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El fundador de Virgin programó su primer viaje espacial en 2019 y ya tiene 800 inscriptos

Richard Branson se refirió a los trabajos de sus empresas espaciales. Con una de ellas quiere conectar al mundo. Su filosofía como emprendedor y empresario
07/12/2018 - 05:16hs
El fundador de Virgin programó su primer viaje espacial en 2019 y ya tiene 800 inscriptos

MIAMI, enviada especial – Tal vez sea para mirar a los renos tirando de los trineos de cerca, o para encontrarse en un cara a cara con Papá Noel (Santa Claus). Lo cierto es que Richard Branson, el emprendedor eterno creador del Grupo Virgin, planea lanzar a través de Virgin Galactic, su primera nave al espacio durante Navidad. Y en 2019 espera él mismo “poder subir al espacio”.

Su expresión de deseo quedó manifestada durante el Foro de Innovación de Mastercard, Limitless, que se desarrolló los últimos días de noviembre en Miami, y en el que expresó que “hay 800 personas inscriptas” para realizar ese viaje. Una cifra, entendió, que muestra la curiosidad que tienen los humanos por saber qué hay más allá del límite que impone el vuelo de los aviones.

Hace 14 años, Branson comenzó con los proyectos espaciales a través de Virgin Orbit y Virgin Galactic. Cada una de ellas aborda alguno de los principales aspectos involucrados en los viajes espaciales y los impactos que esto generaría a futuro.

Orbit es la encargada del desarrollo de pequeños satélites que obtienen información relevante para aplicar en diversos campos de la economía. Vigin Space, en tanto, apunta a la creación de naves para indagar en el espacio. Y es aquí donde, ahora, están puestas las energías de este magnate que, según la revista Forbes, acumulaba una fortuna de u$s4.900 millones a marzo de 2018.

“Con la tecnología podremos hacer viajes punto a punto. Con Orbit estamos completando la vuelta a la tierra a razón de 18.000 millas por hora”, aseguró. Es decir, a casi 29.000 kilómetros por hora.

Las expectativas de Branson son más altas. A través de Orbit confía, además, en poder conectar a 4.000 millones de personas a internet vía satélite. Se refiere a los habitantes del planeta que aún no logran estar conectados ni por una conexión de banda ancha fija como tampoco por teléfono.

Sobre los más de 7.500 millones de habitantes que posee el planeta, algo más de 4.000 millones son usuarios de internet, de los cuales el 43% se conecta a través de una computadora, un 53% a por medio de un celular y apenas un 4% vía Tablet.

De ahí la intención del millonario emprendedor de querer conectar a todos los que aún están fuera del mundo digital a través de Orbit.

Durante su exposición, en la que hubo un inevitable repaso sobre toda su vida, prácticamente desde los 15 años hasta sus actuales 68 años, Branson no sólo insistió con varios de sus tips para encontrar soluciones a los problemas de la vida cotidiana, sino también en que siempre hay lugar para las creaciones disruptivas.

“Si la industria crea algo verdaderamente disruptivo hay un mercado para ello”, subrayó. Sin importar, aclaró, qué tan costoso sea en términos económicos eso nuevo que surge.

Y del espacio y los sueños de ciencia ficción al alcance de la mano saltó a la tierra para viajar a velocidades extremas a través del Hyperloop One que promete transportar a las personas a 1.000 millas por hora, es decir, algo más de 1.600 kilómetros por hora. Una velocidad que, según el propio Branson, supera las actuales 600 millas, es decir, unos 965 kilómetros por hora, considerada la apropiada para viajar cómodo.

“Creo que el Hyperloop One va a ser un éxito. Muchos sitios del mundo podrán beneficiarse”, dijo a un auditorio conformado por más de 1.000 personas convocadas en el Hotel Fontainebleau de Miami, que lo escucharon con atención durante algo menos de una hora.

Puso como ejemplo la chance de que aeropuerto de Dubai pueda implementar una solución de hyperloop de este tipo porque está muy lejos de la ciudad y ese nuevo medio de transporte, el tubo, permitiría reducir en gran medida el tiempo dedicado a llegar de un punto a otro. Y sostuvo que en 10 años podrá verse en efectiva operación el hyperloop one.

Virgin Group posee un portafolio de 400 empresas distribuidas en distintas partes del mundo. Emplea a unas 71.000 personas y genera una facturación anual superior a los u$s24.000 millones.

Una empresa como un hijo

Y volvió a hablar de sí mismo como emprendedor. “Siendo un emprendedor disfruto mucho de las cosas que estoy haciendo. A una empresa hay que alimentarla como a un hijo, y darle amor para que se convierta en un niño hermoso”, destacó.

