Mala suerte con los autos: se incendió la nueva Ferrari de Ever Banega
El argentino Ever Banega, futbolista del Valencia, salió ileso del incendio de su Ferrari 458 Italia en las proximidades de la ciudad deportiva de Paterna, según confirmó a Efe el club valencianista.
El deportivo ardió por completo en la última curva del camino que da acceso a la ciudad deportiva del Valencia, propagándose a los árboles y el matorral cercanos a la carretera.
Según informó el gabinete de prensa del Valencia, el argentino vio por el retrovisor de su coche que salía humo y alguna llama de la parte posterior del automóvil. Entonces se detuvo y abandonó el deportivo para dirigirse a las oficinas del club y avisar del incidente.
El incendio, según explicaron las mismas fuentes, se produjo espontáneamente y sin que hubiese un accidente de por medio con el Ferrari que Banega había estrenado en el mismo día.
Distintas dotaciones de bomberos, así como de la Policía Nacional y local de Paterna se desplazaron al lugar del incidente para sofocar el incendio tanto de la zona boscosa que hay junto a la ciudad deportiva como de los restos del vehículo.
Además, la policía tomó declaración al futbolista para conocer los hechos.
Las llamas causadas por el automóvil impidieron acceder por el camino habitual a la ciudad deportiva de Paterna a los jugadores del Valencia, así como a los periodistas que cubren la información del equipo valenciano.
Debido a este percance, la sesión de entrenamiento del Valencia se demoró unos minutos, si bien se desarrolló luego con normalidad.
Un jugador con "antecedentes" de problemas con el auto
Este es el segundo incidente de consideración que sufre en los últimos tiempos Ever Banega con un coche, ya que el pasado 19 de febrero sufrió un percance que le ocasionó una lesión de gravedad de la que aún se recupera y de la que está previsto que reciba el alta a finales de año.
En aquella ocasión, el incidente ocurrió cuando el jugador se disponía a repostar en una gasolinera cercana a la ciudad deportiva del club valencianista, de donde salía tras entrenarse en solitario.
El futbolista no dejó puesto el freno de mano de su Audi R8 y un pie se le quedó atrapado entre un bordillo y una rueda, lo que le ocasionó la fractura de la tibia y el peroné, de las que fue operado al día siguiente, recordó EFE.