• 20/12/2025
ALERTA

Nicole Neumann: "Estoy pasando el mejor momento de mi vida"

En una entrevista con la Revista Tendencia, la modelo habló sobre su vida familiar, sus hijas, su trabajo y su amor por los animales. Conocé los detalles
23/01/2012 - 17:47hs
Nicole Neumann: "Estoy pasando el mejor momento de mi vida"

Llega a la sesión de fotos con cara de sueño. Y el motivo es altamente motivador: Allegra, su beba de casi un año, empezó con las pesadillas nocturnas y ella se pasó a su cama para consolarla.

El día de la nota, Nicole tenía un día de agenda completa: entrevista con Tendencia, más fotos para una campaña y, lo más importante, el primer acto de fin de curso de su hija Indiana, que actuaba de flor en su jardín de infantes.

Hace un año que Nicole fue mamá por segunda vez y podríamos decir que, sobre todo por elección, su vida gira en buena medida alrededor de sus dos hijas y su pareja, Fabián Cubero (N. de la R.: Fabián es futbolista, capitán del equipo Vélez Sarfield con la camiseta número 5).

TENDENCIA: Se nota que ésta es la familia con la que siempre soñaste...
Nicole:
-Desde los 15 años sueño con tener mi propia familia y tener hijos. Era mi sueño máximo. Ése y tener mi chacra.

-¿Por qué una chacra?
-Porque siempre soñaba con tener mi lugar para llevar a todos los perros que encontraba en la calle y, obviamente, mi mamá no me dejaba tener 30 perros en un departamento.

Después compré mi primera casita en Palermo y tenía problemas con los vecinos por la cantidad de bichos que metía.
Entonces, siempre decía: "Quiero tener un campito para llevar todos los animales de la calle que quiera..." . Esas eran mis dos metas.

image placeholder-Tu vida iba para otro lado: habías decidido un camino, una pareja y todo cambió de golpe...
-Sí, tal cual.

-Te dejaste sorprender...
-Soy una persona impulsiva. Todo lo que hago tengo que encararlo porque me gusta, lo siento y lo hago con amor; sino no, no puedo, me anulo, no me sale.

-Sin embargo, das la sensación de ser muy racional.
-Es que soy re racional, pero hasta cierto punto. Después de ese punto me domina el impulso y el corazón. Es más, las pocas veces que no le hice caso a mi intuición y a lo que sentía, me fue mal. Hubo personas en las que confié a nivel económico y me terminaron fallando. Y ya de entrada me decía: "Esta persona no me cierra pero, bueno, tal persona confía en él. Vamos para adelante".

Y me fallaron. Así que fui aprendiendo que cuando algo o alguien no me cierra, no hay nada que hacerle, no va a funcionar.

-Ya lo contaste varias veces, pero tu intuición funcionó muy bien cuando te cruzaste con Fabián en aquella producción fotográfica que ya es leyenda...
-Estaba con ruleros enfrente al espejo del vestuario de Vélez y comenzaron a entrar los jugadores que venían a hacer la producción conmigo y, no sé, lo vi y en el primer contacto de ojos... ¿viste cuando te corre algo por el pecho? Y dije: "¡Uy!, ¿qué paso?". Y ese día ya me fui pensando en él y me decía "Aquí hay algo que no está bien". Traté de esquivarlo un tiempo hasta que dije: "Aquí hay una fuerza mayor que indica que yo debo seguir este camino". Como siempre digo: por lo menos que yo sepa, vida hay una sola. Ojalá hubiera otra, pero no lo sé; así que hay que aprovecharla al máximo y ser feliz.

-Comenzaste tu carrera de modelo siendo muy chica y eso fue todo un debate, porque no era frecuente que una nena comenzara a modelar. ¿Sentís que eso te ayudó en tu carrera o te hizo quemar etapas muy de golpe?
-Para nada. La verdad es que en mi situación personal y tal como se me fueron dando las cosas, a mí me ayudó empezar tan temprano una carrera.

-¿Tuviste una infancia compleja?
-Sí, llena de inseguridades, un poco desprotegida. Y tuve la necesidad de irme pronto de mi casa. Así que trabajar desde chica me dio la seguridad y la fuerza para irme de mi casa, para no terminar de caer para el otro lado. Mis caminos eran dos: el peor o el mejor, mucha opción no había. Y, gracias a Dios, el trabajo me dio confianza en mí misma, me dio algo de lo que agarrarme para mantenerme en foco. Me dio fuerza y seguridad para luchar por las cosas que quiero.

