Cuando parecía que la guerra entre Donald Trump y Twitter se terminaba con la suspensión permanente del perfil del mandatario @RealDonaldTrump, un nuevo capítulo estalló y la polémica no se detiene.

El republicano decidió recurrir a otro perfil con millones de seguidores, @POTUS -responde a las siglas en inglés de Presidente de los Estados Unidos, President of the United States- asignada a la persona a cargo de la Casa Blanca.

La cuenta fue inaugurada en 2009, cuando Barack Obama asumió el liderazgo de Estados Unidos, como un canal institucional de comunicación. Luego pasó a manos de Trump.

 

El republicano solía usar su propio perfil, @realDonaldTrump, cuyo contenido muchas veces replicaban desde @POTUS. Hasta ayer. Tras la suspensión permanente de su cuenta, Trump recurrió al perfil oficial del Presidente para enviar un par de mensajes. Pero habría una inesperada reacción de la red social.

Tras la decisión de eliminar sus mensajes, Trump acusó a Twitter de ser enemigo de la libertad de expresión y planteó la idea de que podría desarrollar su propia "plataforma’'. Lo publicó en la cuenta POTUS de donde fue borrado rápidamente.

"Twitter fue cada vez más lejos en restringir la libertad de expresión, y esta noche los empleados de Twitter coordinaron con los Demócratas y la Izquierda Radical para suspender mi cuenta de su plataforma, para silenciarme a mí, y a ustedes, los 75.000.000 grandes patriotas que votaron por mí", dijo en la serie de tuits ya eliminados.

 

La red social explicó que utilizar otra cuenta para evadir una suspensión va en contra de sus normas, y que aunque no prohibirá cuentas gubernamentales como @POTUS o @WhiteHouse, "tomará medidas para limitar su uso’'.

En los tuits de Trump citados por Twitter, el mandatario anunció que no asistirá a la jura de Joe Biden y se refirió a sus partidarios como "patriotas estadounidenses’', diciendo que tendrán "una voz gigantesca por mucho tiempo en el futuro’'.

Twitter señaló que esas afirmaciones "probablemente inspirarán a otros a reproducir los actos de violencia que ocurrieron el 6 de enero de 2021, y hay múltiples indicios de que están siendo recibidas y comprendidas como un estímulo para hacerlo".

Twitter dijo que sus políticas le permiten a los líderes mundiales dirigirse al público, pero señaló que estas cuentas "no están totalmente por encima de nuestras normas’' y no pueden utilizar la red social para incitar a la violencia. Trump tenía aproximadamente 89 millones de seguidores.

Las acciones de Twitter cayeron aproximadamente 4% en las transacciones posteriores al cierre bursátil, reflejando los temores de que la suspensión de la cuenta de Trump pudiera influir en una reducción en el uso de la red social y sus ventas de publicidad.