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¿Cuál es el poder de las palabras y su alcance en las campañas de marketing por e-mail?

emBlue se propuso una demostración sobre el mito de las "spam words". El dato revelador es la relación entre el emisor y el destinatario
15/01/2014 - 10:07hs
¿Cuál es el poder de las palabras y su alcance en las campañas de marketing por e-mail?

emBlue, empresa argentina de e-mail marketing, decidió ahondar sobre el mito de las palabras prohibidas y el spam.

Para el éxito de una campaña de marketing basada en el correo electrónico, una de las claves, según esta empresa, pasa por la redacción correcta del asunto.

Existe un término denominado “spam words” para aquellas palabras que se deberían evitar en los asuntos para que los mails puedan llegar a a la bandeja de entrada.

En primer lugar, emBlue confeccionó una base y luego se seleccionaron los 10 términos “prohibidos” más representativos:

  • Gratis
  • Free
  • Descuento
  • 100%
  • Oferta
  • Llame ya
  • Urgente
  • Sexo
  • Sex
  • Viagra

El 74% de los contactos recibieron los mails en spam, y un 26% los visualizó correctamente en su "inbox".

Según el equipo de emBlue las posibles causas de esta fragmentación son las siguientes:

De quienes recibieron sus correos en bandeja de entrada, algunos destinatarios de Gmail manifestaron la existencia de una interacción histórica con el emisor de esas campañas (ambas partes habían enviado y/o recibido mails del otro).

Otros usuarios habían configurado previamente Gmail para recibir todos los correos con el dominio @embluemail directamente en la bandeja de entrada.

Para los mails recibidos en correo no deseado, la explicación es que los contenidos para adultos como “sexo” u otros suelen estar asociados con spam.

Además, el servicio de correo Gmail utiliza sistemas de detección de spam automatizados para analizar patrones y predecir qué tipo de mensajes son fraudulentos o potencialmente dañinos.

Tampoco existió una interacción histórica entre el integrante de emBlue que realizó las campañas y los destinatarios de las mismas.

Esto imposibilitó un “aprendizaje” sistemático y sostenido en el tiempo por parte del cliente de correo.

En cuanto a Hotmail, la respuesta fue contundente: Todos los contactos recibieron los mails en Spam, excepto uno que los recibió en el "inbox", dado que ese contacto mantuvo una interacción histórica con el emisor de las campañas.

En el caso de los dominios de Yahoo, todos los contactos recibieron los mensajes en su "inbox" y a su vez pudieron visualizar la imagen en el newsletter.

Esto se debe a que la capacidad de procesamiento y filtrado de estos servicios de correo es menos compleja que la de Gmail o Hotmail.

Estas depuraciones suelen ser lineales (se encuentra la palabra “sexo” y automáticamente va a spam), pero en estos casos, “parecería” que el filtro de Spam Words está desactivado.

Las conclusiones abordadas fueron las siguientes:

Gmail se encuentra en el podio de los servicios de correo ya que cuenta con una capacidad sofisticada de procesamiento para etiquetar a los mails como spam.

En segundo lugar se ubica Hotmail (ahora convertido en Outlook) con la tecnología de Microsoft denominada SmartScreen.

El segundo análisis, es que si bien se aconseja evitar determinadas palabras en los asuntos (como “sexo”, “descuento”, etc.), no existe un algoritmo comprobado por el cual las palabras provoquen que el correo se dirija automáticamente a “no deseado”.

Por último es que más allá de las “spam words”, para emBlue "lo importante a tener en cuenta es que los servicios de correo como Gmail o Hotmail puedan 'aprender' de la interacción entre emisor y receptor, así como de los comportamientos de éste último. Este conocimiento sistemático y sostenido en el tiempo se afianzará en la medida en que el remitente establezca una comunicación fluida con el destinatario y logre un reconocimiento por parte de éste".

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