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Mengano, la reversión del clásico bodegón porteño

Inspirado en los icónicos lugares que caracterizan a la ciudad, busca recrear típicos platos locales con técnicas de alta cocina
10/10/2018 - 18:25hs
Mengano, la reversión del clásico bodegón porteño

Si tuviésemos que definir al bodegón podríamos decir que es el lugar donde reina la comida tradicional porteña. Allí, los platos son un reflejo de la cocina italiana, española y alemana que trajeron los primeros inmigrantes. Cuando llegaron comenzaron a abrir almacenes que tenían un salón dedicado a la venta de bebidas, lo cual generaba en los clientes ganas de acompañar esa bebida con algo de picar. Así, los dueños decidieron que era una buena idea empezar a servir platos de comida simples y caseros. El bodegón porteño, entonces, es aquel lugar donde el comensal va a reconectar con las raíces de la gastronomía de la ciudad.

Mengano llegó al barrio de Palermo con una propuesta ambiciosa que tiene como objetivo tomar los clásicos platos porteños y darles una vuelta de tuerca con técnicas innovadoras de la alta cocina. El resultado de esta combinación es una carta con presencia de comidas clásicas -milanesa, rabas, provoleta, revuelto gramajo- e ingredientes de la más alta calidad y sabores sorprendentes. A Facundo Kelemen, quien está detrás de la cocina y ha trabajado en prestigiosos restaurantes como Tegui, le gusta la idea de crear platos simples pero bien elaborados.

Quince años atrás, los restaurantes más prestigiosos de la ciudad apuntaban a recrear cocinas extranjeras como la francesa, por ejemplo. No importaba si la comida era de calidad o no, sino que se centraban en imitar lo que se estaba haciendo a nivel internacional. Afortunadamente, años después, esto ha cambiado y cada vez más se valoran los excelentes productos locales y los platos que más nos representan. En este sentido, Mengano trae a la escena gastronómica local un concepto innovador. Bodegones clásicos abundan en la ciudad, pero la idea de tomar platos tradicionales y “gourmetizarlos” con ingredientes de excelente calidad y técnicas gastronómicas innovadoras todavía no se había visto; Mengano llegó para conquistar a los paladares más nostálgicos y a los más modernos por igual.

La carta se divide en platos pequeños y grandes, y la idea es pedir varios para compartir y degustar la mayor cantidad de estas exquisitas creaciones. Cada ingrediente presente en los platos tiene un por qué y está seleccionado a conciencia, hasta en el más mínimo detalle y, de esta manera, el producto original no se deforma sino que se reinventa.

Los imperdibles, sin dudas, son el revuelto de gramajo con cebollas caramelizadas y queso de cabra, un clásico amado por los porteños y que deslumbra al paladar. Es en este plato que se materializa la idea del chef de crear platos simples que, a la vez, estén bien elaborados. Otro obligatorio es el tartare de cordero con dulce de membrillo, alcaparras y torta frita; una combinación de sabores que, al primer bocado, tiene al comensal pensando en cuando volver. La estrella, definitivamente, es la milanesa de tira de asado que sale con hueso, se cocina diez horas al vacío, luego se empana y se fríe. Viene acompañada de puré de calabaza -que se realiza con hueso de caracú- y de papa, que se hace con ghee -que se obtiene a partir del proceso de eliminar la proteína de la manteca-.

 

Los postres son igual de irresistibles e interesantes, ya que reversionan clásicos muy queridos por los argentinos. El protagonista, sin dudas, es el semifreddo del clásico arroz con leche con vauquita casera y aceite de naranja. “Nunca me gustó el arroz con leche, y es por eso que quise reversionarlo de manera tal que todos lo pudieran disfrutar, incluido yo” me cuenta Facundo, el chef. Es indudable que logró sacar la mejor versión de este famoso postre. Además, sirven pionono de chocolate amargo con espuma de avellanas y ensalada de frutas de estación sobre un colchón de crema. Después de esta experiencia es posible decir que la ensalada de frutas como postre nunca fue tan rica.

De afuera Mengano cuenta con una fachada de ladrillo y grandes aberturas de hierro. Representa la esencia típica de bodegón y de la cultura argentina con un toque moderno. El interior está ambientado de tal manera que hacer que el comensal se sienta como en casa; las paredes están decoradas con cuadros heredados que reflejan la nostalgia de la época de los años sesenta y setenta.

Definitivamente, Mengano ha llegado para comprobar que la alta gastronomía no tiene que ser para unos pocos y que también puede ser casual y popular. No hace falta que haya manteles blancos o precios altísimos para disfrutar de una cocina exquisita e innovadora. Al fin y al cabo, siempre se vuelve al bodegón.

MENGANO

José Antonio Cabrera 5172

Martes a Sábado de 20 30 a 23 15

Reservas: 4773-1887

AMBIENTE: EXCELENTE

COMIDA: EXCELENTE

ATENCIÓN: MUY BUENA

IDEAL PARA: IR EN PAREJA

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