La muerte les sienta bien: el auge del turismo en cementerios
Aunque parezca paradójico, muchos cementerios ya no son hoy en día sólo lugares de congoja, donde familias o amigos se acercan a despedir a sus seres queridos.
Hoy, muchos de estos sitios donde descansan los cuerpos de la gente fallecida se han convertido en verdaderos centros turísticos, con recorridos guiados y tumbas de famosos o personajes célebres como principales atracciones.
Sin ir más lejos, en la Ciudad de Buenos Aires está el conocido Cementerio de la Recoleta, que es un paseo obligado de todos los turistas que se acercan a la capital argentina.
Allí descansan los restos de personajes célebres tales como Evita Perón (la tumba más visitada), el luchador de catch Martín Karadagián, los ex presidentes Raúl Alfonsín, Marcelo T. de Alvear, Julio A. Roca o Arturo Illia, entre otros (mirá el listado de jefes de Estado aquí).
También hay premios Nobel como Federico Leloir, escritores como José Hernández o Victoria Ocampo, médicos como Cosme Argerich o hasta misteriosos casos sin resolver como María Marta García Belsunce. (Mirá el listado completo de personajes célebres aquí).
Pero más allá de la larga lista de celebridades que allí se albergan, el cementerio de la Recoleta es ampliamente conocido por los múltiples mitos, misterios e historias de amor que allí se encierran.
Uno de los ejemplos que atrae la atención de los visitantes es la estatua de una joven que aparece junto a su perro y debajo de la cual se puede leer un desgarrador poema escrito en italiano, en el cual el autor se lamenta y critica a la naturaleza por haberse llevado a esa muchacha tan temprano.
Se trata de la tumba de Liliana Crocciati, hija de un conocido peinador, pintor y poeta italiano que falleció en Innsbruck, cuando se encontraba en viaje de bodas.
"¿Qué convirtió la luna de miel en luna de hiel? Una avalancha rompió las ventanas de la habitación del hotel donde descansaba y quedó tapada por la nieve, que con su peso le produjo la muerte por asfixia", explicaron desde el Cementerio.
Por eso, en la escultura realizada en bronce se ve a Liliana vestida con su traje de novia, su anillo de compromiso y su querida mascota, un perrito llamado Sabú (foto superior derecha).

Pero, tal vez la leyenda más difundida sea la de la Dama de Blanco. Se dice que un joven encontró una noche a una muchacha muy bella y pasó con ella una velada espléndida. Como ella tenía frío, él le prestó su saco. Respecto de lo que sucedió después hay dos versiones:
- por un lado, algunos afirman que la dejó en su casa y, cuando fue a recuperar el abrigo al día siguiente, la familia le informó que la joven había muerto hacía tiempo y que estaba en la Recoleta. Cuando fue al lugar, encontró su saco sobre la bóveda.
- Para otros, la dama de blanco salió corriendo hacia el cementerio una vez terminada la cita. El joven la siguió pero la perdió entre las tumbas. Finalmente, halló su campera y debajo, la placa con el nombre de su compañera.
Se dice que la identidad de esta muchacha es Luz María García Velloso, quien murió en 1925, a los 15 años, de leucemia.
Su bóveda se encuentra a la derecha de la avenida principal de la Recoleta, donde hay una estatua yacente de una criatura de pecho plano, muy hermosa, muerta en su lecho. Se dice además que la madre, desesperada, durmió durante meses a los pies de la imagen, en un pequeño espacio detrás de las rejas.

En cuanto a las historias de amor, allí se albergan varias. Una de las más conmovedoras es la de Elisa Brown, hija dilecta del almirante irlandés, quien esperaba el regreso de su comprometido, el comandante Francis Drummond, que luchaba contra el Imperio del Brasil a las órdenes de Brown. Sin embargo, él falleció en la batalla de Monte Santiago, en los brazos del almirante.
