Luego de tres meses y dos días sin sesionar, la Cámara de Diputados volverá este martes a debatir una serie de proyectos de ley, en una pulseada que podría poner en riesgo el tratamiento de la norma que impone la utilización del etiquetado frontal para los alimentos con el objetivo de identificar excesos de sodio y grasas.

La convocatoría corrió por cuenta del oficialismo y el bloque de Juntos por el Cambio anticipó que no dará quórum. Se trata del primer tironeo que se da en la Cámara baja luego del resultado de las PASO del 12 de septiembre. Desde entonces un sector de la alianza opositora sostiene que si JxC se transforma en primera minoría reclamará la presidencia del cuerpo, en manos de Sergio Massa.

Desde el viernes el conglomerado opositor viene trajanando en una ofensiva parlamentaria que le haga sentir el rigor de la derrota al oficialismo, aunque faltan 45 días para las generales del 14 de noviembre confirmen o reviertan ese resultado. En ese contexto, Diputados concluirá este martes el hiato que mantuvo desde el 2 de julio, cuando se concretó la última sesión remota y presencial. La próxima tendrá un alto valor simbólico y político porque el cuerpo volverá a sesionar con presencialidad plena por primera vez desde el 27 de febrero de 2020.

En los planes originales del bloque de diputados del Frente de Todos, conducido por Máximo Kirchner y Cecilia Moreau, la sesión de este martes contaba con cuatro textos:

• E proyecto de etiquetado frontal de alimentos
• La iniciativa que establece un sistema de protección a personas en situación de callea nivel nacional
• La reforma del Estatuto del Trabajador Contratista de Viñas y Frutales
• El régimen previsional diferencial para ese sector.

Las cuatro iniciativas reúnen amplio consenso entre oficialismo y oposición, pero su tratamiento quedó en medio de los tironeos posteriores a las elecciones. En JxC acusan al FdT de lanzar un temario sin haberles consultado y en el oficialismo consideran que el interbloque opositor les quiere marcar la cancha como parte de una ofensiva estrictamente electoral.

La oposición le quiere marcar la cancha al FdT con quitarle quórum a la ley de etiquetado

El titular de JxC, Mario Negri, confirmó que algo de eso hay, porque se ganó las críticas de sus propios correligionarios, como el senador mendocino Julio Cobos, que le pidió que no se quede en la disputa reglamentaria y avale esos textos.

"Sr. Presidente del bloque UCR, Negri pidan sesión especial con los temas de interés de JxC, pero también faciliten el tratamiento de la LeydeEtiquetado y las leyes que mejoran las condiciones laborales y jubilatorias de trabajadores de viñas. Esto es lo prioritario", disparó el exgobernador cuyano.

El diputado por Córdoba tomó el guante: "El oficialismo llamó a una sesión especial sin consensuar con la oposición. Tras la derrota deberían tener más humildad. JxC tiene postura mayoritaria a favor del etiquetado frontal, pero no sumaron temas clave como la emergencia educativa. El FdT deberá conseguir el quórum", sentenció el diputado.

Con ese escenario por delante es posible que naufrague la posibilidad de tratar esos textos y, en especial, la ley de etiquetado porque sin JxC al oficialismo le faltarían seis voluntades para llegar a los 129 presentes para tener quórum.

El texto podría perder estado parlamentario a fin de año y en el oficialismo consideran que será tratado en las próximas sesiones si JxC mantiene su postura de no dar quórum aunque cuenta con el respaldo de la mayoría de sus integrantes.

El problema, dicen dentro del interbloque, no pasa por el tironeo interno sino por el desgaste ante la sociedad que implica para la Cámara que una iniciativa de esa importancia quede varada por un anticipo del duelo sordo que se avecina por la presidencia del cuerpo.

La movida no pasó inadvertida para el oficialismo y Kirchner buscó dejarlos en evidencia. "La ley de etiquetado frontal es un buen ejemplo para demostrar que aún en medio de un proceso electoral los diferentes espacios políticos podemos avanzar con proyectos que benefician a la gente", dijo el titular del bloque del FdT en declaraciones radiales, pero le apuntó a JxC. "Es una pena que algunos estén más preocupados por quedarse con la presidencia de la Cámara que en hacer cosas para la gente, no sorprende, es lo que hicieron cuando gobernaron", disparó.

La pelea por el sillón de Massa

Así como no hay acuerdo dentro de la coalición opositora sobre la próxima sesión, tampoco existen coincidencias sobre la posibilidad de reclamar el sillón que ocupa Massa si el oficialismo pierde la primera minoría. La fundadora de la Coalición Cïvica, Elisa Carrió y la exgobernadora y candidata a diputada, María Eugenia Vidal, coinciden en pedir ese lugar si las urnas aumentan las chances obtenidas en las PASO.

JxC viene trajanando en una ofensiva parlamentaria que le haga sentir el rigor de la derrota al oficialismo

Dentro del espacio hay dudas sobre las verdaderas motivaciones de esa ofensiva. En la UCR creen que se trata de una estrategia electoral para seducir a los votantes con el mismo empeño que pone la titular del PRO, Patricia Bullrich, para insistir en la importancia de ganar en la ocho provincias que eligen senadores para quitarle el quórum al FdT en la Cámara Alta.

La idea de subir el tono a la pelea por la cabeza de Diputados no tiene adherentes en las otras autoridades parlamentarias. El titular del bloque macrista, Cristian Ritondo, no comparte esa posición, aunque Vidal, como su principal jefa política, diga lo contrario. Lo mismo pasa con Negri, que lo considera una quimera, y con el extitular del cuerpo y candidato a diputado Emilio Monzó.

Ninguno comparte la iniciativa de quedarse con ese cargo porque implicaría un virtual cogobierno del oficialismo y porque no sucedió de ese modo a fines de 2015, cuando el entonces bloque del Frente para la Victoria le dio los votos a Monzó para ser elegido presidente de la Cámara, aunque JxC no tenía la primera minoría.

Tales antecedentes no frenan el interés de algunos diputados lilitos y macristas en reclamar ese puesto. Algunos dicen está previsto en el reglamento, aunque el texto no dice eso, sino que el titular del recinto puede ser elegido "a pluralidad de votos", es decir que puede contar con respaldos propios y opositores.

Ahí radica la tensión que marcará al recinto en las próximas seis semanas, en un momento donde cada vez hay más interés para que Diputados vuelva a funcionar para retomar su agenda de trabajo antes de que comience el debate del proyecto de Presupuesto 2022 que envió el Poder Ejecutivo.

Para ese texto tampoco hay una hoja de ruta clara y el oficialismo lleva dos amagues sobre la posible visita del ministro de Economía, Martín Guzmán, a explicar las previsiones para el año próximo. El escenario de este martes confirma que su visita llevará más tiempo, porque las definiciones sobre el presupuesto recién se catalizarán después del 14 de noviembre, dentro de una carrera contra el tiempo donde la campaña es la proridad.