-¿A qué edad te fuiste a vivir sola?
-A los 17 años. Pero no es que me dejaron, fue todo entre gritos y llamados de amenaza, pero cuando tomo una decisión es difícil que me hagan volver atrás. Un día dije "Me voy", llame al camión de mudanza, subí mi cama, mi ropa y a mis perros y me fui.

-¿A dónde, si eras menor de edad?
-Estaba de novia con un hombre diez años mayor que yo y me fui a su casa.

-Cuando uno tiene hijos, copia o repara en cosas de la propia historia. Ahora que por fin tenés tu familia, ¿te proponés cambiar la historia?
-Está la opción de negar las cosas y repetirlas o asumirlas y cambiarlas. Y, gracias a Dios, yo logré tomar el camino de asumirlas y cambiarlas, en cuanto a mi vida y en el proyecto de familia para mis hijas.

-Te pudiste reciclar a vos misma...
-Sí, pero fueron muchos años de terapia, de leer libros y libros, de fuerza mental, de trabajo sobre uno mismo. Hay que trabajar mucho para lograr cambiar las cosas que no nos gustan.

-Y cuándo pensás en la crianza de tus hijas, ¿tenés ideales o te manejás por lo que va pasando en el momento? ¿Lo conversan con Fabián?
-Lo charlamos mucho, porque me asusta ver que hoy a la gente le da más fiaca poner límites que no ponerlos.

image placeholder-Bien usada la palabra fiaca en esos casos...
-Es que sí, ¡es así! Te dicen: "Bueno, no le digo nada porque si no, lo tengo que andar retando todo el día...". Y yo creo que si es necesario retarlos todo el día, hay que hacerlo. Porque poner límites es parte del amor. Siempre digo que de los 15 para arriba ya no los parás, más por todo el acceso a la información. Por eso, conversamos mucho con Fabián y decimos que, aunque nos dé lástima, vamos a ponernos duros en determinadas cuestiones que son necesarias.

-¿Quién pone más los límites en casa? ¿Vos o él?
-Yo, olvidate (carcajadas). Lo que pasa es que para un padre con dos mujeres es muy difícil...lo dominan por completo, lo seducen constantemente, pero él es un padrazo. Algo en lo que también hago mucho hincapié es en las demostraciones afectivas. Es algo que a mí me faltó en mi casa y entonces dije: el día que tenga hijos no voy a parar de abrazarlos, besarlos y decirles te amo. Ese contacto físico es re importante. Así que estamos todo el día besuqueándolas y abrazándolas. Esas dos cosas son las que marcan nuestra filosofía a la hora de criar a nuestras hijas: límites y mucho cariño.

-¿Te fuiste a pasar Año Nuevo con tu papá?
-Sí, nos invitó al Caribe para estar con su esposa y mi media hermana, que tiene 9 años. La Navidad la pasamos en la costa con la familia de Fabián.

-Después de haber crecido sin él a tu lado, ¿ahora te sentís más unida a tu papá?
-Sí, él vino para el nacimiento de Allegra a principios del año pasado y ahora estuvo para mi cumpleaños y el de Indiana en octubre. Y ahora quería pasar una fiesta con nosotros.

-La vida te dio una revancha con él.
-Siempre digo que antes de conocerlo buscaba relaciones amorosas muy conflictivas. A partir de que lo conocí, en cambio, se me ordenaron todas las fichas en la cabeza y me dije: no quiero un hombre que me maltrate a mi lado. Y desde allí hubo un vuelco total, estoy en el otro extremo, no soporto ni media levantada de voz. En mi relación todo es con respeto, en armonía, las cosas se hablan. Me hizo muy bien reencontrarlo.

-Está bueno que hables del trato en una pareja. A veces las parejas no se toman un tiempo para pactar cómo tratarse en la vida cotidiana.
-No te voy a decir que no discutimos alguna vez, pero ya van a ser casi seis años juntos y te digo que no tuvimos peleas; apenas algunas discusiones contadas con los dedos de una mano. Tenemos una pareja re linda, afianzada, hermética.