El marino se vio obligado a transmitirle la triste noticia a su hija de 17 años y le entregó el reloj de su prometido, tal como había sido su último deseo. Sin embargo, parece que el hecho fue muy duro para la joven como para poder soportarlo. Por eso, decidió sumergirse en las aguas del Río de la Plata (algunos dicen que con su traje de novia) para reencontrarse con el alma del que debiera haber sido su marido.
La lista de historias y mitos es larga. Algunas las relata el Cementerio en su página oficial y otras pueden encontrarse en un blog de la Recoleta.
Para recorrer este sitio, hay tours guiados gratuitos. Si no, se pueden adquirir libros guía en la entrada.
http://www.youtube.com/watch?v=SF63b__XHA0&feature=youtu.be
Otras experiencias en el mundo
La tendencia que es clara en la Recoleta no es exclusiva de la argentina. De hecho, es una tendencia que se repite en varios lugares del globo.
Varios cementerios de Estados Unidos de notable valor histórico recurren a tours guiados, cenas y conciertos de moderado costo como fuentes de ingresos para restaurar, o incluso mantener, su deteriorada infraestructura.
En esta "industria del más allá" , en la que los vivos financian el bienestar de los muertos, participan camposantos como Green Wood, Oakwood y Woodlawn, en Nueva York, y Laurel Hill, en Filadelfia, uno de los pocos de Estados Unidos que forman parte del Patrimonio Histórico Nacional de ese país.
Laurel Hill, donde descansan los restos de seis pasajeros del Titanic y 39 generales de la Guerra Civil, revive con nostalgia su época dorada de mediados del siglo XIX, cuando unas 30 mil personas al año se paseaban o tomaban la merienda por sus predios.
Aunque todavía hay quienes van a pasear o a tomar fotos en sus extensas áreas verdes y avenidas, algunos prefieren pagar por un recorrido guiado por los sepulcros más famosos, o escuchar anécdotas y relatos históricos durante una sobremesa.
De hecho, uno de los eventos más populares que organizó históricamente este lugar fue "Titanic", celebrado para conmemorar los 95 años del legendario desastre marítimo, y que consistió en una cena de u$s75 con el mismo menú de nueve platos de la última cena servida en el barco.
Asimismo, en mayo del 2007, el cementerio organizó un tour -a un costo de u$s15 por persona- por las tumbas de los republicanos que durante más de cien años ejercieron el control en Filadelfia, en el que expusieron tanto sus logros en materia de derechos civiles como su "pasado oscuro" .
Los eventos son parte de una amplia campaña de publicidad, cuya consigna es: "Somos más que un cementerio".
Y, en efecto, los cementerios son como museos al aire libre, con largos pasillos donde cada tumba encierra una historia.
Pero lo que hoy se considera "turismo de cementerio" es noticia vieja para el de Green Wood, en el neoyorquino Brooklyn, en cuyas ornamentadas tumbas de estilo victoriano yacen figuras como el artista Jean Michel Basquiat y el compositor Leonard Bernstein.
Fundado en 1838 como el tercer cementerio rural de Estados Unidos -actualmente, el más grande e importante de Nueva York-, el Green Wood era la principal atracción turística hacia mediados del siglo XIX, cuando arrastraba unos 500 mil visitantes por año.
Green Wood organiza tours guiados a un costo módico por persona, pero con la expectativa puesta en que la iniciativa atraiga donaciones sustanciales.
Otro cementerio de Nueva York, Woodlawn, en el Bronx, ofrece cada primavera su serie de conciertos "Tributo a los Grandes del Jazz", en honor a su huésped más célebre, el maestro del jazz Duke Ellington, además de sus tours, a un costo de u$s10 por adulto.
Similarmente, el cementerio Oakwood, en Troy (Nueva York), donde yace Samuel Wilson, el creador del "Tío Sam" (ícono de EE.UU.) organiza usualmente comidas o eventos, además te tener populares tours como "Un soldado de cada guerra", donde un historiador militar hace un recorrido por las tumbas de soldados que participaron en cada guerra norteamericana.
