Valeria Bertuccelli: "Soy fiel a la vida que quiero vivir"
El tiempo es la variable que marca la diferencia entre lo que somos y lo que queríamos ser alguna vez.
A veces, la constatación arroja resultados positivos: nuestros sueños e ideales de la juventud encuentran su correlato en la vida adulta. Otras veces ocurre todo lo contrario.
Conversando con Valeria Bertuccelli, descubrimos que para ella el balance es imperfecto pero positivo.
Y es que entre la época que actuaba en el circuito under y este presente que la encuentra como una de las actrices que más ha transitado por la pantalla grande en la última década -incluyendo su paso por los teatros oficiales y la televisión- hay pocas diferencias. El principio y el fin se mantuvieron inalterables.
¿Qué es lo que mueve el alma de Valeria Bertuccelli? La pasión por la actuación, pero no a cualquier precio. Ella sabe lo que quiere y hacia dónde se dirige guiada, ni más ni menos, que por la fidelidad a sus principios. Y esa es una cualidad que, de alguna manera, siempre se trasluce invariablemente en sus interpretaciones.
Mientras continúa trabajando en proyectos que la seguirán ligando al séptimo arte por lo menos durante lo que queda de 2012, hoy se preprara para el estreno de "La suerte está en tus manos", el noveno largometraje del director Daniel Burman, en el que, además, hace su debut cinematográfico el cantante uruguayo Jorge Drexler.
Se trata de una historia de amor a la medida de Bertuccelli: profunda, emotiva y auténtica. Así habla la actriz sobre su vida y sus proyectos es la nota de tapa de la revista Tendencia Mujer.
TENDENCIA: -¿Cómo fue filmar bajo las órdenes de Daniel Burman?
VALERIA BERTUCCELLI: -Siempre me gustó su manera de filmar y su forma de armar equipos. Tiene una manera de dirigir ideal; sabe generar muy buenos ambientes de manera tal que el actor puede trabajar muy bien, ya desde el propio guión. Para mí fue una alegría el encuentro con él.
-Empezaste en el under y hoy sos una actriz de culto. ¿Imaginabas en tus inicios llegar hasta acá?
-La verdad es que no me lo imaginaba y tampoco lo buscaba. Mi mayor aspiración cuando empecé a estudiar teatro era trabajar en una compañía que fuera grosa y viajar por el mundo. Me di cuenta mucho tiempo después de que pensaba en la actuación sólo como teatro, no incluía ni el cine ni la televisión; y estas dos últimas posibilidades se dieron sin que yo las buscara, fueron oportunidades para las que me convocaron.
Me encanta que haya sido así porque la manera de iniciarse en un trabajo marca mucho el futuro. El contacto directo con el público desde el principio de la carrera me curtió mucho y me dio mucha tabla.
-Finalmente no fuiste parte de una gran compañía de teatro como imaginabas, pero tampoco te fue nada mal...
-Sí, pero igual desde el principio y durante mucho tiempo me mantuve haciendo teatro. Trabajé mucho con "Las nervio" en el Centro Cultural Rojas, una de las mecas del teatro off de los años ´90, un tiempo prolongado en el Teatro San Martín, más tarde en el Cervantes.
Cuando apareció el cine, encontré un camino que ni me imaginaba, al punto tal que hoy me siento más cerca del cine que del teatro.
-Será porque tiene puntos de contacto con tus sueños adolescentes...
-Seguramente. Para hacer cine tenés que viajar y formar parte de un grupo enorme de gente. La diferencia es que todo se da de una manera más intimista. Diría que se transformó esa idea inicial, aunque la idea de que haya un grupo trabajando mancomunadamente en pro de un mismo proyecto se mantiene.
-¿Por esa razón hacés menos TV?
-Sí, es una elección. No reniego de la pantalla chica, pero no hay algo que me interese mucho. Además, la TV es más fría; no tiene este sentimiento tan potente y compartido de que el proyecto es para todos muy importante.
Es muy gracioso lo que pasa; pareciera que todo lo que pasa en los dos meses de filmación es re importante. Se da una mística que está buena para laburar. Después uno dice "bueno, paremos un poco... tampoco estamos operando a nadie" (risas). Eso en la tele no pasa o yo por lo menos no lo encuentro.
-También a través de la TV se da un tipo de exposición diferente...
-Eso seguro. Además, no estás tan unido al resto del grupo. En cine, el problema de uno es el problema de todos. Es otro tipo de relación.
