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Negri, de la Di Tella: "Para varias potencias mundiales, Alberto Fernández es un signo de interrogación"

El profesor de Estudios Internacionales de la Universidad Di Tella y ex asesor de la delegación de la Unión Europea en Argentina conversó con iProfesional
29/01/2020 - 06:01hs
Negri, de la Di Tella: "Para varias potencias mundiales, Alberto Fernández es un signo de interrogación"

A horas de comenzar la gira del Presidente Alberto Fernández por Europa, iProfesional habló con Juan Negri, profesor del Departamento de Ciencias Políticas y Estudios Internacionales de la Universidad Di Tella, para escuchar su opinión sobre los posibles resultados que puede obtener el Gobierno.

Este Doctor (PhD) en Ciencia Política de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos) y también ex asesor político de la Delegación de la Unión Europea en Argentina entre 2011 a 2013, consideró que el primer mandatario argentino deberá hacer "buena letra" a nivel internacional para recuperar la confianza.

-¿Qué opinión tiene de la gira europea que inicia el Presidente?

-La lectura que hago es que esta visita a Europa tiene que ver con la necesidad de Alberto Fernández de atender el principal problema que él entiende que tiene, tanto a nivel interno como externo, que es el de la deuda y que incide en la situación económica. Aunque en la deuda externa, el actor fundamental es Washington, es decir, la cuestión de los Estados Unidos.

-Entonces, ¿por qué se eligió priorizar Europa?

-Hay una decisión de Fernández de llegar a Washington de manera menos directa, es decir, tengo la impresión que en el Gobierno son críticos del "alineamiento" que tuvo el Gobierno de Macri con Trump y Estados Unidos en general. Entonces, creo que les parece demasiado brusco aparecer demasiado alineado con Washington porque se considera que sería mostrarse demasiado servil, algo que puede ser contraproducente.

Y tampoco Trump es una persona que esté dispuesto a tener muchos gestos con Fernández, y debe estar viendo qué es lo que está haciendo Argentina. En ese sentido, Fernández trata de mostrar buena letra en algunos aspectos, por eso el viaje que hizo a Israel puede leerse también por ese lado, y puede buscar apoyos que sean un contrapeso de Washington en el directorio del Fondo Monetario. Por eso visita Italia, España, Francia y Alemania, para ir allanando el camino para una negociación que va a tener que tener Argentina con el FMI, y en particular con Estados Unidos (que es el actor central), que va a ser muy complicada.

-¿Qué avances puede haber en el acuerdo Unión Europea-Mercosur?

-Sobre el acuerdo Unión Europea-Mercosur, de los países que se visitan me parece que a Francia no le molesta demasiado que el acuerdo se caiga, de hecho Macrón siempre fue crítico del mismo y no le conviene a su electorado. El sector agrícola francés es uno de los más protegidos y es el perdedor más claro de un acuerdo Unión Europea-Mercosur. Así que creo que Europa tampoco se comporta monolíticamente. Claramente, entre los sectores que más favorecían puede estar Alemania.

-¿Se puede avanzar en algo en esa discusión al visitar cada país?

-La gira que está haciendo Alberto es país por país y no todos los países europeos piensan lo mismo sobre ese tema y, en segundo lugar, el acuerdo Unión Europea-Mercosur se hizo más desde Bruselas que desde las grandes capitales europeas por separado. Por eso no creo que sea un tema central en esta gira.

-Hablando de esta gira, ¿cómo toma la improvisación que hubo en la organización?

-Noto ciertos vaivenes en la política exterior de Alberto Fernández, no tanto en particular con esta gira, más allá que está bastante claro que se armó a último momento. Pero de entrada hubo algunas diferencias sobre los destinos que tenía que ir a visitar el Presidente. Eso lo asocio básicamente a dos cosas: a que la llegada de una administración nueva al Gobierno siempre es complicada, porque hay un proceso de adaptación y se tarda un poco en asentarse.

Por otro lado, hay sectores integrantes del gobierno de Fernández que son muy heterogéneos, que piensan distintas cosas. Claramente hay gente más pragmática, como es el caso de Felipe Solá, el mismo Alberto Fernández y Martín Guzman. Y después hay otros sectores que podríamos asociarlos al kirchnerismo, como Sabrina Frederic. Esas tensiones van impactando en la política exterior. Por eso vemos que dan unos pasos en falso en las declaraciones públicas y que hay diferencias sobre dónde debía ser el primer destino. Creo que todo esto se va a ir asentando con el tiempo, no me parece demasiado grave y no veo algo caótico.

-En cuanto a los resultados, ¿puede ser fructífera la visita a Europa?

-Sí, puede servir la gira para buscar apoyo activo en los actores europeos que conforman el directorio del Fondo Monetario sin acercarse demasiado a Estados Unidos. Me parece que varios actores internacionales tienen un signo de interrogación con Fernández, incluidos algunos de los que visita, debido a que la vuelta del kirchnerismo es toda una incógnita para ellos.

Por eso supongo que no va a conseguir un apoyo categórico, sino más que nada puede obtener un: "Te apoyo pero esperamos que Argentina haga lo que hay que hacer".

En base a ello, Alberto va a tener que hacer buena letra en política exterior, demostrar que se va a "portar bien" y la gira va por ese lado: mostrar que no se va a hacer populismo de izquierda, que vamos a ser responsables y que queremos apoyos. Diría que la gira por Europa es la contracara de la gira del ministro Guzmán por Wall Street. Es decir, el vínculo más directo con Washington lo tiene Guzmán, que es menos visible políticamente, mientras Alberto viaja a Europa.

Es que para varios votantes y personas funcionales al Gobierno una relación cordial con Washington es problemático, entonces la idea del Gobierno puede ser ir equilibrando la relación. Entonces, se eligió una forma de triangular las relaciones al ir a Israel y a Europa. Se realiza una política exterior activa sin mostrarse demasiado con Estados Unidos. Es decir, se pretende intentar tener una relación cordial con Estados Unidos, pero no tan cercana como la que tuvo Macri.