-¿A qué te referís con hermética?
-A que nunca nada de afuera nos inmutó. Tenemos mucha confianza el uno en el otro.

-¿Le costó a él estar al lado de una súper modelo?
-Celos hay, pero nada del otro mundo. El otro día en el shopping lo veo raro y le pregunto por qué estaba tan alterado. Y me dice que había pescado a cuatro tipos mirándome la cola porque la pollera era transparente. A esta altura del partido, que se preocupe por esas cosas... Pero, bueno, no se puede pedir todo...(carcajadas).

-¿Es cierto que conociste a tu papá en un aeropuerto?
-Sí, porque estaba viviendo en París y me llamó porque quería venir a conocerme. Así que fui a buscarlo al aeropuerto.

-Y pudiste perdonarlo...
-Nunca tuve rencores con mi papá, porque no conocía la historia completa como para juzgar. Cuando lo conocí y escuché su versión de las cosas pude juntar un montón de información y sacar mis propias conclusiones. Nunca tuve rencores, al contrario, la sensación fue: ¡qué bueno que lo encontré y que hoy tengo a mi papá! Porque, por más que viva en la otra punta del mundo, si necesito algo levanto el teléfono y está. Es un placer...Muere por sus nietas. Cuando viene las saca a pasear, las duerme y me pide sacarme fotos con la beba dormida a upa. Es un placer...

-Tu hija Indiana ya aprendió a andar a caballo. ¿Te interesa que tus hijos vivan en contacto con la naturaleza?
-Sí, esa es otra de las cuestiones que tratamos de fomentarles: el amor y el contacto con la naturaleza. Cuando estamos con ellas, los planes son ir a la plaza, al puente a darles pan a los patos. Si estamos en el campo, ir a andar a caballo, a juntar huevos a la granja. Me gusta fomentarles esa parte y no que tengan el último jueguito y sentarlos en un sillón para que estén embobadas con esas cosas.

A Indiana probé llevarla a equitación, porque yo también empecé de muy chica, y le encantó. Incluso los días en los que llueve y se quedan en los boxes peinando a los caballos, ella no quiere irse de al lado de los animales.

-A lo mejor te vas a encontrar con que vas en contra de la corriente. Ahora los padres son tecno-adictos y sus hijos siguen sus pasos...
-Sí, pero elegí un colegio que hace mucho hincapié en la parte espiritual. No usan timbre, no tienen paredes entre divisiones para que aprendan que su libertad termina donde comienza la del otro, tienen huerta, mariposario... Los premios son ir a plantar una flor al jardín. Entonces, dentro de todo, los padres que mandan a los chicos a ese colegio siguen una línea parecida a la nuestra. Obviamente, no deja de tener buen nivel de inglés y todas esas cosas que necesitan para subsistir.

-¿Sentís ahora que esos vacíos que tuviste en tu infancia están compensados?
- Siempre quise ser madre porque necesitaba sentir ese vínculo incondicional, con alguien de sangre, que por ahí nunca lo sentí. Hoy lo tengo cumplido y lo siento a morir.

-Y con dos nenas...
-¡Siempre morí por las mujeres! Siempre soñé con tener mujeres; hora veremos si ir en busca del varón o no.

-Esa idea de adoptar que alguna vez contaste, ¿sigue en pie?
-También está e nmente ese proyecto, no sé si tendré otro o adoptaré o las dos cosas. Vamos a ir viendo.

-Recuerdo que cuando saliste a hablar de tus deseos de adoptar se tomó el asunto como algo frívolo.
-Cuando hace diez años yo salía a todas partes con mi perrita Luna todos comentaban: "¡Qué snob!" Y hoy andan todos con sus perritos de aquí para allá. La gente siempre está para hablar y criticar.

-Este año estuviste en el Bailando por un sueño con tu beba muy chiquita y no paraste más. ¿Cómo organizás tu tiempo para llevar adelante tu casa y tu carrera?
-Voy mucho poniendo las cosas en la balanza. Por ejemplo, si estuve todo un día en una campaña, al otro día me lo dejo libre para estar todo el día con ellas. Tengo un poco de eso que llamo culpa, pero por otra parte pienso que es así como tiene que ser. En los primeros años, durante la formación de su carácter, es importante estar presentes. Soy muy hincha con el tema de sus primeras comidas y sus primeros baños; siempre se los dí yo. Es más, ni hoy permito mucho que las bañen y ya Indiana tiene tres años. Me parece que son cosas muy importantes: llevarlos y traerlos del jardín, estar en los actos...

image placeholder-¿Te preocupa mucho su dieta?
-Sí, porque se las viro mucho al vegetarianismo. Entonces se las tengo que compensar bastante.

