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El hombre que transformó a los monjes Shaolin en una marca global

Un abad chino estudió un máster para modernizar un templo de 1.500 años de antigüedad y lo transformó en un gran negocio              
15/10/2014 - 15:06hs
El hombre que transformó a los monjes Shaolin en una marca global

El antiguo Templo Shaolin en China, famoso por sus monjes que practican kung-fu, es en la actualidad no solo un espacio para la meditación religiosa, sino también un gran negocio.

Sucede que el gran maestro Shi Yongxin, abad de este legendario edificio, es una clase de monje budista poco habitual. En los últimos años dirigió la modernización del templo de 1.500 años de antigüedad e incluso estudió un máster para poder hacerlo mejor.

Sin embargo, su proceder tan similar al estilo occidental no pasó desapercibido entre sus compatriotas, que lo critican por "comercializar" el templo, cuyos monjes guerreros son conocidos por su destreza en las artes marciales.

En una reciente entrevista en Londres, el abad Shi Yongxin, afirmó a un periodista de la BBC que se considera demasiado viejo como para realizar las típicas acrobacias y movimientos de kung-fu por las que los Shaolin son célebres en todo el mundo. Tiene actualmente 49 años.

Empezó a practicar este arte marcial shaolin cuando era un adolescente, pero actualmente hace muy poco ejercicio físico y por lo tanto no hace ya demostraciones de kung-fu.

Su mayor proeza es haber convertido el Templo en una marca globalPara lograrlo, el abad Shi fue se transformó en el primer Shaolin en completar un MBA.

Pasó años promocionando de forma activa el templo, no sólo en China sino en todo el mundo, convirtiéndolo en una marca multimillonaria. También es presidente de la Asociación Europea Shaolin fundada en Viena, Austria, en 2010.

Pero su forma inusual de gestionar el Templo Shaolin es cuestionada. Según algunos informes de prensa, se lo acusa de manejar un auto de lujo y utilizar un iPad, también de tener cuentas bancarias secretas y casas lujosas en occidente. En las redes sociales chinas circulan también algunas críticas hacia su vida personal, según pudo relevar la BBC. 

Hasta ahora, el monje nunca reaccionó a estas denuncias. "Si estas cosas fueran un problema, se hubieran convertido en problemas a estas alturas", respondió Shi al ser consultado por estas acusaciones. 

No obstante, cuando se le preguntó si tomaría en consideración hacer públicas las cuentas del Templo Shaolin para poner fin a las sospechas sobre sus actividades comerciales, dijo que no podía hacerlo porque podía tener consecuencias para otros templos budistas.

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