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Catena Zapata busca sorprender con un Pinot Noir de la "vieja escuela"

La última gran apuesta de Alejandro Vigil consiste en un vino diferente, que poco tiene que ver con los "Pinot modernos"         
04/11/2010 - 05:09hs
Catena Zapata busca sorprender con un Pinot Noir de la "vieja escuela"

Una de las figuras más interesantes de la industria del vino a nivel local es, sin dudas, Alejandro Vigil.

Apasionado y transgresor, el chief winemaker de Catena Zapata es capaz de decir, sin reparos, que en su círculo de trabajo nadie lee libros de vitivinicultura y que, en cambio, sí se fomenta la lectura de autores como Julio Cortázar.

¿La razón? Esto ayuda a la imaginación y, a su entender, ésta es una de las claves indispensables para lograr buenos vinos.

En este contexto, Vigil tiene un as bajo la manga, un vino "mimado" se que viene gestando desde hace casi siete años y que en breve saldrá a la luz.

Se trata de un Pinot Noir de la "vieja escuela", cosecha 2003, que se comercializará bajo la línea D.V. Catena a un precio que rondará los $120.

Se trata de una partida bastante exclusiva, dado que apenas se elaboraron 3.000 botellas, y está pensada sólo para el mercado doméstico.

¿Qué tiene de particular este vino? Que está elaborado, nada más ni nada menos, bajo los estándares de los antiguos y clásicos Pinot y, según su propio creador, tiene un potencial de guarda de 20 años -"o más", aclaró-.

Buscando la esencia
En diálogo con este medio, Vigil destacó que "para lograr el gran Pinot que queríamos, nos encerramos con los enólogos hace años a degustar distintos vinos. Abrimos Pinot viejos, borgoñeses, de la década del ´70, que representan fielmente esa idea del Pinot clásico, con capas de sabores".

"Una vez que dimos con el concepto, lo elaboramos y lo embotellamos y así permaneció esperando en las cavas", sostuvo.

Vigil agregó que "la idea era sacar algo distinto al mercado. No queríamos caer en lo mismo de siempre, hay batallas que ya no me interesan".

"Esto es completamente distinto, otro producto, un concepto que ya no existe en el mercado y que recuperamos: el viejo Pinot argentino", se entusiasmó, aunque reconoció que "ha sido muy difícil explicarle a la gente que el Pinot no tiene que tener tanto color".

Vigil destacó que la clave de la "receta" para obtener un vino de esas cualidades consiste en que no madure más allá de lo conveniente, con extracciones controladas trabajando a baja temperatura sólo con hundimiento de sombrero, mezclando los clones e intentando mantener una gran acidez natural.

Por último, el toque final se logra teniendo paciencia en botella.

A la hora de enumerar los descriptores, el enólogo destacó que "aparecen los frutos negros sobre las frambuesa y demás frutos rojos pequeños. Muy fresco, con gran concentración pero muy bien disimulada por la delicadeza y elegancia, atributo que prefiero por encima de cualquier otro descriptor sobre todo en un Pinot. Pero lo más destacable es la textura de sus taninos presentes pero sedosos y con un grano fino único".

Clásico versus moderno
Cuando se le pidió trazar diferencias entre el "viejo" y el "nuevo" Pinot, destacó que "en mi caso, elaboro grandes Pinot modernos. En ellos la concentración, la madera y la dulzura juegan papeles fundamentales. En este Pinot lo principal es la elegancia, las frutas balanceadas y un soporte ácido tánico importante.

En este contexto, Vinos & Bodegas le preguntó qué era lo que más le gustaba de este Pinot "vieja escuela", a lo que respondió: "Tiene varios aspectos importantes, el tiempo en botella antes de sacarlo al mercado es algo muy interesante, esa complejidad en este tipo de vinos es fundamental para disfrutarlo. Son de las primeras microvinificaciones que realizamos, trabajando con la fermentación en recipientes de 500 litros y barriles de 225 litros, otro aspecto destacable. También, el trabajo que se realizó y se realiza para preservar la fruta durante la fermentación y guarda. Lo gratificante de largar al mercado un vino de 8 años de edad y, sobre todo, que el Pinot Noir personalmente me alegra la vida al tomarlo".

De cara al futuro, adelantó que su proyecto se enriquecerá con sucesivas añadas.

En este sentido, Vigil declaró estar en la búsqueda de historias: "Cuando te quedás en el lugar, no hay una película de lo que estás haciendo. Al tener todas las cosechas, la idea es ver cómo evoluciona año tras año". Como una historia de Cortázar.

vinosybodegas@iprofesional.com