• 18/12/2025
ALERTA

Liz Solari: "Me dejo guiar por mi instinto"

Se encuentra en plenitud laboral y personal. Se afianza como actriz en la televisión italiana y lanzó su marca de zapatos y ropa de cuero. Su fórmula
16/02/2012 - 20:44hs
Liz Solari: "Me dejo guiar por mi instinto"

Tiene una absoluta luz propia. Tal vez haber pasado tantos atardeceres en la casa de campo de su infancia en Rosario le haya moldeado ese carácter apacible pero a la vez entusiasta. Algo que en una mujer de ciudad puede transformarse rápidamente en acelere, en ella se traduce en alegría y motor encendido para generar proyectos.

Como toda persona de su generación, vive con el Blackberry siempre a mano. Pero Liz tiene un gran acuerdo con la vida: apostó a ella en el momento más difícil que le tocó atravesar y ahora la vida se lo devuelve con creces. Está cimentando su carrera de actriz y empresaria.

A continuación, un reportaje con la revista Tendencia:

TENDENCIA: -Pasaste casi dos años viviendo en el exterior. ¿Por qué? 
LIZ SOLARI: -Desde que tomé la decisión de dedicarme a la actuación, soñaba con la idea de irme un año a realizar un master de actuación en alguna parte del mundo. Pero era difícil elegir el momento para cortar con todo. Siempre tuve mucho trabajo y continuidad. Pero la vida me puso ante una situación en la que necesité parar y pensé: ¿qué mejor momento para realizar ese sueño que vengo postergando?

Elegí Londres porque me encanta Europa, especialmente esa ciudad tan cosmopolita... No sólo aprendés teatro en el curso, sino que todo lo que ves en la calle te llena y te va formando la cabeza. Hay museos, vida cultural. ¡Tantas tendencias salen de allí! 

-¿Te fuiste sola?
-No, convencí a una de mis amigas para que me acompañe y ¡lo logré! Alquilamos una casita en las afueras de la ciudad, cerca de una cancha de cricket.

-¿Cómo fue tu experiencia en esa escuela de teatro?
-Muy intensa. Tenía clases todos los días y casi todo el día, pero era lo que necesitaba y buscaba. También tomé clases de baile, sobre todo de técnicas de danza africana, y continué con mi entrenamiento de canto.

-¡No sos para nada fiaca!
-(Risas) Es cierto, no me gusta hacer fiaca; me gusta estar activa. Al baile lo descubrí gracias a mi participación en "Bailando por un sueño" y ahora no quiero perder el training. Tampoco quiero dejar mis clases de canto porque desde que protagonicé ¡Barbie Live! en el teatro, descubrí que puedo cantar y necesito entrenamiento.

-Siendo tan exitosa como modelo, ¿en qué momento decidiste dedicarte a la actuación?
-Mi participación en "Bailando por un sueño" tuvo algo que ver, porque fue como un quiebre para mí. Me popularizó, la gente me empezó a conocer y me aceptó.

Y, por otro lado, los productores me empezaron a ver también desde otro lugar. Se dieron cuenta de que podía bailar y les gustó como me manejé en las previas. Entonces empecé a recibir propuestas variadísimas; me llegaba de todo. Y como me venía preparando internamente para la actuación, me dije que ése era el momento de comenzar. Pero tenía en claro que iba a ser muy de a poquito. Me ofrecieron muchas cosas. Podía haber tomado para cualquier lado, dedicarme a ganar plata... Esos son momentos de mucha tentación, donde es importante bajar la info y pensar. Por suerte me tomo las cosas con mucha tranquilidad. Entonces elegí hacer una participación en High School Musical con Andrea del Boca, para ver qué pasaba. Tuve que tomar decisiones con tranquilidad.

