Crecieron 50 por ciento en un año los videos í­ntimos subidos a la web

El escándalo por la difusión del video íntimo de la actriz Florencia Peña dejó al descubierto una tendencia que no para de crecer entre las sábanas de los argentinos. Durante 2012, miles de parejas subieron más de 150.000 fotos y videos en los que muestran sus fogosos encuentros, un 50% más respecto al 2011.

Los datos se desprenden de la red social Poringa -la prima hot de la archiconocida Taringa- y son apenas un termómetro de quienes deciden compartir contenidos caseros calientes. El 80% del total subido durante el año a la red social XXX son fotos; el 20% restante, videos.

El porno 2.0 se ha convertido en una práctica en auge. Los videos hechos en casa resultan novedosas alternativas para quienes quieren dejar plasmadas sus fantasías sexuales exhibicionistas, consigna el diario Clarín en su edición de hoy.

Para los especialistas, el video es una nueva imagen del pensamiento donde las ideas quedan capturadas en una particular dimensión temporal del celuloide.

Exhibir, mirarse y ser mirado, mostrarse en pleno coito y hasta enseñar cómo gozar resultan poderosos estímulos que alimentan el narcisismo.

Para Juan Carlos Kusnetzoff, médico sexólogo, se trata de un proceso netamente psicológico. "Es como ‘verse' en un film como si uno fuera ‘otro', apreciando la imagen. Muchas veces, esa situación aumenta la excitabilidad erótica, en ocasiones, aumenta la autoestima, ya que, por instantes, ese ‘otro' que es uno mismo, es objeto de comentarios, valorizaciones o críticas de todo tipo", dice Kusnetzoff al matutino.

Otro de los motivos es porque en ocasiones son utilizados para "aprender" o corregir algún defecto. "Esta última acepción funciona como excusa válida casi elegante, cuando una persona pregunta por la necesidad de actos de este tipo", agrega el sexólogo.

"El contenido hot ‘fatto in casa' se instaló en la cultura argentina. La decisión de publicarlo o no es algo más privado. Pero se ve un crecimiento muy alto. La tendencia también se ve en México, Venezuela y Colombia", cuenta a Clarín Hernán Botbol, uno de los administradores de Taringa.

Para la psiconalista Adriana Guraieb, estas prácticas dan cuenta de una transformación de la sexualidad de las personas. "Cambiaron los paradigmas que había entre los espacios públicos y los privados", dice.

"Todo está permitido en una relación sexual consensuada. Pero es importante prevenir y tomar conciencia de los riesgos que se corren", apunta.

Su colega y autora del libro "Sexo a la carta", Any Krieger, agrega que el acto de filmarse incluye una escena compartida y que eso es lo que inconcientemente produce morbo. "Esto es lo que alimenta la filmación. El hecho mismo de filmarse deja implícito una intimidad compartida. Cuando sale a luz puede aparecer enojo, asombro o indignación porque lo que está reprimido cuando uno se filma es el morbo que existe en ese acto. Por eso hay que tomar recaudos".

En la Argentina no existe un vacío legal en relación a quienes sustraen de manera delictiva este tipo de contenidos para difundirlos en la web. Desde 2008, está vigente la ley de delitos informáticos (N° 26.388) que tipifica algunas conductas y acciones relacionadas con delitos cometidos a través de sistemas informáticos. El artículo 153 bis pena de 15 días a 6 meses de cárcel a quienes accedieron de manera ilegitima a un sistema informático que no le pertenece, concluye el matutino.