Los cruces de llamadas resultaron decisivos para dictar la sentencia
El cruce de llamadas telefónicas entre Amado Boudou, su novia, su secretario, su socio, su supuesto testaferro y el empresario Nicolás Ciccone -sumado a testimonios y documentos- es la principal prueba de la que se valió el juez federal Ariel Lijo para procesar al vicepresidente, al dar por probado que se quedó con la imprenta Ciccone.
Lijo desgranó en su fallo la secuencia del caso Ciccone en diez actos, que van desde las escenas preparatorias, pasando por los nuevos negocios que consiguió del Estado con Boudou como su nuevo dueño y las maniobras de encubrimiento destinadas a borrar las huellas de la ruta del dinero. Cada una de estas afirmaciones del juez, según consigna el diario La Nación, está basada en las evidencias telefónicas y de las otras que sustentan el fallo.
Lijo probó que Boudou y el contador Vandenbroele se conocían por sus amigos en común, por las empresas y porque el monotributista vivió en el departamento del vicepresidente en Puerto Madero.
El primer acto que describe el juez es el negocio mediante el cual Vandenbroele compró The Old Fund y consiguió que se encargara de refinanciar la deuda pública formoseña. Su empresa, de una sola empleada y sin experiencia, cobró por ello $7 milones. Lijo sostiene que Boudou no era ajeno al negocio. Y lo prueba al transcribir las llamadas telefónicas realizadas el 21 de mayo de 2010 cuando se depositaron los $7 millones en la cuenta de The Old Fund.
Tal como publica el matutiuno, Núñez Carmona habló ese día con Vandenbroele tres veces y el secretario de Boudou, Eduardo Romano, con su jefe cinco veces, lo que permite inferir al juez sus relaciones y que el vicepresidente tenía, al menos, conocimiento del negocio.
Cuando se extrajeron esos fondos y se convirtieron en dólares el 31 de mayo de 2010 hubo nuevas llamadas entre los mismos personajes: ocho entre Boudou y su secretario y tres entre Núñez Carmona y Vandenbroele y Núñez Carmona y Martín Cortés, que recibió parte del dinero. Para Lijo, The Old Fund ya estaba vinculada con Boudou.
Cuando Nicolás Ciccone pidió ayuda para salvar su empresa, buscó a Boudou y Núñez Carmona. Se reunieron en Telefé, en una gestión de Guillermo Reinwick, yerno de Ciccone, con su vecino Gabriel Bianco. Las llamadas, una vez más, complican a Boudou, ahora mediante su novia Agustina Kämpfer. Hay comunicaciones sucesivas el 26 de julio entre Núñez Carmona, Reinwick y Bianco y una llamada de Núñez Carmona a Kämpfer. Faltaban tres días para el encuentro. Para Lijo, esa llamada, que fue captada por la antena del departamento donde Boudou vivía con su novia en Puerto Madero, fue atendida por el vicepresidente.
En la segunda reunión, en el restaurante I Fresh Market, de Puerto Madero, el teléfono delata vínculos. Según el juez, Héctor Ciccone no quería entregar el 70% de las acciones y desconfiaba. Pidió ver a Boudou para que le asegurara la seriedad del trato. Se encontraron en el restaurante el 2 de septiembre de 2010 Boudou, Núñez Carmona, Nicolás Ciccone y su hermano, ya fallecido. Ese día desde las 8.47 hubo llamadas entre el celular de Agustina Kämpfer (Boudou, para el juez) con Núñez Carmona. A los cinco minutos Vandenbroele llamó a Reinwick, a los cuatro minutos Reinwick llamó a Olga Ciccone. Luego hubo llamadas entre Vandenbroele y Núñez Carmona: en 25 minutos la reunión fue arreglada y todos fueron avisados, relata el matutino.
La otra escena clave es la transferencia de acciones de los Ciccone a The Old Fund los días 1 y 2 de septiembre de 2010: se detectaron varias llamadas entre Núñez Carmona y Vandenbroele y, a su vez, con Nicolás Ciccone, Guillermo Reinwick y Olga Ciccone. La mayor cantidad de comunicaciones fue durante la mañana, previo a su encuentro, y a la noche, cuando debían acordar las reuniones del día siguiente, ya que Héctor Ciccone no estaba dispuesto a firmar.
Las llamadas de ese 1 de septiembre no sólo vinculan a Núñez Carmona con el encuentro, sino que también a Boudou. La reunión fue a la tarde, cuando Núñez Carmona y Nicolás Ciccone hablaron con un número de Mar del Plata de la empresa Sin Fronteras SRL. Esa firma fue constituida por Martín Ususna y Rosana Venturino, esta última hermana de Verónica, casada con Juan Bautista Boudou. Para Lijo, ese número, de una persona del entorno íntimo de Boudou, es clave porque a las 17.14 horas ese teléfono se comunicó con Nicolas Ciccone, a las 17.16 con Núñez Carmona y, a continuación, al minuto Núñez Carmona llamó a Vandenbroele. "Los llamados de ese día confirman el vínculo de Núñez Carmona y Boudou con la cesión de acciones", dijo Lijo.
La última escena reconstruida por las llamadas es cuando la nueva Ciccone, con sus nuevos dueños consigue imprimir billetes: Boudou, ya como vicepresidente, Núñez Carmona y Juan Biasin, gerente de Casa de Moneda, hablan 19 veces el 3 de enero de 2012. Ese día, concluye La Nación, un dictamen positivo auguraba la pronta concreción del negocio.