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Las 10 preguntas para entender el conflicto entre Israel y Palestina

Las cuestiones clave para comprender por qué este antiguo enfrentamiento es tan complejo, cómo empezó y por qué resurge el conflicto ahora
05/08/2014 - 19:05hs
Las 10 preguntas para entender el conflicto entre Israel y Palestina

Como estaba marcado en el guión inicial, Israel y Hamas iniciaron este martes una tregua de la mano del mediador egipcio. Más allá de la importancia que supone el cese de las hostilidades y ataques, el alto el fuego de 72 horas abre una ventana para intensas negociaciones sobre una tregua y la situación de la Franja de Gaza, dónde hubo intensos bombardeos por parte de Israel.

La cifra de muertos palestinos en Gaza se mantiene en más de 1.800, con casi 10.000 heridos, en su gran mayoría civiles, informó el Ministerio de Salud de Gaza el domingo. Cerca de 400 niños murieron, detalló el Ministerio, mientras las Naciones Unidas expresó su preocupación en repetidas ocasiones, sobre el alto número de muertos en Gaza y los ataques de Israel contra hospitales y centros de refugiados. Del lado israelí, 64 soldados y tres civiles murieron desde que comenzó el conflicto hace más de tres semanas.

Pero el impacto de la ofensiva contra Gaza no deja de ser duro para aquellos que están vivos. Según cifras de Naciones Unidas unos 373.000 niños tuvieron que recibir asistencia psico-social, 485.000 personas fueron desplazados, lo que los llevó a refugios de emergencia o a hogares de otras familias palestinas. Además, un millón y medio de personas que no viven en refugios no tienen acceso a agua potable y el 80% vive de la ayuda humanitaria, según Amnesty International.

Las escuelas dañadas son decenas, al menos 142 según la ONU, mientras que los datos provisorios palestinos estiman daños por 5.000 millones de dólares. Los daños causados a la economía israelí se calculan en 5% de un PBI de 250.000 millones de dólares.

Más de 1,8 millones de personas viven en Gaza, en una superficie de 365 kilómetros cuadrados. Eso hace que se viva en el hacinamiento ya que el territorio se encuentra bajo el bloqueo de Israel desde junio de 2007, cuando cerró los pasos fronterizos que controla, anulando además la circulación de personas y mercancías al exterior o interior de la Franja, e impuso más sanciones económicas contra el enclave costero palestino.

Con estos antecedentes, cuando los ataques aéreos ocurren y los proyectiles tocan tierra, el hecho de que haya tanta gente en un área pequeña casi siempre significa un mayor número de muertos. E incluso si los palestinos reciben advertencias previas para desalojar un lugar antes de los ataques, no tienen ningún lugar seguro a donde correr, según informó la CNN.

No hay refugios contra bombas o sirenas de advertencia en Gaza. Y es prácticamente imposible abandonar el lugar. Israel controla todo el acceso aéreo hacia Gaza y los accesos de aterrizaje alrededor de la frontera. Los controles de acceso de Egipto en la frontera están cerrados.

Las escuelas de las Naciones Unidas en Gaza, con claros señalamientos del organismo internacional, eran refugios durante el conflicto, y por un tiempo fueron considerados seguros. Pero los últimos ataques ocurrieron en estos lugares, matando y lesionando a muchos, incluyendo a mujeres y niños.

BBC Mundo repasa las preguntas básicas necesarias para comprender por qué este antiguo enfrentamiento entre israelíes y palestinos es tan complejo y genera tanta polarización.

¿Cómo empezó el conflicto?
Alentado por el antisemitismo que sufrían los judíos en Europa, a comienzos del siglo XX tomó fuerza el movimiento sionista, que buscaba establecer un Estado para los judíos.

La región de Palestina, entre el río Jordán y el mar Mediterráneo, considerada sagrada para musulmanes, judíos y católicos, pertenecía por aquellos años al Imperio Otomano y estaba ocupada mayormente por árabes y otras comunidades musulmanas. Pero una fuerte inmigración judía, fomentada por las aspiraciones sionistas, comenzaba a generar resistencia entre las comunidades.

