Un hombre de unos 80 años fue expulsado de la residencia de ancianos en la que vivía en la comunidad autónoma de Castilla la Mancha en España, luego de que descubrieran que vendía a sus compañeros pastillas falsas de Viagra.

El abuelo pintaba cápsulas de paracetamol de azul para disfrazarlas del medicamento que se usa para tener una erección.

Lo descubrieron cuando trabajadores del geriátrico observaron que muchos residentes presentaban una coloración azul de la lengua y creyeron que se trataba de algún tipo de enfermedad contagiosa.

Después de algunos análisis clínicos, se determinó que lo que teñía las lenguas de estos varones era tinta común. Se estableció un dispositivo de vigilancia intensiva, y se descubrió un inusual tránsito entre las habitaciones.

En su cuarto, el anciano guardaba varias cajas del analgésico, una palangana de grandes dimensiones y 2 botes de tinta china azul, todo listo para preparar una nueva remesa de falsas pastillas milagrosas.