Amazon quiere revolucionar el mundo del libro con Kindle

Algunos analistas lo han comparado con el iPod de Apple. El portal minorista espera popularizar finalmente entre los consumidores los libros digitales
Por iProfesional
TECNOLOGÍA - 20 de Noviembre, 2007

Creó un imperio vendiendo libros en la red, pero para Jeff Bezos, fundador del minorista en Internet Amazon, las páginas de papel tienen los dí­as contados y el futuro está en el libro digital.

Bezos (en la foto superior) presentó el lunes el lector de libros electrónico Kindle, que algunos analistas han comparado ya con el iPod de Apple y con el que Amazon espera popularizar finalmente entre los consumidores los libros digitales.

Con un precio en EE.UU. de 399 dólares, Kindle permite almacenar hasta 200 libros y elegir entre una oferta de 90.000 tí­tulos a la venta en su tienda online, además de suscripciones a los principales diarios y revistas del paí­s y más de 300 blogs.

La gran novedad es que Kindle tiene conexión inalámbrica a Internet, por lo que los lectores pueden descargar contenidos en cualquier lugar y, además de leer, consultar su correo electrónico.

Los anteriores lectores de libros electrónicos precisaban que el usuario estuviera conectado a su computadora, en la que habí­a que descargar el libro primero y luego pasarlo al lector.

Bezos dijo que Amazon trabajó en Kindle durante tres años y que la idea era conseguir que el aparato pasara a un segundo plano para permitir al usuario disfrutar de la lectura, como sucede con los libros fí­sicos.

Cuando se lee un libro "la tinta y el papel se desvanecen y lo que queda es la palabra del autor. Nuestro principal objetivo era conseguir que Kindle desapareciera en tus manos", afirmó el fundador de Amazon.

La firma aseguró que la pantalla del lector es tan fácil de leer como el papel, pues utiliza partí­culas de tinta reales, refleja la luz como el papel ordinario y no brilla como las pantallas de otros aparatos electrónicos.

Para animar a los compradores, Amazon ha reducido además hasta los 9,99 dólares el precio de descarga de muchos de los tí­tulos más vendidos porque en el pasado algunos tí­tulos en versión digital costaban lo mismo que las ediciones en papel.

Sin embargo, algunos expertos son escépticos sobre las posibilidades de éxito de Kindle y se preguntan si los lectores están realmente preparados para olvidar el tacto de las páginas de un libro y empezar a leer novelas en una pantalla de seis pulgadas.

Los primeros intentos de popularizar los lectores de libros electrónicos llegaron a finales de los noventa con RocketBook y SoftBook Reader, dos inventos que pasaron sin pena ni gloria porque resultaban incómodos para el lector y ofrecí­an una muy escasa oferta de tí­tulos.

Más éxito han tenido lanzamientos recientes como el Reader de Sony, a la venta desde hace un año, que utiliza una nueva tecnologí­a que hace mucho más agradable la lectura en su pantalla.

Aunque Sony no ha hecho públicas cifras de ventas, su éxito ha debido de ser al menos aceptable, pues el grupo lanzó el pasado octubre una nueva edición al mismo precio -300 dólares en EE.UU.- y con nuevas funciones.

En el sector editorial, un negocio que mueve unos 35.000 millones de dólares anuales, tanto las editoriales como los minoristas se están preparando para una posible era "post-Gutenberg" y han aumentando su oferta de libros digitales.

La editorial Random House, por ejemplo, proyecta ofrecer unos 6.500 tí­tulos en formato digital para el próximo año, casi el doble que en la actualidad.

Por su parte, Barnes & Noble, la primera cadena de librerí­as de EE.UU., ha anunciado que ofrecerá en su página de Internet el texto í­ntegro de una buena parte de sus tí­tulos a la venta y no descarta desarrollar, incluso, un lector de libros digitales propio.

Si estos lectores se popularizan, ¿cuál serí­a el futuro de las editoriales en un mundo de libros digitales baratos y fáciles de descargar de la web?

En contra de lo que pueda parecer, muchos expertos creen que aparatos como Kindle abren muchas oportunidades para estas empresas.

Según el propio Bezos, los ciclos editoriales se acortarí­an porque no serí­a necesario imprimir fí­sicamente los libros y los costes bajarí­an.

Ello permitirí­a reducir los precios -una de las principales quejas de muchos lectores- y animar a más gente a leer. Solo un 57 por ciento de los estadounidenses leen al menos un libro al año y este porcentaje es cada vez más bajo.

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