Un estudiante del Colegio Palermo Chico llamado Beltrán Bombau falleció el martes mientras practicaba educación física junto a sus compañeros en el Club de Amigos, ubicado en Figueroa Alcorta y Sarmiento.

El caso, que judicialmente quedó caratulado como "muerte dudosa", reabrió el debate sobre cuáles son los cuidados que los chicos en edad escolar deben recibir en los establecimientos.

El reglamento del sistema educativo de gestión pública dependiente del Ministerio de Educación del gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires establece que es obligatorio presentar un certificado médico.

En el artículo 28 del estatuto se indica que "durante los tres días previos a la iniciación del curso lectivo, se ratificará la inscripción en el Nivel Inicial y primer grado, previa presentación de la constancia de aptitud psicofísica otorgada por instituciones de la salud reconocidas oficialmente".

La reglamentación tiene un agregado en el Capítulo IX, que refiere al Departamento de Educación Física: allí se precisan los deberes de los profesores que dictan esa materia y se deja en claro que una de las obligaciones es "exigir a los alumnos la constancia de aptitud física firmada por profesional médico".

Los controles generalmente incluyen un chequeo cardiológico (electrocardiograma), evaluación de la presión arterial, revisión de la salud dental, registro de las medidas antropométricas (peso y talla para calcular el Índice de Masa Corporal) y repaso del certificado de vacunación. En algunos colegios solicitan además análisis sanguíneo, radiografía de tórax, y controles oftalmológico y fonoaudiológico.

El Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) recordó que para estos casos es necesario contar con personal entrenado en reanimación cardiopulmonar, desfibriladores y acceso veloz a centros de hemodinamia.