Tras la desintegración del Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial, Reino Unido recibió un mandato de la Sociedad de Naciones (hoy ONU) para administrar el territorio de Palestina. El 9 de diciembre de 1917, Jerusalén fue ocupada por el ejército británico, que ocupa la totalidad de Palestina. El mandato terminaría formalmente en 1947.

Durante su mandato, hubo varios disturbios por los palestinos contra la política británica en relación con la autorización de la inmigración judía del Reino Unido (Declaración Balfour de 1917) y contra la venta de tierras árabes a los inmigrantes judíos: los movimientos de abril de 1920 y mayo de 1921, así como los disturbios de agosto de 1929 desembocarían en la Gran Revuelta árabe de Palestina (1936-1939).

En consecuencia, el Libro Blanco de 1939 sobre Palestina aprobado por el gobierno británico limitó la inmigración judía a Palestina y perfiló la creación de un Estado gobernado conjuntamente por judíos y palestinos. En respuesta, las organizaciones sionistas paramilitares como el Irgún, y más tarde Lehi, lanzaron campañas de atentados contra las autoridades británicas y los civiles palestinos, mientras se organizaba la inmigración ilegal de judíos europeos, huyendo la mayoría del holocausto.

Luego de la Segunda Guerra Mundial y tras el Holocausto, aumentó la presión por establecer un Estado judío. El plan original contemplaba la partición del territorio controlado por la potencia europea entre judíos y palestinos.

Tras la fundación de Israel el 14 de mayo de 1948, la tensión pasó de ser un tema local a un asunto regional. Al día siguiente, Egipto, Jordania, Siria e Irak invadieron este territorio. Fue la primera guerra árabe-israelí, también conocida por los judíos como guerra de la independencia o de la liberación. Tras el conflicto, el territorio inicialmente previsto por las Naciones Unidas para un Estado árabe se redujo a la mitad.

Para los palestinos, comenzó la Nakba, la llamada "destrucción" o "catástrofe": el inicio de la tragedia nacional. 750.000 palestinos huyeron a países vecinos o fueron expulsados por tropas judías.

Pero 1948 no sería el último enfrentamiento entre árabes y judíos. En 1956, una crisis por el Canal de Suez enfrentaría al Estado de Israel con Egipto, que no sería definida en el terreno de combate sino por la presión internacional sobre Israel, Francia e Inglaterra.

Pero los combates sí tendrían la última palabra en 1967 en la Guerra de los Seis Días. Lo que ocurrió entre el 5 el 10 de junio de ese año tuvo consecuencias profundas y duraderas a distintos niveles. Fue una victoria aplastante de Israel frente a una coalición árabe. Israel capturó la Franja de Gaza y la península del Sinaí a Egipto, Cisjordania (incluida Jerusalén Oriental) a Jordania y los Altos del Golán a Siria. Medio millón de palestinos huyeron.

El último conflicto árabe-israelí será la guerra de Yom Kipur en 1973, que enfrentó a Egipto y Siria contra Israel y le permitió a El Cairo recuperar el Sinaí, pero no Gaza. Seis años después, Egipto se convierte en el primer país árabe en firmar la paz con Israel, un ejemplo solo seguido por Jordania.

¿Por qué se fundó Israel en Medio Oriente?
La tradición judía indica que la zona en la que se asienta Israel es la Tierra Prometida por Dios al primer patriarca, Abraham, y a sus descendientes.

La zona fue invadida en la Antigüedad por asirios, babilonios, persas, macedonios y romanos. Roma fue el imperio que le puso a la región el nombre de Palestina y que, siete décadas después de Cristo, expulsó a los judíos de su tierra tras combatir a los movimientos nacionalistas que perseguían la independencia.

Con el surgimiento del Islam, en el siglo VII después de Cristo, Palestina fue ocupada por los árabes y luego conquistada por los cruzados europeos. En 1516 se estableció la dominación turca que duraría hasta la Primera Guerra Mundial, cuando se impuso el mandato británico.

