El periodista Marcelo Longobardi analizó la figura del presidente electo, Alberto Fernández, al que calificó "como un personaje más complejo y más duro de lo que parece".

En su programa Cada Mañana, que se emite por radio Mitre, Longobardi habló con el sociólogo Marcos Novaro sobre dónde recaerá el peso de la gestión de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

 "En los últimos tiempos vimos un Alberto Fernández más radicalizado y menos moderado que lo que se mostraba. Esto se acentuó luego de las elecciones. A tal punto que aparece la idea de colocar al Hezbollah fuera de la lista de terroristas", indicó el conductor.

Además, consideró que "Alberto Fernández parece un invitado en un gobierno ajeno".

"Estamos hablando de lo simbólico. Por ejemplo, cuando fue a presentar el Gabinete a la casa de la Sra. de Kirchner. Esto da la noción de un presidente que forma parte de un gobierno por lo menos, bicéfalo. Tal vez las cosas no sean tan simples", remarcó Longobardi.

Por otro lado, destacó: "Estamos claro con respecto de que Alberto Fernández integra una coalición muy complicada. Fernández tuvo que aceptar la existencia de otras candidaturas. Hay un montón de elementos que muestran a Fernández allanado a los deseos de la Sra. de Kirchner".

Por su parte, Novaro afirmó que Fernández "necesita ganar credenciales progresistas para hacer cosas que en el futuro van a ser antipáticas para el progresismo".

El sociólogo dijo que el presidente electo "está tratando de comprometer lo más posible a Cristina en la gestión".

"Dice, ‘Si yo le bajo los ingresos a los jubilados es también tu decisión'". En cuanto al anuncio del futuro Gabinete, el sociólogo consideró que lo del presidente electo "fue una sobreactuación. No había necesidad de decir el Gabinete saliendo de lo de Cristina. Pero si él paga todo el costo político, su presidencia puede tambalear pronto", añadió.

 "Otra idea es que él se cree que todo puede ser igual que en el 2003. Si cree eso, estamos en problemas. No hay forma de que todos seamos felices pronto. Tal vez se logra una cierta recuperación, pero si lo dosifican mal podemos irnos al tacho. Alberto se mueve en el tablero que le tocó, y hoy ese tablero es el kirchnerismo", concluyó.