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Asoma un nuevo nuevo mapa energético en el paí­s tras la expropiación de YPF

Luego que el Estado tomó el control de la petrolera, Pan American Energy (PAE) se convirtió en la mayor empresa privada del país. ¿Quiénes invertirán?
04/05/2012 - 19:38hs
Asoma un nuevo nuevo mapa energético en el paí­s tras la expropiación de YPF

La transformación de YPF en una empresa de capital mixto público-privado por la expropiación del 51% de las acciones de Repsol convierte a Pan American Energy (PAE), con participación de British Petroleum (BP), en la mayor petrolera privada de Argentina, de acuerdo afirma un artículo del periódico Intereconomía.

PAE, conformada por la británica BP (60%) y Bridas (40%), es la segunda productora de crudo del país, detrás de YPF, con cerca del 20% de la extracción de petróleo de Argentina. La compañía es, además, la tercera productora de gas natural del país, con cerca del 15% del total, después de Total Austral, de capitales franceses, y de YPF.

Bridas, accionista minoritario en PAE, está participada por la china CNOOC y el grupo la familia argentina Bulgheroni que mantiene una disputa con BP tras el fracaso de una operación para comprar a la multinacional británica su participación en PAE.

Bridas, por su parte, compró el año pasado a la estadounidense Exxon Mobil una refinería y dos centros de distribución en Argentina, más alrededor de 720 estaciones de servicio en Argentina, Paraguay y Uruguay.

Pan American Energy tiene a su cargo la operación de Cerro Dragón, el mayor yacimiento de petróleo de Argentina, situado en la sureña provincia de Chubut, que ha extendido la licencia de explotación a la petrolera hasta el 2043, informa Intereconomía.

El tercer gran jugador en el negocio petrolero argentino es la filial local de la brasileña Petrobras, con cerca del 7% de la producción de crudo de Argentina.

Petrobras Argentina es, además, la cuarta mayor extractora de gas natural del país, con un 9% del total.

Pluspetrol, de capitales locales, le pisa los talones a Petrobras en la producción de petróleo, secundada por la china Sinopec, la estadounidense Chevron y Tecpetrol, del grupo argentino Techint.

Luego se encuentra una treintena de compañías de menor tamaño que operan en el país, con participaciones en el sector mucho más pequeñas, entre ellas la chilena Enap Sipetrol y la estadounidense Apache.

El conflicto por YPF ha detonado en un duro momento para el panorama energético de Argentina, con producción y reservas en bajada, demanda en alza y crecientes costes de importación de combustibles.

Según datos oficiales, el año pasado, la producción de petróleo en Argentina registró una caída del 6%, mientras que la de gas natural bajó un 3,36 por ciento.

Sin embargo, Argentina tiene la llave para cambiar su suerte en Vaca Muerta, un gigantesco yacimiento de hidrocarburos no convencionales descubierto por YPF y que sitúan al país como el tercer poseedor de recursos no convencionales, después de Estados Unidos y China.

El yacimiento demandará multimillonarias inversiones para su desarrollo y se ha convertido en un imán para empresas del sector que, poco después del anuncio del Gobierno argentino de su intención de expropiar el 51% de YPF, comenzaron a tomar contacto con las autoridades argentinas, comenta la nota periodística de Intereconomía.

En rigor, una quincena de las mayores compañías del sector del mundo, mantenían sigilosas conversaciones con YPF con vistas a acuerdos de asociación para explotar Vaca Muerta, según confirmaron a la agencia EFE fuentes del sector.

Pero la expropiación de YPF parece haber blanqueado el interés de jugadores de la talla de Exxon, Chevron y Total por el negocio de Vaca Muerta, que puede salvar definitivamente a Argentina de sus problemas energéticos, finaliza el artículo.