Son tantos los hijos que tuvo Virgin que, cuando se le preguntó cuál era su predilecto, fue directo y mencionó a Virgin Atlantic, su compañía de aviación. Una vez más, Branson contó que esa empresa surgió luego de que, cuando tenía 28 años y estando en Puerto Rico, la aerolínea que lo llevaría de regreso a su casa decidió cancelar el vuelo porque no estaba completo. Habría que esperar hasta el otro día.

“Hacía mucho que no veía a mi novia, yo quería volver”, explicó. Entonces decidió alquilar un vuelo privado y, así, regresar junto a todos los pasajeros que habían quedado varados. Y lo hizo un precio mucho más económico que el que había pagado por la empresa que los dejó colgados.

 

A partir de ahí se inicia la historia en donde, tras llamar a Boeing, y pedir un 747 de segunda mano, decidió crear su propia aerolínea, Virgin Atlantic, que supo enfrentar la arremetida de British Airways cuando encaró acciones para quitarlos del mercado por los precios convenientes que Branson ofrecía.

La compañía supo sortear esa pelea en la década del 80. Y a tal punto fue que la “conquista” del espacio se continuó a través de las empresas futuras que vendrían de la mano de Branson, el Grupo Virgin y los inversores que fueron apostando a cada uno de los proyectos.

Una muerte como aprendizaje

“La clave es rodearse de personas maravillosas”, insistió. Hubo una breve pausa y el recuerdo de 2014 cuando en un vuelo de pruebas de rutina la SpaceShipTwo se accidentó y uno de sus dos pilotos falleció.

“El mayor problema que tuvimos fue cuando murió una persona en Virgin Galactic. Lo primero que hice fue tomar un avión para ver a su familia. Esa situación me enseñó mucho sobre cómo tratar una crisis. El accidente fue por un error, no fue culpa de nadie. En ese momento les pregunté a los empleados si quería continuar, o si había que dejar la empresa. Pero me dijeron que sí, que había que seguir para adelante”, relató.

Volvió a afirmar, en ese instante, que existe un gran entusiasmo en la compañía por llevar al vehículo al espacio antes de Navidad. Y que parte de ese entusiasmo se debe también a la forma en que se trata a los empleados en el grupo.

“Las empresas tienen que tratar bien a su gente, porque muchas no lo practican. Se debe tratar a todos por igual. Recordar su nombre significa mucho para esas personas. Se las debe promover desde abajo y darles puestos por encima de lo que esperan. Vamos mucho más allá en Virgin”, enfatizó.

Y explicó la política de contratación de aquellos que debieron pagar alguna condena en la cárcel. “Animamos a quienes deciden a que tomen a otras personas que han tropezado en su vida. El resultado ha sido que ninguna de esas personas que estuvo en la cárcel y fue empleada en la empresa volvió a delinquir”, indicó. Trenes de Inglaterra es una de las firmas del Grupo Virgin que aplica esa política.

“Tratamos de practicar lo que predicamos”, dijo Branson antes de finalizar su charla con Janet Rivera-Hernández, vicepresidenta de comunicaciones de Mastercard para América latina y el Caribe, durante su exposición en el Foro de Innovación de Mastercard, Limitless.

“El 50 o 60 por ciento de mi tiempo construyo ONG para lidiar con los mayores problemas del mundo. Tenemos que asegurarnos que los negocios sean fuertes, pero atendiendo a los problemas de la comunidad. Virgin no es sólo una máquina de hacer dinero sino que también ayuda a resolver problemas. Por eso me aseguro que cada uno de los empleados se cuide y que, luego, cada uno de ellos haga lo mismo con su familia”, afirmó.

¿En qué consiste ese cuidado? En poner a la persona en el centro y estar atentos a si está realizando actividad física, si está cuidándose con el consumo de alcohol o si sigue una dieta que no perjudique su salud. También si está capacitándose y evolucionando en el lugar en que se encuentre. Y que, luego, cada uno de los empleados sea capaz de trasladar ese mismo cuidado a su familia, a sus vecinos.

Una filosofía que el grupo que fundó, de alguna manera, cuando tenía 15 años Branson desarrolló desde entonces. “Siempre me he preocupado por el conocimiento. Mi primer negocio fue la revista y hoy son más de 400 empresas. Tengo dislexia y no podía hacer todo por mí mismo. Me rodeé de personas que eran mejores que yo, a las que no criticaba cuando las cosas salían mal sino que elogiaba cuando salían bien. Los tratamos como si fueran nuestros hijos y damos mucha flexibilidad que ha sido el camino para generar mucha confianza”, aseveró.

Una confianza que queda patentizada en cada uno de los proyectos que encara este emprendedor y ejecutivo por el apoyo que encuentra de parte de inversores, empresarios y personas comunes, y que, aún cuando su historia es conocida, sigue atrapando a cualquier auditorio.