Pero este cementerio es mejor conocido por una controvertida estrategia de recolección de fondos, que consistió en la publicación de un calendario en el que aparecieron figuras de la alta sociedad de Troy que posaron con poca ropa en el camposanto, indicó EFE.
Cruzando el Atlántico, en la capital de Francia, París, se puede visitar el cementerio más famoso del mundo: Le Pere-Lachaise.
Es considerado el más grande de la ciudad y se destaca por albergar los restos de grandes personalidades del mundo como el poeta y dramaturgo Oscar Wilde, autor del Retrato de Dorian Grey; el novelista francés Honore de Balzac; el dramaturgo y actor francés Moliere, el compositor galo de música clásica Chopin; la cantante francesa Edith Piaf; Víctor Hugo, autor de Los Miserables y de Nuestra Señora de París; el escritor de En busca del tiempo perdido, Marcel Proust; y hasta el cantante de The Doors, Jim Morrison, entre otros.
Otros cementerios que gozan de gran fama mundial son el Cementerio de Praga, el de Estambul en Turquía, el Cristóbal Colón en La Habana y el Cementerio Nacional de Arlington en EE.UU., entre otros destacados.
Las estrellas tienen su propio cementerio
En tanto, para los fanáticos del cine y de las estrellas tal vez les interese saber que Hollywood tiene su propio cementerio: el Forest Lawn Memorial Park de Hollywood Hills, localizado cerca de algunos de los estudios más conocidos.
Recientemente fue enterrado allí el ídolo del pop Michael Jackson, pero también se hospedan allí grandes leyendas como Humphrey Bogart, Bette Davis, Dorothy Lamour, Sandra Dee, Buster Keaton, Robert Aldrich, Tex Avery (creador de personajes de la Warner Bros como Bugs Bunny y el Pato Lucas), Bob Keane (creador de Batman) o Lucille Ball ('I love Lucy'). También es la última morada del actor David Carradine, recientemente fallecido.
El cementerio puede ser visitado por cualquiera que hasta allí se acerque sin ningún tipo de restricción, sin embargo tiene como política no facilitar la localización de las tumbas a los turistas.

Por su parte, el Forest Lawn Memorial Park de Glendale, del que es filial el anterior y en el que están otras lápidas de grandes íconos del cine clásico, es conocido como una atracción más de Los Ángeles y se llena a diario de turistas, mitómanos y curiosos.
Es aquí donde está enterrado Walt Disney, y aunque la leyenda insista en que está criogenizado, la realidad es que el creador de la fábrica de los sueños infantiles descansa en su panteón familiar desde el 1966, en un pequeño jardín privado del Forest Lawn de Glendale.
Asimismo, los restos de muchos célebres personajes yacen en zonas privadas del cementerio que no se abren al público.
James Stewart reposa en este cementerio junto con colegas de profesión como Robert Taylor, Errol Flyn, Chico Marx, Alan Ladd, Carol Lombard, Mary Pickford, David O. Selznick o Spencer Tracy, sólo por mencionar algunos. (Mirá todas acá).
Al margen de estos dos famosos cementerios, el blog Hollywood Confidencial repasó donde se encuentran enterradas otras estrellas de Hollywood:
- Marilyn Monroe: la malograda actriz está en el Westwood Memorial Park de Los Ángeles (California, EE.UU.)
- Bruce Lee: descansa en el cementerio de Lake View de Capito Hill, Seattle, Washington.
- James Dean: fue enterrado en el cementerio de Fairmount, Grant County (Indiana, EE.UU.)
- Rita Hayworth: su cuerpo está en Holy Cross Cemetery de Los Ángeles (California, EE.UU.)
- Mario Moreno 'Cantinflas': sus restos están en la cripta familiar de la familia Moreno Reyes en la Ciudad de México.
- Charles Bronson: su tumba se encuentra en el cementerio de Brownsville, en Vermont (EE.UU.)
- John Candy: la lápida con su nombre está ubicada en Holy Cros Cemetery de Los Ángeles (California, EE.UU.)