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Reynoso: "Con el tiempo, Alberto Fernández va a reflejar una nueva relación de poder con Cristina"

El profesor de política de la Universidad de San Andrés e investigador de CONICET analizó el primer mes de Alberto Fernández y sus primeras medidas
16/01/2020 - 07:01hs
Reynoso: "Con el tiempo, Alberto Fernández va a reflejar una nueva relación de poder con Cristina"

Al cumplirse poco más de un mes de la asunción de Alberto Fernández a la Presidencia, iProfesional dialogó con Diego Reynoso, profesor de Política de la Universidad de San Andrés e investigador de CONICET, para analizar los primeros pasos del Gobierno.

El también director de la encuesta de Satisfacción Política y Opinión Pública de la UdeSA, considera que hoy la relación de poder entre el Presidente y la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, es equilibrada, pero que de a poco Alberto Fernández empezará a posicionarse en base a la más elevada importancia que tiene su cargo.

-¿Cuáles son los desafíos políticos que tiene Alberto Fernández en el inicio de su Gobierno?

-De los desafíos que veo, me parece que el primero es mantener la unidad de la coalición, que eso lo viene llevando bien. En segundo lugar, es el tema de la renegociación de la deuda, que según las señales que está dando el FMI todo indica que se está llevando bien. Y en tercer lugar, la cuestión fiscal. Esos son los primeros desafíos, y el cuarto, como consecuencia de ellos, es que el Gobierno espera que se inicie un proceso de crecimiento y mejora del consumo interno. Estos son los puntos estructurales.

-¿Cómo evalúa el Gabinete que ha designado el Presidente?

-El Gabinete responde y refleja el equilibrio entre las tres patas que tiene el nuevo Gobierno, que para mí es de coalición claramente estructurado en torno a tres partidos: Unidad Ciudadana, el Frente Renovador y el Partido Justicialista. Hay algunas personalidades de tipo extrapartidario, que no necesariamente están encolumnadas en estas estructuras, pero que sí tienen cercanía. Es un Gabinete de coalición, algo muy notable, y el Presidente no designa a piacere a sus colaboradores, sino que el armado del equipo es el resultado de un profundo proceso de consultas y acuerdos.

Eso es una novedad y me parece que es positivo. Por eso veo todos puntos fuertes, pero en cuanto a las debilidades percibo que no todos los ministros son los jefes de su ministerio. ¿Qué quiero decir con esto? No todos los ministros han podido nombrar a sus colaboradores de segunda y tercera línea. Esto es un punto débil para ellos y podría estar dando origen a una nueva lógica de integración transversal de los ministerios. Ahí veo una incógnita en cuanto al funcionamiento del Gabinete.

-Cristina ha demostrado injerencia en puestos clave, ¿qué opina respecto a su espacio de poder?

-Creo que el papel de Cristina es el de una vicepresidenta que marca algunas posiciones como jefa del partido más importante de la coalición. Hasta ahora está ocupando un papel bastante decoroso y acorde a su rol de jefa del Senado.

-En base a ello, ¿de qué manera considera que establecerá la convivencia con Alberto Fernández?

-Me parece que hasta el momento hay una relación de equilibrio, con el tiempo va a ir desplegando más el rol de Alberto Fernández como Presidente y no como el candidato armador garante de la unidad. Ahora es el Presidente y líder de la coalición, entonces en cierta medida eso va a reflejar una nueva relación de poder y política entre ambos.

-¿Qué rol tendrá el Congreso y los gobernadores en las decisiones del Gobierno?

-El Congreso juega como siempre ha jugado, la coalición de gobierno tiene un respaldo mayoritario ajustado, que tiene que negociar y construir consensos con otras fuerzas, como por ejemplo la de Consenso Federal, que es más cercana y afín. También hay algunos sectores que eran de Juntos por el Cambio que están más predispuestos a la negociación y a la cooperación con el Gobierno.

Y los gobernadores ya han demostrado algunas cuestiones, como que el Gobierno ha dado señales de ese acuerdo disolviendo el acuerdo fiscal federal que se había logrado, y ahora les da libertad para establecer nuevos impuestos en cada una de las provincias. Y esto se refleja de la garantía de respaldo de los gobernadores al Presidente, que se va a manifestar, principalmente, en el Senado.

-¿Qué opina de la postura del Gobierno sobre Venezuela y el conflicto interno que afronta?

-Las posturas frente a Venezuela me parecieron razonables, súperinstitucionales, marcando un cambio entre dos posiciones fuertemente ideológicas: una que era la del Gobierno de Cristina Fernández y del kirchnerismo en general, que no se lo cuestionaba a Maduro y que se destacaban los golpes institucionales de la fuerza opositora, o del intento de  tener un segundo Presidente con Guaidó. Es decir, en cierta medida se respaldaba a Maduro y no se hacía referencia a sus arbitrariedades y excesos. Por otro lado, me parece que Macri hacía hincapié en los excesos y arbitrariedades del Gobierno de Maduro, no reconociendo esa gestión, pero reconociendo la de Guaidó, que también se basaba en arbitrariedades y ausencia de respeto a las instituciones vigentes.

En tanto, el Gobierno de Alberto Fernández, a través de su Canciller Felipe Solá, marca una nueva línea y es que no reconocen al gobierno de Guaidó porque no ha surgido de elecciones, ni tiene un origen de legitimidad institucional, pero también empieza a marcarle la cancha a los excesos del gobierno de Maduro. Le reconoce su origen electoral pero le cuestiona su legitimidad de ejercicio. Esa posición me parece interesante.

-¿Ve que se haya abierto una lucha de poder en la provincia de Buenos Aires con el voto del presupuesto e incremento de impuestos y la réplica en la ciudad de Buenos Aires con la quita de parte de la coparticipación?

-No me parece que haya una lucha de poder, sí que hay un reacomodo de los equilibrios políticos. El gobierno anterior cuando tenía el poder del Ejecutivo nacional le concedió vía decreto una suma importante de coparticipación a la jefatura de Gobierno de la Ciudad. Y, en cierta medida, la gobernadora anterior de la provincia de Buenos Aires intentaba plantear posiciones con autonomía al Gobierno nacional.

Lo que veo ahora es un Gobierno de la provincia de Buenos Aires que intenta hacer frente al problema del déficit fiscal que tiene, y por eso recurre al tema de aumento de impuestos, tratando de tener una política al respecto progresiva. Y en cierta medida, creo que lo de la quita de coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires es volver al punto de origen del decreto de Macri. Y, desde luego, refleja los cambios políticos nacionales que se produjeron después de las elecciones.