El Comité Especial de las Naciones Unidas sobre Palestina (UNSCOP, por sus siglas en inglés) aseguró en su informe a la Asamblea General del 3 de septiembre de 1947 que los motivos para que un Estado judío se estableciera en Medio Oriente se centraban en "argumentos basados en fuentes bíblicas e históricas", la Declaración de Balfour de 1917 en la que el gobierno británico se declara a favor de un "hogar nacional" para los judíos en Palestina y en el Mandato británico sobre Palestina.

Allí se reconoció la conexión histórica del pueblo judío con Palestina y las bases para reconstituir el Hogar Nacional Judío en dicha región.

Tras el Holocausto nazi contra millones de judíos en Europa antes y durante la Segunda Guerra Mundial, creció la presión internacional para el reconocimiento de un Estado judío. Al no poder resolver la polarización entre el nacionalismo árabe y el sionismo, el gobierno británico llevó el problema a la ONU.

El 29 de noviembre de 1947 la Asamblea General aprobó un plan para la partición de Palestina, que recomendaba la creación de un Estado árabe independiente y uno judío y un régimen especial para la ciudad de Jerusalén.

El plan fue aceptado por los israelíes pero no por los árabes, ya que significaba una pérdida de su territorio. Por eso nunca se implementó.

Un día antes de que expirara el Mandato británico de Palestina, el 14 de mayo de 1948, la Agencia Judía para Israel, representante de los judíos durante el Mandato, declaró la independencia del Estado de Israel.

Al día siguiente Israel solicitó ser miembro de Naciones Unidas, estatus que finalmente logró un año después. El 83% de los miembros actuales reconocen a Israel (160 de 192).

¿Por qué hay dos territorios palestinos?
El Comité Especial de las Naciones Unidas sobre Palestina (UNSCOP, por sus siglas en inglés), en su informe a la Asamblea General en 1947, recomendó que el Estado árabe incluyera "Galilea Occidental, la región montañosa de Samaria y Judea, con la exclusión de la ciudad de Jerusalén, y la llanura costera de Isdud hasta la frontera egipcia".

Pero la división del territorio quedó definida por la Línea de Armisticio de 1949, establecida tras la creación de Israel y la primera guerra árabe-israelí.

Los dos territorios palestinos son Cisjordania (que incluye Jerusalén Oriental) y la Franja de Gaza, que se encuentran a unos 45 km de distancia. Tienen un área de 5.970 km2 y 365 km2, respectivamente.

Cisjordania se encuentra entre Jerusalén, reclamada como capital tanto por palestinos como por israelíes, y Jordania hacia el este, mientras que Gaza es una franja de de 41 km de largo y entre 6 y 12 km de ancho.

Gaza tiene una frontera de 51 km con Israel, 7 km con Egipto y 40 km de costa sobre el Mar Mediterráneo.

Originalmente ocupada por israelíes que aún mantienen el control de su frontera sur, la Franja de Gaza fue capturada por Israel en la guerra de 1967 y recién la desocupó en 2005, aunque mantiene un bloqueo por aire, mar y tierra que restringe el movimiento de bienes, servicios y gente.

Actualmente la Franja está controlada por Hamas, el principal grupo islámico palestino que nunca ha reconocido los acuerdos firmado entre otras facciones palestinas e Israel.

Cisjordania, en cambio, está regida por la Autoridad Nacional Palestina, el gobierno palestino reconocido internacionalmente cuya principal facción, Fatah, no es islámica sino secular.

¿Nunca firmaron la paz palestinos e israelíes?
Tras la creación del Estado de Israel y el desplazamiento de miles de personas que perdieron sus hogares, el movimiento nacionalista palestino comenzó a reagruparse en Cisjordania y Gaza, controlados respectivamente por Jordania y Egipto, y en los campos de refugiados creados en otros estados árabes.

