Juan Pablo Escobar Henao, hijo del narcotraficante Pablo Escobar Gaviria, habló sobre su padre, su infncia y su vida en la Argentina.

“Sinceramente, me da mucha tristeza ver un incremento de la violencia en la Argentina”, dijo sobre el avance del narcotráfico en el país, donde vivió más de 20 años.

 “Hay una realidad que va mucho más allá de la seguridad y el narcotráfico: el narcotráfico es un excelente negocio gracias a la prohibición. Esto no quiere decir que la legalización sea la única salida, quiere decir que las estrategias que se han planteado desde hace 40 años para combatir este flagelo lo único que han demostrado hasta ahora es que han sido obsoletas y que no han funcionado en absoluto”, comentó en una entrevista con CronistaTV.

El joven suele hacer una distinción entre su padre en relación a su familia, y su padre como narcotraficante. “Yo no puedo renunciar al amor incondicional que siento por mi padre. Pero su vida estuvo llena de contradicciones. Era un hombre que tenía un alma guerrillera y fundó el primer grupo paramilitar de Colombia. Era un hombre que repudiaba el secuestro y después terminó secuestrando personas”, aseguró.

 “La lección más fuerte que recibí en mi vida es la de saber que mi padre no es ni fue inocente”, reconoció Juan Pablo.

Al recordar su infancia, plasmada en su libro "Mi padre", de editorial Planeta, Juan Pablo Escobar puntualizó: “Estábamos rodeados de millones de dólares en efectivo pero muertos de hambre, literalmente, no teníamos la libertad de salir a comprar comida”. También recordó una anécdota muy fuerte de cómo las piñatas de su cumpleaños se llenaban de dinero, en lugar de las clásicas golosinas.

Sobre el destino de la fortuna de su padre, Escobar Henao dijo que: “Todos los dineros se los entregamos a los carteles enemigos. Porque quisieron recuperar todo el dinero que habían invertido en la muerte de mi padre. Y a nosotros no nos quedó otra opción que entregar la totalidad de los dineros. Conocían exactamente donde estaba toda la fortuna. Y si escondíamos una sola moneda, éramos hombre muerto”.

 “Y el tiro aparece exactamente donde toda la vida nos dijo a mí y a mi madre que se lo iba a pegar”, dijo el hijo del narcotraficante colombiano sobre la posibilidad de que su padre se haya suicidado poco antes de ser encontrado por la policía de su país.

Del narcotráfico, el hombre subrayó que “no es un buen negocio, a la larga te lo quita todo, tu libertad, la vida de tus seres queridos y hasta la tuya propia”. Sobre su cambio de nombre real por el del Sebastián Marroquín, dijo que “el cambio tuvo que ver exclusivamente con la seguridad y la vida nuestra”. Y agregó: “El cambio de identidad ocurre después de la muerte de mi padre, y lo utilizamos para poder salir del país, ya que salir de Colombia como Juan Pablo Escobar estaba absolutamente vetado, era imposible lograrlo”.

“Ese contraste es otra de las contradicciones de mi padre. Por un lado era un hombre muy amoroso con su familia, y por el otro era un hombre que hacía mucho daño al país con su violencia”, señaló

Escobar Haeno descartó la posibilidad de haber pensado alguna vez en seguir los pasos de su padre. “Yo elegí desde siempre ser un hombre de paz, porque no puedo hacer oídos sordos. Porque yo lo ví a él crecer como narcotraficante pero ví cómo la violencia retornaba contra nosotros con mayor ferocidad”. Y agregó: “Llegamos a vivir momentos en la familia en los que nos estábamos muriendo de hambre, literalmente, no es ninguna exageración, estado rodeados de millones de dólares en efectivo pero sin tener la libertad de salir a comprar comida”.