Como la mayoría de los chicos que juegan hockey sobre hielo, Iván Schvartzman comenzó interesándose por el deporte porque, después de patinar varias veces sobre una pista, comenzó a aburrirse de hacer sólo eso. Entonces, a los 10 años decidió patinar y practicar un deporte. Así fue que se anotó en el equipo de Winter, una pista de patinaje sobre hielo que quedaba a pocas cuadras de su casa en el barrio porteño de Caballito.

Pasaron los años, siguió entrenando, fue federado nacional y parte de la Asociación Argentina de Hockey, y ahora, con 18 años, se convirtió en el primer argentino que firmó un contrato profesional en esta disciplina con el club Stuttgart Regles, en Alemania. "Tengo trabajo por dos años por unos 2 mil euros por mes. Debo asistir a todos los entrenamientos y no puedo consumir alcohol ni drogas", cuenta Iván quien hoy forma parte de la Liga Germany 3.

La historia de Schvartzman con el equipo alemán no se dio por casualidad. A los 16 años, se había ido a probar a un equipo de Canadá, país donde vivió durante casi dos años. "Sabía jugar, pero no tenía la experiencia del resto de mis compañeros, porque yo siempre había practicado en canchas más chicas", dice y agrega que entonces, solo alcanzó un nivel "semiprofesional" en los Toronto Predators.

De azul oscuro, Iván Schvartzman jugando para Toronto Depredators Canadá (2018)

En Canadá conoció a una chica alemana, Jazmín, de la que se enamoró. Así fue como, durante el receso de invierno en el norte, viajó a Alemania junto a su novia y aprovechó para probarse en el equipo de Stuttgart, y quedó contratado.

"El entorno es difícil, porque la gente es distinta y extraño mucho a mi país y amigos", dice Schvartzman. Lo cierto es que, desde los 16 años, dejó las comodidades de su vida en Buenos Aires para dedicarse totalmente al entrenamiento del otro lado del mundo, lejos de su familia.

Hoy, con casi 19 años, reconoce que después de cuatro meses en Alemania logra adaptarse poco a poco gracias a la compañía de su novia. "Me esforcé mucho para llegar a este nivel. Ahora quiero seguir progresando. Me levanto todos los días a las 7 de la mañana para hacer el entrenamiento extra".

Dieta, entrenamiento, constancia, disciplina y dedicación son los pilares en los que se centra la vida de un deportista profesional. El hockey sobre hielo requiere fuerza, destreza, equilibro y concentración. Destacarse en el mundo, tener un lugar en las grandes ligas es un mérito de pocos y este joven argentino de 18 años lo logró. "Qué nunca nadie te diga que no puedes lograrlo", remarca con una sonrisa, Iván Schvartzman.