• 18/12/2025
ALERTA

Autostadt: así­ es el museo de Volkswagen en Wolfsburg, el único en el mundo

Se encuentra en Wolfsburg, y fue concebido como un espacio para mostrar desde el proceso de creación de los autos hasta para atender a los clientes
16/06/2014 - 11:03hs
Autostadt: así­ es el museo de Volkswagen en Wolfsburg, el único en el mundo

Una mezcla entre lo más clásico de un museo y un mundo de fantasías, al estilo de un DisneyWorld de autos.

Así es Autostadt, la ciudad de los coches según su traducción al español, ubicado en una pequeña ciudad al norte de Alemania, en Wolfsburg.

La creación de este espacio por parte de la automotriz Volkswagen fue en el 2000, y allí se va guardando la propia historia del grupo y proyectando el futuro.

Son siete pabellones distribuidos en una enorme superficie, separados entre sí por mucha vegetación, donde cada uno refleja la realidad de las marcas del grupo, la visión de la compañía acerca del cuidado del medio ambiente y del futuro.

image placeholder

Al mismo tiempo, se considera uno de los centros de atención al cliente más originales del mundo, porque en ese lugar se construyeron dos inmensas torres donde se depositan los 0km para entregar a sus nuevos dueños, con un verdadero "ritual" que hace de la compra toda una ceremonia.

En una visita exclusiva, invitados por Volkswagen, iProfesional pudo conocer cada uno de los recovecos de esta obra, la cual se convirtió en un atractivo turístico para quienes visitan Alemania, a pocos kilómetros de Berlín. Se estima que dos millones de personas recorren anualmente Autostadt. 

El origen
La idea comenzó a gestarse a mediados de los 90, con el objetivo de tener un espacio que sirviera tanto para exponer autos clásicos como para poder tomar contacto con los compradores de un 0km. 

El lugar elegido tiene que ver con las raíces de la automotriz, ya que Wolfsburg es conocida, en gran parte, por ser la sede de la fábrica de Volkswagen más importante. Las chimeneas, las cuales se pueden ver desde diferentes lugares, son el "ícono" del lugar que mantiene latente el espíritu de la marca en toda la ciudad.

Para construir la obra se usaron los viejos terrenos de una empresa auxiliar a la fábrica, en un antiguo espacio ocupado por una firma de combustibles.

image placeholder

En las decenas de hectáreas trabajaron más de 400 arquitectos. Desde el ingreso al edificio sorprende tanto la construcción como el sentido de cada uno de sus objetos.

Apenas se traspasan sus enormes y múltiples puertas, una "exoesfera" de 12 metros de diámetro y un peso de 4,6 toneladas pende sobre el edificio, obra del artista Ingo Gunter, etnólo y antropólogo que hace todas sus creaciones a partir de globos.

image placeholder

Debajo de la esfera, tras un suelo de vidrio, se luce un campo de 80 globos del procesador mundial, los cuales representan los temas de interés general recopilados por la ONU, la OCDE y otras organizaciones.

Gunter recogió la información y la hizo visible en dimensiones globales, los cuales se actualizan regularmente. 

Luego, al acceder al edificio principal, se pueden visitar variados espacios donde se replica desde la forma de crear un auto hasta la información más importante referida al cuidado del medio ambiente, especialmente, la visión de la marca sobre el cuidado del agua y la energía.

image placeholder

También hay un sector exclusivo para los chicos, donde se les enseña desde las consignas básicas de la industria automotriz hasta como aprender a manejar en "pequeñas réplicas de Volkswagen". Luego, en medio de una gran ceremonia, se les otorga su primera licencia de conducir.

image placeholder

La atención al cliente
La marca ha ido mucho más allá de la conservación del pasado y el adelanto del futuro, y esta inmensa estructura tiene también un sentido de practicidad y utilidad, ya que se crearon dos inmensas torres donde se depositan los 0km que ya fueron adquiridos por sus futuros dueños, y allí se les hace entrega.

Es una muestra avanzada de lo que es la "atención al cliente".  Un total de quinientos autos se entregan diariamente en el lugar.

Las torres, diseñadas por Gunter Henn, fueron construidas con vidrio y acero, en una superficie de 13.231 metros cuadrados y 48 metros de altura. Son 20 pisos, y en cada uno hay lugar para 20 vehículos, un total de 400 unidades.

El concepto es el siguiente: los autos nuevos llegan de la fábrica de producción sobre cintas automáticas que los transportan a través de un sistema de túneles subterráneos.

Después de llegar a las torres, son elevados hidráulicamente y depositados en un compartimiento donde permanecen hasta ser retirados por sus dueños, por un plazo de 24 horas. Hay dos transportadores que giran 180 grados para cubrir las dos mitades del depósito. Suben y bajan a una velocidad de 1,6 metros por segundo trasladando los autos.

image placeholder

Cuando llega el momento de ser entregado, el vehículo se transporta a la planta baja y de ahí sobre una banda, atraviesa el túnel hasta el Centro de Distribución ubicado en el edificio adyacente. Hasta ese momento nadie manejó el auto, sino se que traslada en diferentes soportes. Luego de limpiarlo se entrega a sus dueños. Así, manejar el auto con el tacómetro en "cero".