Poco antes de la guerra de 1967, organizaciones palestinas como Fatah -liderada por Yasser Arafat- conformaron la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y lanzaron operaciones contra Israel primero desde Jordania y luego desde Líbano. Pero estos ataques incluyeron también atentados contra objetivos israelíes en territorio europeo que no discriminaron entre aviones, embajadas o atletas.

Tras años de atentados palestinos y asesinatos selectivos de las fuerzas de seguridad israelíes, la OLP e Israel firmarían en 1993 los acuerdos de paz de Oslo, en los que la organización palestina renunció a "la violencia y el terrorismo" y reconoció el "derecho" de Israel "a existir en paz y seguridad", un reconocimiento que la organización islámica palestina Hamas nunca aceptó.

Tras los acuerdos firmados en la capital noruega fue creada la Autoridad Nacional Palestina, que representa a los palestinos ante los foros internacionales. Su presidente es elegido por voto directo y él a su vez escoge un primer ministro y a los miembros de su gabinete. Sus autoridades civiles y de seguridad controlan áreas urbanas (Área A según Oslo), mientras que solo sus representantes civiles -y no de seguridad- controlan áreas rurales (Área B).

Jerusalén Oriental, considerada la capital histórica por parte de los palestinos, no está incluida en este acuerdo, y es uno de los puntos más conflictivos entre ambas partes.

¿Cuáles son los principales puntos de conflicto entre ambos?
La demora para el establecimiento de un Estado palestino independiente, la construcción de asentamientos de colonos judíos en Cisjordania y la barrera de seguridad en torno a ese territorio -condenada por la Corte Internacional de Justicia de La Haya- han complicado el avance de un proceso de paz.

Pero éstos no son los únicos obstáculos, tal como quedó claro en el fracaso de las últimas conversaciones de paz serias entre ambos grupos que tuvieron lugar en Camp David, Estados Unidos, en el año 2000, cuando un saliente Bill Clinton no logró un acuerdo entre Arafat y el entonces primer ministro israelí, Ehud Barak.

Las diferencias que parecen irreconciliables son las siguientes:

Jerusalén: Israel reclama soberanía sobre la ciudad (sagrada para judíos, musulmanes y cristianos) y asegura que es su capital tras tomar Jerusalén Oriental en 1967. Eso no es reconocido internacionalmente. Los palestinos quieren que Jerusalén Oriental sea su capital.

Fronteras y terreno: Los palestinos demandan que su futuro Estado se conforme de acuerdo a los límites previos al 4 de junio de 1967, antes del comienzo de la Guerra de los Seis Días, algo que Israel rechaza.

Asentamientos: Son viviendas, ilegales de acuerdo al derecho internacional, construidas por el gobierno israelí en los territorios ocupados por Israel tras la guerra de 1967. En Cisjordania y Jerusalén Oriental hay más de medio millón de colonos judíos, lo que le valió a Israel varias condenas de parte de Naciones Unidas.

Refugiados palestinos: Los palestinos sostienen que los refugiados (10,6 millones según la OLP, de los cuales casi la mitad están registrados en la ONU) tienen el derecho de regreso a lo que hoy es Israel, pero para Israel abrir la puerta destruiría su identidad como Estado judío.

¿Es Palestina un país?
El 29 de noviembre de 2012 la Asamblea General de la ONU aprobó la Resolución 67/19 mediante la cual se acordaba el ingreso de Palestina como "Estado observador no miembro" con las fronteras definidas antes de 1967 con 138 votos a favor, 41 abstenciones y 9 en contra.

La resolución, copatrocinada por 60 países, se pronunció "a favor de los derechos inalienables del pueblo palestino y pugna por el fin de la ocupación israelí iniciada en 1967 y por un Estado palestino independiente, soberano, democrático y contiguo con las fronteras definidas antes de 1967".

La resolución también expresó "esperanza de que el Consejo de Seguridad considere favorable la solicitud presentada el 23 de septiembre de 2011 por Palestina para su admisión a la ONU como Estado de pleno derecho".

En concreto, el cambio les permitió a los palestinos participar en los debates de la Asamblea General y mejorar las posibilidades de ser miembro de agencias de la ONU y otros organismos.

