No hay muchas cosas positivas que podamos rescatar de esta pandemia global y, no me malinterpreten, en ningún caso este es un escenario deseado. Ahora... ya estamos atravesando esta situación ¿Verdad? Entonces, ¿qué podemos rescatar al salir de esto?

En los últimos meses hemos visto el colapso masivo de industrias y negocios, la desaparición de proyectos y equipos de trabajo en plena situación de confusión total, a tal punto que la nueva normalidad planteada es una normalidad en la que no queremos vivir.

A la vez, empezaron a pasar otras cosas. Comenzamos a comunicarnos de diferentes maneras, comenzamos a responder la pregunta "¿se puede hacer esto?" en maneras nuevas y originales. Colaboramos, compartimos conocimientos, completamos proyectos y progresamos juntos. Incluso en este contexto pudimos ejercitar la creatividad, algo impensado unos meses atrás.

Lo positivo que logró esta pandemia fue brindarnos a todos el mismo nivel de experiencia. Hace cuatro meses, algunas compañías, que fueron lo suficientemente valientes o simplemente tuvieron suerte, venían teniendo la experiencia de estar trabajando remotamente, algunas otras tenían poca experiencia, pero la gran mayoría concebía esta dinámica como un enemigo de la productividad.

Aun así, en los últimos meses hemos visto un aumento general y pronunciado de la productividad (aunque todavía necesitamos lograr sostenerla en el tiempo). Una de las cosas que sacamos de esta situación es que todos, no solo las corporaciones sino todos, han vivido la experiencia de trabajar a distancia, comunicarse, jugar, hacer ejercicio, cocinar, enseñar, aprender. ¡Básicamente tuvieron la experiencia de hacer todo de manera remota!

No ha existido un mayor nivelador de experiencia en la historia como el que se generó durante esta pandemia. Hay que tener en cuenta que, hace tan solo 4 meses, tus amigos te veían como un extraterrestre porque tuviste una "call" con tu equipo. Ahora, estamos todos juntos en una misma realidad y eso ya no es noticia.

Emiliano Horcada: "En este contexto pudimos ejercitar la creatividad, algo impensado unos meses atrás."

Cambios en las preguntas sobre el futuro

Ya no nos encontramos haciendo la pregunta de "¿Se puede hacer esto?". Ya avanzamos. Y ahora nos preguntamos "¿cómo podemos mejorarlo?", ¡y esa es la gran pregunta!

Cuando la gente comienza a hacer esas preguntas es cuando ocurre la verdadera innovación. Cuando no estamos bloqueados por la suposición que queda plasmada en el "esto no se puede hacer", sino que nos inspiramos y empujamos hacia adelante a crear cosas maravillosas en una exploración de los límites de esta nueva realidad.

Gracias a esta experiencia global, una nueva ola de innovación está llegando, nuevos productos, servicios, soluciones, leyes, políticas y nuevos hábitos están surgiendo de esta gran experiencia colectiva. No es una cuestión de preguntarse si "¿sucederá esto?", lo hará y ya está sucediendo!

Entonces, en este contexto lleno de oportunidades y nuevos horizontes, la pregunta correcta no es "¿Se viene una nueva ola de innovación?" La pregunta correcta es: "¿Seré yo parte de ella?" y "¿Cómo puedo hacer para participar de la mejor manera?"

(*) Director global de diseño y socio de transformación digital en Globant.