-¿Cómo elegís cuál es el próximo paso en tu carrera? 
-Soy muy intuitiva. Cuando me hacen una propuesta, enseguida me pasa algo; es raro. Escucho mucho a mi instinto: eso es lo primero que hago. Porque cada vez que escuché a mi instinto ¡tuvo razón! Y cuando no le doy bolilla, me confundo.

También, obviamente, pregunto a gente en la que confío desde hace años, gente del ambiente que me quiere mucho y me hablan desde el corazón. Por supuesto, también está mi familia. Siempre está y me ha acompañado en todas mis decisiones.

image placeholder-Podés decir que tenés una familia de fierro...
-Sí, estoy muy orgullosa de ellos. ¡Me da tanta felicidad haber crecido en el seno de una familia con tanto amor! Como dice mi viejo, el afecto es la base de todo. 

-Familia numerosa la tuya...
-Somos cinco hermanos: cuatro hombres y yo. Somos muy unidos a pesar de las distancias. Nos criaron en medio de viajes por la profesión de mi papá, que era director técnico de fútbol. Y cuando crecimos, empezamos a disparar para todos lados. Santiago vive en España, Esteban pasó un tiempo en España ahora está en Chipre, mi hermano David en Israel y Martín está conmigo en Buenos Aires.

Nos criaron con mucha libertad, sin miedos. Nos dieron lo más importante: el afecto y los valores, y después nos soltaron, no nos retuvieron; al contrario.

Creo que esto determinó que cada uno sea exitoso en lo que hace y a su forma. Espero poder trasmitir ese mismo concepto de la vida a mis hijos, porque debe ser difícil soltar a un hijo.

-Sí, es una delgada línea... pero supongo que si lo aprendiste en tu familia lo vas a poder trasmitir muy bien. ¿Ya te pasa por la cabeza formar tu propia familia?
-(Suspira) Sí, me imagino con una familia. Y estoy más cerca, ya estoy más grande. Y, justamente, porque mamé toda esta cosa de la familia que me encanta.

-¿Estás en pareja?
-No, ahora estoy sola, dedicada a mi trabajo.

-Ya me está quedando claro. Decís que te tomás las cosas con calma, pero asumís desafíos enormes sin miedos.
-Es cierto. No había tenido preparación como actriz ni de danza desde chica, pero igual me presenté al casting de Barbie. Me eligieron por mi voz natural y mi aspecto. Me pidieron que me prepare y tomé clases de canto intensivas, durante cuatro meses. Y después me largué. ¡Aprendí tanto de esa experiencia!

-Sos una curiosa nata y tenés una actitud muy dispuesta ante lo nuevo.
-Muchas veces no me doy cuenta y me voy metiendo en cosas nuevas. Siempre tengo necesidad de generar conflicto, desafíos; eso me mantiene activa. No voy a lo cómodo, aunque podría haberme quedado donde estaba...

-Ahora que ya hiciste un año de preparación intensiva en otro país, en otro idioma, ¿que sentís que cambió en vos como actriz?
-Tengo más seguridad, pero todo el tiempo hay que estar reforzando. Tengo mucho para aprender y estoy dispuesta a hacerlo. Para mí es como estar iniciándome en este camino. Pero lo que estudié me da seguridad al pararme ante una cámara, al tomar un guión y armar una escena. Ya sé por donde ir, con qué cosas jugar, me dio herramientas básicas. Pero también me doy cuenta que necesito más y más todo el tiempo.

image placeholder-Tu paso por Londres y por la escuela de artes dramáticas me quedó muy claro. Pero ¿cómo fue que terminaste protagonizando una telecomedia en Italia?
-Después del master me vine para acá y enseguida me convocaron a un casting para una película italiana. Y como había estado estudiando italiano todo el año anterior en Londres...

-¡También estudiaste idiomas! Después dicen que el éxito es cosa de suerte...
-Es que tenía ya una base de italiano, porque había estado viviendo un año y medio por mi carrera de modelo. Y viste cómo es la vida. Cuando llegué a Buenos Aires apareció esa oportunidad y me preguntaron justamente si sabía el idioma, porque no querían doblar a la actriz. Me eligieron y viajé a Roma durante dos semanas a rodar la película.

