¿Fan del helado? 6 trucos para hacerlo en casa y que salga cremoso
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Empezando el mes de febrero podemos decir que todavía nos quedan unos largos días de verano y con ello mucho calor por soportar.
Para que se haga más leve y entretenido, esta vez te traemos una receta que no podría fallar nunca y que la van a amar tanto los chicos como los más grandes: helado casero.
Si bien es un postre sumamente rico, el hecho de hacerlo en casa puede traer más de un beneficio. De esta manera, es posible controlar los ingredientes que se usan y, además, se pueden adaptar al gusto personal de manera especial y completa. Al contrario de lo que puede parecer en un principio, hacer helados ricos y cremosos en casa es muy sencillo.

¿Cómo hacer un helado cremoso en casa?
El helado original se compone de agua, azúcar (endulzante) y grasa, tres elementos básicos para hacer de la receta un postre cremoso. Pero, sin embargo, existen variaciones e infinidad de tipos de helados diferentes que nos pueden resultar muy interesantes para obtener distintos resultados.
En cualquiera de los casos, debemos preparar bien los ingredientes que lo compongan para conseguir ese punto de cremosidad que caracteriza un buen helado.
1. Introducir aire a la mezcla
Este método es muy útil para evitar que se congele. De hecho, al hacer los helados en la heladera el batido es constante, por lo que se introduce de manera continua aire en la mezcla y se asegura esa cremosidad que tanto los caracteriza.
En caso de hacer el helado a mano, batí la crema de leche hasta que quede bien firme o agregá claras a punto de nieve. Son dos de las opciones más efectivas e interesantes. En cualquiera de los casos, si agregas más ingredientes una vez hayas agregado la crema de leche o las claras, procura mezclar siempre con suavidad y movimientos envolventes. Así evitamos que se baje la textura.
A la hora de congelarlo, deberás remover la mezcla cada cierto tiempo para romper los cristales y hacerlos cada vez más pequeños. Lo ideal sería que se remueva cada 30 minutos durante las 7 horas aproximadamente en las que debe congelarse el helado.
En algunos casos, incluso, se recomienda removerlo cada 10 minutos durante la primera hora para conseguir una textura más cremosa y suave todavía.

2. Azúcar, miel y otros edulcorantes
Ese tipo de endulzantes son anticongelantes naturales, por lo que cuanto mayor sea su cantidad en la receta, más cremoso resultará el helado. Lo ideal es que no supere una proporción del 18% de la masa para conseguir una textura debidamente cremosa.
En caso del azúcar invertido, una variedad del azúcar muy utilizado en helado al actuar como muy buen anticongelante, podés aumentar su cantidad hasta el 25%.
3. Elementos grasos
El compuesto graso del helado reduce los cristales de hielo y es el que le da la textura suave a la receta. Por eso es importante añadir ingredientes como crema, yogur o yemas de huevo (pasteurizadas mejor) si queremos que nuestro helado quede bien cremoso.
En caso de no sumarle esta parte, suelen quedar duros y apelmazados, llegando a dar incluso la sensación de que pierden sabor.
4. Proteínas para evitar los cristales de hielo
Las proteínas de las yemas de los huevos o la leche (ingredientes que suelen componer la base de un helado tradicional) son las moléculas que evitan que los cristales de hielo crezcan. Por ello, para aumentar la cantidad de proteína, suele ser común agregar leche en polvo a la receta.
5. Un toque de licor
Otro anticongelante natural muy efectivo es el alcohol, aunque no es una opción apta si el helado está destinado a que lo disfruten los pequeños de la casa.
Siempre que sea para adultos, este truco le puede dar un toque de sabor muy interesante a la receta.
Agregá un chorrito (no más del 20% de la mezcla del helado) de tu licor favorito y conseguí la textura cremosa de una forma diferente.

6. Cuanto más rápido mejor
En cualquiera de los casos, el tiempo de congelado también es un punto importante a la hora de que se creen cristales y no quede cremoso el helado.
Por eso, es mejor que el helado se lleve al frizzer en un recipiente ancho, para que la capa sea fina, y así se congele mucho más rápido que en caso de congelarlo en un bol; ya que, en tal caso, la parte central tardaría mucho más en recibir el frío y demasiado en congelarse, creando cristales que estropearían tanto la textura como el sabor del helado.