Pero el voto no creó al Estado palestino. Un año antes los palestinos lo intentaron pero no consiguieron apoyo suficiente en el Consejo de Seguridad. Casi el 70% de los miembros de la Asamblea General de ONU reconoce a Palestina como Estado.

No obstante, el 22 de marzo de 1979, el Consejo de Seguridad declaró en una resolución que la creación de asentamientos por parte de Israel en los territorios árabes ocupados desde 1967 no tiene validez legal y constituye un serio obstáculo para el logro de una paz completa, justa y duradera en el Oriente Medio.

Además, exhortó a Israel para que, como potencia ocupante, respete escrupulosamente el Convenio de Ginebra relativo a la protección de personas civiles en tiempo de guerra, rescinda sus medidas anteriores y "desista de adoptar medida alguna que ocasione el cambio del estatuto jurídico y la naturaleza geográfica y que afecte apreciablemente la composición demográfica de los territorios árabes ocupados desde 1967, incluso Jerusalén, y, en particular, que no traslade partes de su propia población civil a los territorios árabes ocupados".

¿Por qué EEUU es el principal aliado de Israel? ¿Quién apoya a los palestinos?
Primero hay que considerar la existencia de un importante y poderoso cabildeo pro-Israel en Estados Unidos y el hecho de que los medios de comunicación suelen ser favorables a la postura israelí.

De acuerdo a una encuesta encargada por la BBC el año pasado en 22 países, EE.UU. fue el único país occidental con una opinión favorable de Israel, y el único país de la encuesta con una mayoría de opiniones positivas (51%).

Sin embargo, una encuesta difundida este martes por el diario The Wall Street Journal y la cadena de televisión NBC mostró que sólo el 44% de los estadounidenses justifica los bombardeos de Israel sobre Gaza, en tanto el 53% piensa que Washington debería tratar a palestinos e israelíes de la misma manera, sin favoritismo alguno.

Además, EE.UU. e Israel son aliados militares: Israel es uno de los mayores receptores de ayuda estadounidense y la mayoría llega en subvenciones para la compra de armamento.

Los palestinos no tienen el apoyo abierto de una potencia. Sin embargo, la protestas realizadas en más de 30 países en las últmas semanas para repudiar los bombardeos contra la población de Gaza y la ocupación israelí, volvieron a evidenciar el respaldo popular que despierta la causa palestina alrededor del mundo.

En la región, Egipto dejó de apoyar a Hamas, tras la deposición por parte del ejército del presidente islamista Mohamed Morsi, de los Hermanos Musulmanes -históricamente asociados con el grupo palestinos- mientras que Siria e Irán y el grupo libanés Hezbolá son sus principales apoyos y aunque su causa genera simpatía en muchos sectores, por lo general no se traduce en hechos.

¿Qué están peleando ahora?
Tras años de negociaciones y rupturas sucesivas entre ambas partes, se logró un acuerdo de reconciliación el 23 de abril de 2014 entre Fatah y Hamas que dio paso, el 2 de junio de 2014, a la formación de un gobierno de unidad presidido por Mahmud Abbas y compuesto por 17 ministros designados por ambos grupos.

Los tres ministros residentes en la Franja de Gaza no pudieron asistir a la toma de posesión en Ramala porque Israel no les autorizó a salir. Abbas declaró que el nuevo gobierno reconocía al Estado de Israel y mantenía su compromiso de buscar un acuerdo de paz al conflicto con Israel. Se dió también seís meses de plazo para convocar nuevas elecciones presidenciales y legislativas.

El Departamento de Estado de los Estados Unidos aseguró que estaba "dispuesto a trabajar con el nuevo Gobierno, siempre que respete los principios reiterados por Abbas". En respuesta al acuerdo y antes de que acabase el plazo de nueve meses que las partes habían fijado para redactar un borrador de acuerdo de paz, el jefe del ejecutivo israelí, Benjamin Netanyahu, interrumpió las negociaciones de paz que se mantenían con los palestinos bajo los auspicios de los Estados Unidos y comenzó una escalada de violencia.