Cada marca con su estilo
El complejo de Autostadt se completa con los pabellones de marcas. Y uno de los aspectos sorprendentes es que  la arquitectura de cada edificio luce de acuerdo al estilo de la compañía. En todos el lugar están representadas:

  • Audi (Alemania)
  • Bentley (Reino Unido)
  • Bugatti (Francia)
  • Lamborghini (Italia)
  • Porsche (Alemania)
  • SEAT(España)
  • Škoda (República Checa)
  • Volkswagen (Alemania)
  • Scania (Suecia)
  • MAN (Alemania)
  • Volkswagen Vehículos Comerciales (Alemania)
  • Ducati (Italia). 

Luego se encuentra el espacio conocido como Premium Clubhouse, en cuyo interior se destaca un espectacular y futurista Bugatti Veyron. Detrás, el Hotel Ritz-Carlton levantado dentro de este recinto.

En cuanto a la arquitectura de los pabellones, el de Volkswagen, desde el exterior, luce como un cubo, mientras que en el interior representa una esfera de 19 metros de diámetro. Ese globo contiene la principal atracción, un cine de 360 grados con asientos en forma de anfiteatro.

image placeholder

En la parte exterior de la esfera, los visitantes pueden relajarse en sillas ergonómicas con videos, donde se pasan diferentes historias, desde aquellos de amor hasta de autos.

El de Audi es una réplica del famoso logotipo de la marca de cuatro anillos. En el interior, una escalera mecánica conduce a los visitantes por una doble hélice que simboliza el ADN de Audi. Está diseñado en tonos antracita, blanco y plateado, con elementos minimalistas y claros, pantallas LCD y plasmas. 

La innovación técnica es uno de los aspectos diferenciales del pabellón, el cual se destaca en cada sector del lugar.

Porsche tiene otro de los pabellones más interesantes, tanto por el diseño como por la disposición de los autos en su interior, todos en color plata.

image placeholder

En Lamborghini se destaca la "fuerza pura". Ese concepto da origen al edificio que exhibe los modelos de la marca super premium. Es un cubo negro, sin ventanas, donde se destaca un Lamborghini Murcielago LP 640 amarillo.

Dicen que ese exótico modelo recibió el nombre de un toro famoso, Murciélago, al que se le permitió salir con vida después de una corrida en el siglo XIX. Así sus características, el poder y la habilidad de abrirse a una superficie vertical, se reflejan en la arquitectura, el diseño y la presentación del edificio.

En el pabellón se vive un gran espectáculo cuando tras barras de acero, el motor de 12 cilindros y 640 caballos de fuerza desata su energía, acompañada de música, y el auto desaparece en una nube de humo para resurgir en la parte exterior del lugar. Luego el Murciélago vuelve al interior con música de fondo.

Otro espacio llamativo es el de Seat, con un diseño más joven e innovador. El mismo está rodeado por tres de sus lados por agua, haciendo referencia a la península Ibérica y a España. 

En la entrada se destaca una imagen de la torre de Agbar, hito de la arquitectura moderna de Barcelona, sede de Seat, pero en general, se transmiten los valores de la marca: deportividad, juventud y orientación hacia el diseño.

Por último, el pabellón de Skoda, llama la atención por su color, verde claro, y se destaca por parecer su diseño a las aspas de un molino de viento. En general, representa también los valores de la marca: un toque humano y simplemente ingenioso.

La historia y el presente
Todo lo que tiene que ver con la historia de la industria automotriz se reúne en el museo Zeithaus, donde se encuentran desde el primer coche sin tracción por caballos de Karl Benz, de 1893, hasta un Ford T de 1913 y un modelo Hanomag constriudo en los años 20.

También hay un espacio considerable del museo dedicado al Beetle y al Golf, dos modelos que se convirtieron en íconos de la marca, aún fabricados en la actualidad.

En cuanto a la arquitectura del museo, el concepto único se refleja en el edificio diseñado por Henn. Al ingresas al lugar, resalta la forma aerodinámica, con un lado en forma de rectángulo grande sin ventanas y una fachada curva que evoca un viaje emocional.

Luego, una serie de cinco móviles giratorios ascendentes con siluetas de formas de partes de autos aluden a la idea de que los automóviles se convierten en verdaderas obras de arte.

Todos estos recuerdos se unen en cada paso con el presente y el futuro de la marca. Desde sus vehículos actuales hasta la concepción del mundo, del cuidado del agua y la tierra, hacen de la "ciudad" una verdadera obra de arte de todos los tiempos.

Temas relacionados