Cuando me volvía, mi manager en Italia me pidió que vaya a un casting para una telecomedia. Llegué y eran cuatro páginas para aprender en diez minutos. A veces pasa que en un casting todo sale bien, tal vez porque no tenía nada que perder. Enseguida me confirmaron que quedaba en el papel y que tenía que instalarme en Roma por cuatro meses. Entonces volví, armé rápido una valija más grande y me instalé en Italia.

-Otra experiencia importante para tu vida...
-Aprendí el italiano mucho más y, lo más importante, estuve trabajando con actores de primera que me enseñaron mucho del ritmo de la comedia. Tenía muchas escenas con el actor protagónico, que hace de dueño de un restaurante que se enamora de mí, que soy la camarera, y me persigue. La verdad es que crecí mucho y me abrió las puertas en Italia. El programa se estrena en febrero y ellos están muy entusiasmados y con muchas expectativas de que haya una segunda temporada.

-Y ahora, ¿cómo sigue tu carrera en Buenos Aires?
-Voy a apostar por lo actoral. Desde que llegué estoy haciendo castings y para otros proyectos directamente ya me convocaron. Hay varias cosas interesantes, pero todavía nada confirmado.

-¿Esas ganas de producir fueron las que te llevaron a tener tu propia marca de zapatos? (N. de la R.: Di Poggio)
-Sí, es el apellido de mi mamá y la creamos junto con mi hermano Martín. Me encantan los zapatos y las carteras, y en esta marca puse la experiencia de tantos años en el mundo de la moda. 

-¿Vos misma te ocupás de los diseños?
-Sí, tenemos una diseñadora y con ella nos juntamos a armar las colecciones, pero también hice cursos para poder entenderme con ella.

-¿Y en qué momento te quedó tiempo?
-Mientras grababa el programa en Roma, tomé talleres en una escuela de moda.

-Ya tenés perfilados dos caminos: la actuación y el diseño. ¿La modelo va a quedar relegada?
-El modelaje tiene su lugar, es una forma de comunicarle a la gente lo que hago, pero me encanta la parte empresarial de la moda. Este año también voy a lanzar una colección de camisas dentro de la marca.

-No te veo estresada con tanta actividad. Seguramente tenés mucha energía.
-Lo que sucede es que regulo la energía. No me vas a ver ansiosa ni a mil. No me gusta sobrepasarme y le pongo límites al laburo. 

-Te quejabas de que con los Smartphones no parás de trabajar en todo el día. 
-Es cierto, pero me focalizo en cada cosa que hago. Si hablo con vos, no atiendo ni mando mensajitos. Si estoy con las fotos, no pienso en otra cosa.

-¿Qué hacés para mantenerte en equilibrio?
-Yoga y meditación. Y si me llamás a la medianoche por algo de trabajo, no te atiendo.

-Además de estar tan focalizada en tu carrera, ¿qué temas sociales te preocupan?
- Me interesaría organizar una movida con el tema de los animales que están en la calle. Sueño con armar jornadas nacionales de castración. Me voy a poner en contacto con gente que me ayude para ver de qué forma, desde mi lugar, puedo generar este movimiento. Hay mucha gente trabajando, pero todos están separados. Lo importante sería sumar esfuerzos. No puedo ver a los caballos en la calle y ver cómo los tratan. Tiene que salir una ley que castigue al que maltrata a un animal. Y, por otro lado, me interesa el tema del medio ambiente.

-¿Te preocupa el futuro?
-Sí, en Italia aprendí a reciclar la basura en cuatro bolsas: plásticos, vidrios, cartones y orgánicos. No entiendo por qué acá no se hace. Yo lo hago. No sé si sirve, pero al menos así evito que el cartonero meta la mano en la basura.

Temas relacionados