El 12 de junio tres jóvenes israelíes fueron secuestrados en Cisjordania y días después aparecieron asesinados. Israel culpó a Hamas y arrestó a cientos de miembros del grupo. Sin embargo, esta semana Israel reconoció que no podía asegurar quién fue el autor de ese crimen.

Tras los arrestos, Hamas lanzó cohetes sobre territorio israelí e Israel lanzó ataques aéreos sobre Gaza.

El 2 de julio -un día después del entierro de los israelíes- un palestino de 16 años fue secuestrado en Jerusalén Oriental y asesinado. Tres israelíes fueron acusados y desde Gaza se incrementó el lanzamiento de cohetes hacia Israel.

El 7 de julio Hamas se atribuyó la responsabilidad por el lanzamiento de cohetes por primera vez en casi dos años, tras una serie de ataques aéreos israelíes en los que murieron varios miembros de su brazo armado.

Al día siguiente las Fuerzas de Defensa de Israel lanzaron la Operación Margen Protector supuestamente destinada contra los militantes de Hamas en la Franja de Gaza, causando más de 1.800 muertos, en su mayoría civiles, incluidos niños, mujeres, médicos y refugiados de la ONU.

¿Cómo se justifica la violencia de ambas partes?
La decisión de dar luz verde a la fase militar en el terreno tiene, según Israel, un objetivo limitado: desarmar a los militantes palestinos y destruir los túneles construidos por Hamas y otros grupos con el objetivo de infiltrarse en Israel.

Israel quiere el fin de los lanzamientos de cohetes de Hamas contra territorio israelí, aunque la mayoría no impactan porque cuenta con la Cúpula de Hierro, un avanzado sistema antimisiles.

Israel dice que tiene derecho a defenderse y suele decir que cualquier Estado que se vea enfrentado a la realidad de convivir con un vecino que le lanza cohetes, reaccionaría como lo está haciendo, y culpa a Hamas de usar escudos humanos y de atacar desde zonas civiles en Gaza, algo que el grupo palestino niega.

Hamas asegura que lanza cohetes contra Israel como legítima defensa, en represalia contra la muerte de partidarios de Hamas a manos de israelíes y en el marco de su derecho a resistir la ocupación y el bloqueo. Las organizaciones palestinas sostienen que la ofensiva israelí responde a un intento por impedir el Gobierno palestino de unidad creado en junio pasado y debilitar aún más la posición palestina, por medio del sometimiento militar.

¿Qué tendría que ocurrir para que haya una oportunidad para la paz?
Los israelíes tendrían que apoyar un Estado soberano para los palestinos que incluya a Hamas, levantar el bloqueo a Gaza y las restricciones de movimiento en Cisjordania y Jerusalén Oriental.

Los grupos palestinos deberían renunciar a la violencia y reconocer el Estado de Israel. Y se tendrían que alcanzar acuerdos razonables en materia de fronteras, asentamientos judíos y retorno de refugiados.

Sin embargo, desde 1948, año de la creación del estado de Israel, muchas cosas cambiaron, en especial la configuración de los territorios en disputa tras las guerras entre árabes e israelíes.

Para Israel la ocupación es un hecho consumado, para los palestinos no, ya que insisten en que las fronteras a negociar deberían ser aquellas que existían antes de la guerra de 1967.

Además, mientras en el terreno bélico las cosas son cada vez más incontrolables en la Franja de Gaza, existe una especie de guerra silenciosa en Cisjordania con la continua construcción de asentamientos judíos, lo que reduce, de hecho, el territorio palestino en esas zonas autónomas.

Pero quizás el tema más complicado por su simbolismo es Jerusalén, la capital tanto para palestinos como para israelíes.

Tanto la Autoridad Nacional Palestina, que gobierna Cisjordania, como el grupo Hamas, en Gaza, reclaman la parte oriental como su capital pese a que Israel la ocupó en 1967.

Un pacto definitivo nunca será posible sin resolver este punto. Otros podrían negociarse con concesiones, Jerusalén no.

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