir de una renovación de su dirigencia y de los espacios territoriales que conservará. Conversación tiene con Horacio Rodríguez Larreta, entonces, en el caso que él logre retener el gobierno la Ciudad de Buenos Aires, le va a permitir ser el opositor con el espacio de gestión más relevante y con la caja política más importante. Y ese diálogo entre ambos va a ser una de las principales claves entre la oposición que viene.

-De darse ese escenario, ¿qué rol puede tener Macri hasta diciembre cuando finaliza su mandato?

-El principal objetivo que va a tener él,  y creo que lo va a ayudar Alberto Fernández, es poder llegar al 10 de diciembre, entendiendo que eso es un paso adelante para toda la dirigencia y para el país. Un salto de calidad institucional. Algo que parece muy obvio pero que no se ha logrado en los últimos 90 años, de que un Presidente no peronista concluya el mandato, entonces parece interesante apuntar hacia ahí. De hecho, del 28 de octubre al 10 de diciembre se tendrán días difíciles, por eso mencionaba que las consecuencias de los debates podrían verse más durante la transición que en la campaña.