Esquel, una ciudad que también vale la pena visitar en el verano

Cuando se escucha la palabra Esquel, sin dudas una de las primeras imágenes que aparecen en la mente es el esquí. Es por eso que muchas veces se asocia este destino al invierno.

Y si bien es cierto que es un lugar ideal para viajar cuando hay nieve, también es verdad que es una localidad "distinta" en el verano, con múltiples opciones para los turistas.

De hecho, hay algunas propuestas que sólo se pueden realizar cuando la temperatura es más cálida. Y los paisajes llenos de verde son también un deleite para los sentidos. (Cabe aclarar que la ciudad no se vio afectada por las cenizas del volcán chileno Puyehue).

"Hasta hace poco, Esquel era un destino conocido sólo por La Hoya, La Trochita (que tiene la cuestión mística y de tradición del tren) y el Parque Nacional Los Alerces", explicó la secretaria de Turismo de esa localidad, Florencia Aversa, quien presentó recientemente en Buenos Aires algunas de las mejores opciones para el verano.

Aversa destacó que por mucho tiempo la ciudad fue considerada como una ciudad de paso, algo que progresivamente se está intentando cambiar.

"Por eso resaltamos los distintos atractivos que tenemos, que tienen tantas cosas para hacer que cada uno amerita varias visitas", agregó y destacó que la ciudad creció mucho en los últimos años en términos de servicio (posibilidades de contratar excursiones, dormir, comer...).

¿Qué hacer en verano?
Sin dudas, el Parque Nacional Los Alerces -con sus 263.000 hectáreas- es uno de los imperdibles, tanto en invierno como verano. Su ícono es el alerzal milenario, que está postulado para ser declarado Patrimonio Universal de la Humanidad.

Allí hay varias excursiones que se pueden contratar, que permiten realizar actividades que van desde la navegación hasta el senderismo. (Conozca una lista completa con los precios de la temporada 2012 aquí).

A continuación, algunas de las opciones más destacadas de Esquel, tanto dentro como fuera del parque:

1. Un gran -e imperdible- desafío es hacer la travesía por el glaciar colgante del cerro Torrecillas, en el Parque Nacional Los Alerces (el costo es de $450 por persona, aproximadamente).

De la mano de guías, se navega desde Puerto Chucao por el brazo norte del lago Menéndez, para llegar al pie del imponente Glaciar Torrecillas.

Durante el recorrido, que tiene parte que se hace a pie y parte navegando, se puede acceder a distintos puntos panorámicos, desde donde se pueden observar las cumbres rodeadas de bosques. Y, si acompaña la suerte, se puede llegar a escuchar alguno de los desprendimientos que dan origen a los bloques de hielo que luego flotan en la laguna Del Antiguo.

"Esta es una excursión de día entero y conlleva más o menos una hora y media de trekking, en el que se atraviesa un cañaveral, un bosque joven y se va ascendiendo hasta que llega un momento en el que te das vuelta ves la majestuosidad del parque, que marca lo que fue el paso del glaciar", describió Aversa.

Esta es una de las excursiones que, por un tema de demanda, no se realiza en invierno. En general, se almuerza en la lancha y durante el camino, la empresa a la que se le contrató la excursión brinda algún refrigerio, frutas secas o barras cereal.

Si bien requiere de cierto estado físico, la secretaria de Turismo de Esquel consideró que un "nene de seis años lo puede hacer si está acostumbrado a andar".

2. Otra maravilla que ofrece esta ciudad son los túneles de hielo. Se puede llegar a ellos en 4x4 y con una breve caminata.

Los vehículos llevan a los turistas hasta las laderas del cerro La Torta, para luego continuar, a pie, hasta la cumbre donde se presentan estos túneles de agua congelada.

"Son formaciones de nieves eternas que se descongelan desde adentro cuando sube temperatura. La excursión sale desde Esquel y se puede ingresar unos metros en ellos. Hay una cascada muy linda también", aseguró Aversa.

Se los puede visitar entre diciembre (cuando se despeja la nieve) y marzo, por $240 por persona.

3. Si el deseo es extremar la adrenalina, el circuito de canopy puede ser una buena opción. Esta experiencia deportiva por el bosque andino patagónico permite recorrer y conocer los entornos naturales desde otra perspectiva: desplazándose con un arnés entre los árboles, entre plataformas aéreas situadas en las copas.

Esta aventura se realiza cerca de la laguna Terraplén, a la vera de la ruta 71, se presenta un bosque de maitenes y cohiues que alcanzan los 30 metros de altura.

La tarifa, por persona, es de $120 y permite realizar un recorrido verde de 2 kilómetros (los tramos entre plataformas son de aproximadamente 400 mt y hay zonas donde se alcanzan 100 mt de altura).

"Es uno de los canopy más extensos de Argentina y está cerca del Parque Nacional, por lo que uno se puede desplazar viendo ese hermoso paisaje desde el aire", aseguró Aversa.

