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Bodegas tuvieron el primer mano a mano con Kulfas: retenciones, reintegros y promoción de exportaciones, al tope de la agenda

La presidenta de Bodegas de Argentina, Patricia Ortiz, anticipó a iProfesional los temas que el sector vitivinícola comenzará a trabajar con el Gobierno
13/12/2019 - 06:55hs
Bodegas tuvieron el primer mano a mano con Kulfas: retenciones, reintegros y promoción de exportaciones, al tope de la agenda

La industria vitivinícola está cerrando un año definitivamente complejo. La presión impositiva, en niveles récord, el alto costo del crédito y el elevado stock de vino que permanece en tanques, sin poder rotar, hace que el sector en general esté enfrente de una situación de estrés financiero.

A esto se suman otros factores, propios del mercado, como la caída del consumo doméstico, que acumuló una baja del 20% en la última década. 

Es en este contexto en el que Bodegas de Argentina ya tuvo su primer encuentro mano a mano con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.

Durante la reunión, los representantes de la entidad llevaron una agenda con los temas prioritarios para el sector, comenzando por la presión impositiva, además de otros puntos clave para el corto plazo, como la posibilidad de incrementar los esfuerzos para promover el vino argentino en los mercados internacionales.

"Quedamos gratamente sorprendidos. Fue un encuentro muy positivo en el que ambas partes hablamos el mismo idioma. Vimos mucho interés por parte del Gobierno en el desarrollo de las economías regionales en general y en el sector vitivinícola en particular, así como mucho interés por potenciar las exportaciones", destacó la titular de la entidad, Patricia Ortiz, en diálogo con iProfesional.

Luego de este encuentro clave para esta rama de actividad, está prevista una segunda reunión, con fecha a confirmar, a la que –según les adelantó el propio Kulfas-, se sumarán funcionarios de otras áreas, como Cancillería.

Patricia Ortiz, presidenta de Bodegas de Argentina 

Presión impositiva, clave

Durante el encuentro, los representantes del sector vitivinícola le mostraron a Kulfas la altísima carga impositiva que padece el sector: "De cada 100 dólares que se queda la bodega, el Estado se lleva 106 dólares. Es la presión tributaria más alta del mundo para la cadena vitivinícola. En ninguna otra parte existe un nivel tan elevado", alertó.

De modo que las empresas nucleadas en la entidad le llevaron el mensaje de que el sector no puede sufrir una mayor presión impositiva. "Estamos al límite", agregó Ortiz.

Las bodegas actualmente tienen retenciones del orden de los 4 pesos por cada dólar exportado. Es cierto que se fue licuando y hoy equivale a una alícuota de entre el 5% y el 6%. Por eso, el sector no está planteando una reducción o una quita de los derechos, pero sí evitar una suba, dada la pesada mochila impositiva que ya deben arrastrar.

El otro tema está vinculado con los reintegros, que no llegan en tiempo en forma, agravando los problemas financieros de las empresas.

En paralelo, Bodegas de Argentina también llevó a la mesa la necesidad de potenciar las exportaciones. "Creemos que para poder vender más en el exterior se necesita más promoción", aseguró Ortiz. 

En eso, las compañías que colocan vinos en mercados internacionales y el Gobierno apuntarían a un mismo objetivo.

De hecho, el propio presidente Alberto Fernández, en su discurso de asunción, afirmó que había instruido al ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Solá, para que "se ocupe de algo que la Cancillería poco se ocupó, que es el comercio exterior".

"Quiero que las embajadas se preocupen de vender y poner nuestros productos en el mundo", afirmó el jefe de Estado.

En cuanto a la competitividad cambiaria, Ortiz afirmó que hoy no es un problema para el sector y que está en buenos niveles. "El tema es la inflación, que impacta en los insumos y en los costos laborales", afirmó.

Como contrapartida, el consumo interno –que está amesetado en torno a los 18 litros per cápita- no permite subas de precios que posibiliten recuperar rentabilidad.

"Es muy difícil para el sector subir los precios. Hoy, si se mira una góndola, se encuentran precios que son irreales y que no reflejan los costos productivos. El problema es que, al haber una competencia tan grande y un consumo amesetado, el que realiza un incremento hoy sale de la góndola", agregó.

Otro punto es que preocupa al sector es una inminente crisis logística, como consecuencia del alto costo financiero.  

"Con la caída del consumo interno, venimos con mucho excedente de vino, que es uno de los problemas estructurales", sostuvo.

"Las bodegas hoy están llenas de vino", agregó. El problema es que, poco a poco se va acercando la fecha de la cosecha. Y lo que siempre suelen hacer las bodegas en esta época del año es comprar botellas, sacar el vino de los tanques y llevar las botellas a cámaras frigoríficas. Con los tanques liberados, recién ahí pueden recibir la nueva cosecha de uvas.

"Pero las botellas se tienen que pagar a 30 días y no hay financiación. Y el tema es que cuando hay que cosechar la uva no se puede posponer, hay que hacerlo. Eso implica que no se podrá liberar espacio. Entonces estamos ante una crisis que puede ser importante. Hay preocupación", señaló la directiva.

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