El "voto joven" es uno de los temas centrales de la campaña para las elecciones primarias (PASO) del próximo domingo y las legislativas de noviembre. No solo se trata de un segmento social que abarca una parte significativa del padrón nacional, sino también de un desafío para el Frente de Todos y Juntos por el Cambio, como las alianzas políticas más convocantes.

Ambos espacios buscaron interpelar a ese sector, personas de entre 16 y 29 años, en medio del desencanto que mostraron las encuestas electorales, los relatos de "hijos que quieren irse del país" y la inclinación por nuevas opciones políticas como el libertario Javier Milei y el liberal José Luis Espert, que se suman a la presencia histórica de la Izquierda en esa franja etaria.

Entre los 34,3 millones de electores habilitados para votar en todo el país, hay más de 8,3 millones votantes de entre 18 y 29 años y, para estas elecciones, se incorporaron al padrón más de 860.000 adolescentes de 16 y 17 años. Si bien para este segmento el voto es obligatorio, no son considerados infractores si se abstienen de participar.

Combinados, esos dos segmentos suman casi el 27% de los votantes registrados en todo el país, un número que ni el Gobierno ni la principal coalición opositora dejaron pasar a la hora de hacer campaña en un contexto de crisis económica, alta cantidad de votantes "indefinidos" y pulseadas internas por resolver en varios distritos importantes.

Según los datos de la Cámara Nacional Electoral, la provincia de Buenos Aires tiene la mayor proporción "voto joven", con 3 millones de electores de entre 18 y 29 años, seguida por Córdoba con 697.730, Santa Fe con 630.000 y la Ciudad de Buenos Aires con poco más de 415.000.

El ranking se repite en el caso de los adolescentes de 16 y 17 años. El mayor número también está en la provincia de Buenos Aires, que tiene 333.342 votantes registrados de esas edades. Le siguen Córdoba, con 72.459; Santa Fe, con 63.022 y la Ciudad de Buenos Aires, con 51.268.

Provincia y la Ciudad son dos escenarios clave en términos de la respuesta que pueda tener el voto joven frente a la campaña del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio. En el Gobierno consideran fundamental ganar en la Provincia, mientras que la coalición opositora trata de que no se le fuguen votos "por derecha", al ver el nivel de convocatoria de Milei.

Por esas razones, muchos de los discursos y acciones de campaña de los principales precandidatos al Congreso en esos distritos buscaron llamar la atención de esos votantes o empatizar con ellos, a la vez que coincidieron en el insistente pedido de "ir a votar".

La precandidata del Frente de Todos a diputada por la provincia de Buenos Aires Victoria Tolosa Paz se refirió en varias oportunidades a la tendencia de jóvenes que buscan irse de la Argentina. "A un joven que se quiere ir del país resignado, angustiado, le diría que se venga a tomar un mate conmigo que le voy a explicar qué vamos a hacer y estoy convencida de que se queda", afirmó recientemente.

Tolosa Paz apuntó en las últimas semanas a llegar a los votantes más jóvenes

Por otra parte, en esa entrevista de la que surgió la polémica por la palabra "garchar", Tolosa Paz había apuntado al electorado joven de otra forma, al tratar de mostrarse comprensiva con "los pibes" que se sintieron molestos con las restricciones por la pandemia.

En ese sentido, la dirigente oficialista dijo entender que "los pibes están desesperados, hartos de los aforos; los pibes quieren bailar", al tiempo que reivindicó el "goce" y el "disfrute" como una parte importante de la vida.

Casi todos los postulantes de la oposición criticaron a su rival del Frente de Todos y aprovecharon para reforzar su propio discurso en torno a la juventud como lo hizo la precandidata de Juntos por el Cambio en la Ciudad María Eugenia

Vidal, al considerar que "el Gobierno subestima a los jóvenes". "¿Creen que los van a votar así? Que de su sexualidad se ocupen ellos. Ocupémonos de darles trabajo, de que tengan la mejor educación, de que puedan alquilar", afirmó Vidal. En ese marco, la referente del PRO anunció además un proyecto para establecer un año gratis de monotributo para los jóvenes que trabajen de forma independiente y se den de alta.