4. Otra posibilidad es hacer una cabalgata. Y, en este sentido, un imperdible es el ascenso nocturno al cerro La Cruz: a poco de iniciar el recorrido, el sol se esconderá y los paisajes que se conocieron durante el día serán reemplazados por las luces de la ciudad.

Para hacer este recorrido hay que aprender a confiar en la naturaleza ya que, una vez que la oscuridad es total, hay que dejarse guiar por el olfato y la intuición del animal.

Asimismo, de la Chacra Los Álamos se hacen salidas para toda la familia, por $75 la hora. Éstas se pueden realizar por la zona de Valle Chico, Nahuel Pan y Cholila, en tiempos y recorridos que oscilan desde trayectos de una hora hasta travesías de varios días.

5. Esquel está rodeada de ríos y lagos, por lo que los amantes de la aventura podrán optar por diferentes actividades al aire libre. Una de ellas es el rafting por el río Corcovado, con diferentes niveles de dificultad (clase II-III).

Según la experiencia y la edad de los visitantes, y el grado de dificultad que se atrevan a enfrentar, se podrá elegir entre diferentes sectores del río: los más experimentados, no deben dejar de desafiar las corrientes del río Futaleufú (clase IV-V).

Además de convertirse en protagonistas del viaje, los novatos pueden aprender técnicas que podrán aplicar en otros circuitos.

Esta actividad es la indicada para quienes deseen no sólo mojarse un poco, si no conocer con mayor detalle los secretos del Parque Nacional los Alerces. Y los precios parten desde los $250 aproximadamente.

6. El kayak también invita a disfrutar de la excursión a Piedra Parada, ubicada a 150 kilómetros al este de Esquel.

Con un costo que parte desde los $200, se puede apreciar un programa que comienza con una flotada por el río Chubut y continúa con un almuerzo al aire libre, rodeado por espectaculares arboledas y montañas, para emprender luego trekking por los magníficos cañones que marcan el carácter del paisaje.

No hace falta saber nadar, ni remar, por lo que esta actividad es ideal para el público en general.

7. Destino de pesca por excelencia, gracias a la privilegiada combinación de diversidad paisajística y calidad de ejemplares, Esquel es el lugar ideal para practicar pesca con mosca (fly-fishing).

La temporada, que va desde el 1 de noviembre hasta el 1 de mayo de 2012, reúne a pescadores de la Argentina y de todo el mundo, quienes reservan al menos una semana de sus vacaciones para disfrutar de una experiencia a orillas de la cordillera de los Andes.

Pescar con la compañía de los guías habilitados por la provincia de Chubut y por Parques Nacionales garantiza la clara orientación de quienes conocen y, muchas veces, cuentan con equipamiento que optimizan las salidas.

Según relata Julio Esteban Oszust, guía de pesca miembro de la Asociación de Guías de Pesca del Chubut, Esquel posee una gran variedad de ambientes de lagos y ríos con caudal bastante estable.

Las salidas, que cuestan alrededor de $1.200 (para dos personas, un día completo), deben hacerse en días soleados, para aprovecharlas al máximo.

8. Otro de los itinerarios imperdibles es el Viejo Expreso Patagónico -o mejor conocido como La Trochita-, que avanza por su trocha de sólo 75 centímetros hacia Nahuel Pan, la comunidad aborigen que espera la llegada de los turistas para exhibir variedad de productos autóctonos: tejidos de lana pura, artesanías en metal, cuero, piedra, madera y cerámica, a la vez que visitar la Casa de las Artesanas y el Museo de Culturas Originarias.

Una vez instalados en sus vagones de madera, comienza un viaje en el tiempo, en el que bandidos de antaño parecen acechar a los viajeros, que escuchan las historias al calor de las salamandras.

Las tarifas para mayores es de $100, mientras que para jubilados y estudiantes es de $65, y $45 para menores (entre 0 y 5 años, no pagan).

9. Para los amantes del buen comer, las opciones gastronómicas también destacan. En la ciudad hay 20 restaurantes y opciones muy variadas (conocé el detalle aquí).

Pero también se puede apreciar la mejor cocina galesa en Trevelin, conocido como "el pueblo del molino".

"Los primeros colonos de la zona vinieron desde la costa y llegaron a cordillera, donde se transforman en molineros y adaptaron la tradición galesa a los ingredientes de la zona", explicó Aversa.

Y agregó: "El molino más importante es el Andes, donde funciona el museo histórico. Y cerca, camino a límite con Chile, hay una reproducción de un molino harinero, donde se cuenta toda la historia de los galeses y se puede ver el proceso por el cual se hace harina que una casa de té galesa del lugar usa para el pan negro".

En otras palabras, las opciones son múltiples y variadas. La mejor manera de encontrar cuál es la preferida de cada uno es, sin duda, arriesgarse y probarlas.