Qué es la ‘Fuerza de agarre’, indicador para saber si estás envejeciendo con buena salud
En un mundo donde los avances de la medicina nos permiten soñar con una vida más larga, la figura del especialista en longevidad cobra cada vez mayor relevancia. Estos expertos no solo buscan extender nuestros años, sino también asegurar que esos años sean vividos con la mejor calidad de vida posible. En este contexto, un concepto aparentemente simple emerge como un poderoso indicador de nuestro estado de salud general y cómo estamos envejeciendo: la "fuerza de agarre".
Peter Attia, un reconocido especialista en longevidad y medicina preventiva, remarcó recientemente que la fuerza con la que apretamos la mano es un barómetro sorprendente de nuestra salud integral. Lejos de ser solo una medida de la potencia de nuestros antebrazos, según el médico canadiense, la fuerza de agarre se revela como un reflejo de la fortaleza de todo nuestro cuerpo. Una buena capacidad de agarre se asocia directamente con un mejor funcionamiento de las extremidades superiores, una mayor densidad ósea, y un riesgo significativamente menor de sufrir fracturas y caídas, problemas que suelen aumentar con la edad.
Pero los beneficios no terminan ahí. La investigación vincula una fuerza de agarre saludable con una menor probabilidad de desarrollar desnutrición, deterioro cognitivo, depresión, trastornos del sueño, diabetes y otras enfermedades crónicas que impactan la calidad de vida en la vejez.
Qué es la fuerza de agarre, el indicador de salud del especialista Peter Attia
Attia abordó este tema en su popular podcast The Peter Attia Drive. El especialista, conocido por sus conversaciones profundas con expertos sobre salud metabólica, investigación médica y estrategias para vivir más y mejor, dedicó un espacio a explicar la importancia de este indicador aparentemente sencillo. Según detalló Attia en su podcast, existen parámetros de referencia para evaluar nuestra fuerza de agarre según la edad y el género. Para un hombre de entre 40 y 50 años, la capacidad de mantenerse colgado de una barra durante dos minutos es un objetivo a considerar. En el caso de las mujeres en el mismo rango etario, la meta se sitúa en los 90 segundos.
El especialista fue más allá, proponiendo otro indicador revelador para este grupo de edad: la capacidad de cargar la mitad del propio peso corporal en cada mano y caminar durante un minuto. Así, una persona de 90 kilos debería poder sostener 45 kilos en cada mano mientras camina durante ese lapso. Para las mujeres, la referencia es cargar el 75% de su peso corporal total, distribuido entre ambas manos. Estos ejercicios, como señala Attia, no solo evalúan la fuerza de la parte superior del cuerpo, sino que también ponen a prueba la coordinación y el equilibrio. La acción de caminar cargando un peso considerable exige un control corporal total, involucrando múltiples grupos musculares y sistemas fisiológicos.
La conexión entre la fuerza de agarre y la salud general es más profunda de lo que podríamos imaginar. "Cuando la gente entiende lo fuerte que es la relación entre fuerza de agarre y salud, se sorprende", afirmó el experto. Un dato particularmente impactante revelado por Attia es que las personas con la mayor fuerza de agarre presentan hasta un 70% menos de riesgo de desarrollar y morir por demencia, en comparación con aquellos cuya fuerza de agarre es menor.
En un contexto donde la búsqueda de la longevidad saludable se vuelve una prioridad, prestar atención a indicadores tan accesibles como la fuerza de agarre puede ofrecernos una valiosa perspectiva sobre nuestro estado de salud actual y nuestro camino hacia un envejecimiento pleno y activo. La invitación es clara: fortalecer nuestro agarre no es solo una cuestión de fuerza física, sino una inversión en nuestra salud y bienestar a largo plazo.