En tanto, Diego Santilli, precandidato de la provincia de Buenos Aires por el mismo espacio, salió en tándem con su par porteña y subrayó que la Argentina es "el país con más desempleo juvenil de la región y con un nivel altísimo de informalidad".

"Más del 70% de los jóvenes trabaja en negro. La falta de oportunidades está expulsando a nuestros jóvenes del país", apuntó Santilli, quien tampoco dejó pasar la oportunidad de cuestionar a Tolosa Paz al remarcar que la dirigencia política debe "dejar la sexualidad de los jóvenes para los jóvenes" y "generar trabajo y mejorar la calidad educativa".

Con su estilo, Facundo Manes, rival de Santilli en la PASO bonaerense de Juntos por el Cambio, también buscó interpelar a los más jóvenes de cara a las elecciones, con un discurso en el que los invitó a "rebelarse" y "no aceptar las cosas como son".

Santilli enfocó el mensaje en la necesidad de incrementar el empleo en los sectores más jóvenes

"Rebelarse contra el sistema no es no ir a votar, es ir a votar en contra de los que dicen tener experiencia y llevaron al país a este desastre", afirmó recientemente el precandidato radical durante una visita al distrito de Bahía Blanca, donde afirmó que la política tiene "una deuda de inspiración con los jóvenes".

Por otra parte, las fuerzas políticas apelan también a la herramienta más usada por la población más joven: las redes sociales. El ejemplo paradigmático fueron los videos con mensajes de campaña de Vidal y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en TikTok, una de las redes más populares entre los sub-30.

A ello se suma la búsqueda de la "viralización" de los spots de campaña. Los videos del precandidato a diputado por Buenos Aires Florencio Randazzo (Vamos con Vos) con puteadas y referencias cotidianas a la coyuntura política, hasta el "trap anticapitalista de les pibes" de Manuela Castañeira (Nuevo Mas), son ejemplos de ello.

Milei también apela a las redes sociales. El precandidato a diputado por la Ciudad. Con más de 700 mil seguidores en Instagram, unos 460 mil en Twitter, y varias cuentas alusivas (o de "fans), el economista libertario es casi un producto del fenómeno de la "viralización".

El excéntrico economista encendió las alarmas del comando de campaña porteño de Juntos por el Cambio cuando lanzó su campaña en una plaza repleta de jóvenes seducidos por su discurso extremista contra la "casta política" a la que prometió "sacar a patadas en el culo". Y volvió a dar una demostración de ese tipo en su cierre de campaña en Parque Lezama

La campaña del espacio liberal intenta aprovechar el descontento y la falta de perspectivas que puede generar en los más jóvenes la crisis económica que inició en la gestión de Juntos por el Cambio y se profundizó en la del Frente de Todos. Por ello, tanto Milei como Espert apuntan sus dardos contra ambos sectores.

Pero a diferencia del referente de los libertarios, Espert presenta un discurso más anclado en datos de la realidad económica, como la presión impositiva y la necesidad de promover el empleo formal, principalmente entre la población menor de 30 años. "Necesitamos a los jóvenes que voten y defiendan nuestra boleta contra las mafias que lucran con el robo de boleta", afirmó.

Pero a diferencia de lo que ocurre en la Ciudad, en el territorio bonaerense la pelea de Espert por el voto joven se da principalmente con el Frente de Izquierda, que tiene más historia en apelar a la "rebeldía juvenil" contra el sistema para lograr adhesiones.

Sin embargo, la primera dirigente que notó una merma en la simpatía de los jóvenes frente a la política tradicional fue la vicepresidenta Cristina Kirchner meses atrás, cuando apeló durante un acto de campaña a la figura L-Gante, un cantante de cumbia muy conocido en el ambiente juvenil.

En el kirchnerismo observan que la coyuntura no es la de años atrás, cuando gobernaba la actual vicepresidenta. La llegada que esa fuerza política tuvo durante varios años a los votantes más jóvenes -y que sacó a relucir cada vez que pudo- se vio reducida en el último tiempo. Y de la misma manera, el PRO notó una inclinación hacia la opción más "dura" que encarna Milei en su distrito.