-Con pizarrón y todo, parecés muy organizada...
-Sí, y de las compras también me encargo yo. Estoy en todo (risas). Como puedo, pero ¡estoy en todo! Soy muy controladora, ése puede ser uno de mis defectos.

-Bueno, pero con hijas tan chiquitas no está nada mal llevar el control...
-¡Pero es que yo soy así en todos los aspectos de mi vida!

-Incursionaste en el baile y en el teatro de revista. ¿Hacia qué rumbo vas a perfilar tu carrera en el futuro?
-Voy a seguir modelando, pero también tengo ganas de hacer conducción en tele. Estamos cocinando un proyecto para canal de aire. Ya tengo un montón de campañas y desfiles para el año que viene. Igual mi carrera es muy del día a día. Apenas salí del Bailando, me ofrecieron un music hall muy interesante, pero sentí que no era el momento. Estaba muy cansada, ya que Allegra era muy chiquita. Hay un tiempo para todo.

-Nicole, vos tenés muchas facetas que a veces pasan desapercibidas y la gente conoce poco. Una de ellas es tu amor y compromiso hacia los animales. A veces se toma el tema como algo frívolo, pero vos no sólo hablás, sino que ponés el cuerpo y te ocupás de los animales abandonados. ¿Lo hacés en forma personal o armaste alguna fundación?
-Colaboro para varias asociaciones que protegen animales y hago campañas para concientizar sobre la adopción y para combatir la tracción a sangre. Y después, en mi casa, vivo con cuatro perros, dos gatos y una tortuga. Y en la chacra tengo treinta y pico de perros y como ocho gatos, más o menos.

Todos los que no se van pudiendo dar en adopción por viejitos o por secuelas de moquillo, a esos que nadie quiere, me los voy quedando. También van pasando cachorros que voy pudiendo ubicar. Ahora justo tengo tres cachorros para dar en adopción.

-¿Cómo llegan a vos?
-Los encuentro o me los llevan.
Justo entre hoy y mañana tengo que pasar a buscar una gata que ofrecía una gente que hace campañas por Twitter. Como le habían tenido que amputar una patita, la estuvieron ofreciendo mucho y yo veía que nadie la adoptaba. Me quedé con ese tema en la cabeza y al fin pregunté qué había pasado. Como nadie la quiso, me comprometí a adoptarla yo.

-Ponés tu casa y tu dinero para cuidarlos...
-Sí, ¡yo trabajo para los animales! Pero me parece que la frivolidad es no querer mirar para el costado. Que te gusten los animales y los quieras es un poco de conexión con la tierra, con la realidad de la vida; no me siento ninguna loca por decir que tengo treinta y pico de perros y hago algo por ellos. Como decía Einstein, me pregunto si la loca soy yo o son todos los demás.

-Es un tema importante. A veces la gente encuentra un animalito abandonado y no hay refugios para llevarlo. En la ciudad de Buenos Aires no está funcionando el hospital que podría ser de gran ayuda.
-Es un tema complejo. Si encuentro cachorros lastimados, los levanto. Pero a veces también tengo que hacer la vista gorda porque no sé cómo ocuparme de los que están peor.

-¿Te ayuda algún grupo de veterinarios o lo hacés todo vos sola?
-Sí, hay una veterinaria en Pilar con un grupo de chicas del country que colaboran mucho. Pagás un pensión y el alimento y ellos los cuidan, los llevan a la plaza Las Heras y los dan en adopción. Pero tampoco hay tanta gente que acceda a adoptar animales de la calle. Todos quieren el último perrito de moda, pagan fortunas por la raza de moda. No digo que esté mal; yo una vez me saqué el gusto con un Bulldog que quise y después con un Dogo de Burdeos, pero son dos de raza por treinta y pico que levanto. Hay que pensar un poco más, ser más solidario y conscientes.

Temas relacionados