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A partir de ahora se llamará José Zuccardi, en reconocimiento al actual director de la bodega. Mantendrá su “corazón” de Malbec y seguirá siendo de Uco
07/10/2017 - 00:08hs
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Según detalló Sebastián Zuccardi, avanzar con el cambio de identidad de un vino clave dentro del portfolio de la bodega, no fue algo sencillo.

“Al principio no todo el mundo se puso contento”, reconoció.

“La discusión fue brava, pero no me importó. Siempre estuve convencido de que lo que íbamos a construir iba a ser superior a lo que veníamos haciendo. ¿Por qué? Porque en nuestra familia, cuando hablamos de vino, hablamos de gente y lugar. Y nuestros vinos llevan ese mismo mensaje. Por eso, lo que necesitaba era contar la historia de lo que nos pasó y qué mejor manera que hacerlo de este manera”, agregó el enólogo.

El cambio no fue sólo a nivel nombre e imagen. También significó la coronación de un camino de evolución y aprendizaje:

• La primera añada, la 2005, estaba conformada por Malbec y Tempranillo de la zona de Maipú.

• La 2006 incluyó por primera vez Malbec del Valle de Uco, más precisamente de La Consulta, que aportaba jugosidad y volumen.

• La cosecha 2008 significó un gran cambio porque no sólo se trató de la primera añada 100% de Uco sino porque el Malbec ganó peso en el corto y se reemplazó el Tempranillo por un Cabernet Sauvignon de Gualtallary. La razón está en que el enólogo sentía que el Tempranillo aportaba más la impronta de la variedad y no era el mejor vehículo para mostrar las características del lugar.

• La añada 2010 coincidió con el inicio del área de investigación y desarrollo en la bodega y fue, según Sebastián, “el año en que empezamos a hablar de frescura”. Además, comenzaron a trabajar con huevos de concreto. En el corte, el Malbec seguiría ganando presencia, con un 87% del total, mientras que el 13% restante era Cabernet Sauvignon.

• La 2013, que es la que se está lanzando en estos momentos ($880 sugerido en vinotecas), es la que llega con el cambio más importante de todos: abandona el nombre Serie Zeta y pasa a llamarse José Zuccardi.

Según detalló el propio Sebastián Zuccardi, “es un vino de Altamira y Gualtallary, pero no queríamos sólo calcáreo. Queríamos equilibrio y balance”.

¿Qué propone este vino?: la búsqueda del enólogo se plasma en el resultado final: su paleta es fresca, con mucha fruta roja en alta definición, toques florales delicados y una madera que pasa desapercibida, gracias a la crianza en toneles grandes y concreto. En boca lo que prima es la frescura. Pero esto no ya entendido como los típicos vinos mordientes de “Gualta”. Aquí hay una frescura más armónica que vertiginosa. El leve toque de Cabernet Sauvignon alcanza para sumarle unas piezas a la columna vertebral, sin perder de vista que es un vino jugoso y bien bebible, con ese pulso tan dócil de Altamira.

Conclusión: vino en sintonía con la tendencia actual pero concebido para perdurar.

“Pasaron muchas cosas, pero creo que lo mejor está por venir. Hay un cambio de paradigma y la nueva generación es importante. Creo que estamos en un camino de psocionamiento de la calidad de nuestros vinos que es inédito. Nunca pusimos tanto en valor a la vitivinicultura argentina como lo estamos haciendo ahora”, concluyó José Zuccardi, presidente de la compañía y, desde ahora, el nombre de un vino que marca un nuevo punto de inflexión en la historia de la bodega.

Por J.D.W. - Editor Vinos & Bodegas iProfesional