"Cada vez que un actor encara un personaje deja su sello personal"
Valeria tiene un estilo reconocible que tamiza a cada personaje que le toca encarnar. Lejos de quitarle espontaneidad, su sello le ha dado las herramientas para contar historias distintas de manera creíble.
-A primera vista parecés una chica muy tímida. ¿En la vida cotidiana te retraés?
-Un poco sí. Tampoco soy de las que sufren vergüenza, pero tengo cierto grado de introversión. Me cuesta mucho hacer fotos como las que hicimos para la entrevista.
Hay gente que no lo puede entender, pero para mí no es lo mismo posar que actuar. Me cuesta "como un cacho" más. En otros ámbitos, fuera del trabajo, no me pasa eso; no soy de esas mujeres que van a una fiesta y les da vergüenza hablar ni mucho menos, pero tengo cierta timidez.
-Pareciera que te valés de ella para componer tus personajes. ¿Coincidís? ¿Cuál considerás que es tu diferencial como actriz?
-No lo sé. Me resulta muy difícil leerme; no me doy cuenta. Lo que sí sé es que cuando a uno se lo ve actuando, más allá del personaje, siempre hay una marca personal. Lo que uno siente y piensa siempre se cuela porque, quieras o no, cuando uno actúa también opina.
No importa la distancia que exista con el personaje; al ser la composición producto de un invento personal, ya lleva parte de tu esencia.
-Tenés dos hijos de edades muy alejadas entre sí (4 y 16 años respectivamente). ¿Cómo administrás las demandas tan diferentes y las combinás con el trabajo?
-En esto tiene que ver mucho mi elección por el cine. No podría hacer una tira en TV y estar encerrada en un canal 12 horas diarias durante un año. Me gusta mucho estar en mi casa y también irme al carajo en todos los sentidos, estar con la cabeza muy metida en otra cosa. Eso me hace muy bien.
Puedo estar mucho tiempo en mi casa y después desaparecer un poco. Hay veces que puedo ir con mis hijos a las filmaciones; de hecho voy a filmar pronto en Barcelona y durante la mitad del tiempo que esté allá van a estar conmigo.
-La relación con cada uno de ellos también debe ser bastante diferente...
-Sí. Con el más chico es un juego total; con el más grande la relación es más de compartir cosas, de opinar...

Tiempo de balance
-¿Estás viviendo la vida que imaginabas cuando eras adolescente?
-Es más de lo que soñé. Siempre pensé en tener una familia y quise ser una mamá joven. Lo tuve con 24 años y una relación con mi marido muy reciente; pero fue algo muy buscado por los dos, porque ambos queríamos ser padres. Me encanta la familia que formamos y los trabajos que tenemos que nos permiten ir juntos para tod
os lados. Me acuerdo que cuando era chica mi papá me decía "pero vos querés tener el circo las 24 horas alrededor". Y la verdad que sí. Como si uno no pudiera quererlo. Y cuando observo a mi familia, me doy cuenta de que la armé de esa manera.
-Sos una mujer emocional e inquieta, ¿qué proyecto te entusiasma y hasta el momento no pudiste concretar?
-Me gustaría trabajar con algunos directores, pero eso es algo más normal. Tengo la idea de dirigir yo misma una película con un guión que estoy redondeando; espero poder hacerme el espacio para darle los toques finales. Me doy cuenta de que me encanta conducir a los actores y me gusta que mi compañeros me ayuden a mí.
-¿Cuánto más cerca estás de cumplir ese anhelo?
-Espero que no esté muy lejano. Cuando termine de rodar en Barcelona voy a tener un impasse, seguramente hasta octubre. En el medio quiero obligarme a dejar ese tiempo libre para dedicarme a eso; cosa que a veces no es sencilla porque si surge otro proyecto que me entusiasme, iré por él.
-¿Sos una actriz muy selectiva?
-Digo bastante veces que no. Elijo mucho. Cada vez más me interesa laburar con gente que me parezca copada. Me da tanto placer actuar que privilegio hacerlo con gente que tenga buena onda. Eso repercute directamente en mi trabajo. Si tenés el don de actuar, es infinito lo que podés sacar de alguien haciéndolo con sensibilidad y con amor.
-¿Te ves filmando en Hollywood?
-Me encantaría, pero no me lo imagino por una cuestión puntual y obvia: no sé hablar inglés (risas).
Cada tanto me digo que tendría que estudiar, pero el impulso me dura el día que lo dije. No sé si algún día llegaré, pero la fantasía de trabajar con algún actor como DiCaprio la tengo; es un monstruo de la actuación.
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