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La mujer que se fue de viaje y estuvo 19 dí­as en coma, cuenta su historia

Durante un crucero por el Caribe sufrió una una grave infección, la negligencia médica que recibió en el barco y en Jamaica casi le cuesta la vida
26/06/2015 - 21:19hs
La mujer que se fue de viaje y estuvo 19 dí­as en coma, cuenta su historia

La historia de Ana María Arroyos se puede contar solo gracias a un milagro. Esta mujer quiso realizar el viaje que parecía ser un sueño, y que por negligencia médica, terminó convirtiéndose en una pesadilla

Durante un crucero por el Caribe, que en un principio se trataba de unas merecidas vacaciones con su hija Celeste (22) y casi termina con su vida, literalmente, por una grave infección y la pésima atención médica que recibió en Jamaica. Su caso causó una fuerte reacción en la opinión pública.

Ana María, después de estar 50 días hospitalizada, se recupera lentamente en su casa en Quilmes. A pesar de su delicada condición, le concedió una entrevista telefónica al diario Clarín para contar su odisea.

A pocas horas de comenzar el viaje, Ana María fue atendida por los médicos del barco por fuertes dolores abdominales. Fue mal diagnosticada, los médicos del crucero decían que tenía un supuesto cuadro de apendicitis y decidieron bajarla en Kingston junto a su hija. La operaron en la capital de Jamaica y quedó 19 días en coma. Mientras, su familia y amigos libraban una lucha desde Buenos Aires para conseguir su traslado en un avión sanitario.

"Sufrí mala praxis tanto en el barco como en el hospital jamaiquino. Si no me trasladaban o tardaban un día más, me moría", recuerda Ana María, todavía débil ya que  su recuperación será larga y difícil. "Estuve 19 días internada en Jamaica y otros 30 en Buenos Aires. Mi cuerpo tiene muchas secuelas, como cólicos intestinales severos, traqueotomía y falta de tonicidad en los músculos. Perdí más de 10 kilos y no puedo caminar. Los médicos me dicen que mi recuperación nunca va a ser total porque sufrí un gran deterioro y hay cosas que no se recuperan", lamentó.

Su caso tuvo al país expectante durante varios días. Mientras su hija la acompañaba en Jamaica,  su marido y su hija mayor convocaban a los medios y peleaban desde acá. Sin embargo Ana María sostuvo que “no hubo nadie del Estado ni de los sectores políticos. Nos abandonaron. Mi familia se sintió muy sola; los únicos que nos ayudaron fueron los medios”.

A pesar de la falta de colaboración desde los organismos públicos la gente se levantó:" Hubo manifestaciones de todas las religiones y de todas las edades. Colaboraron desde lo moral hasta lo económico. Incluso, personas que no me conocen. Hasta organizaron cadenas de oración en muchos lugares de América Latina. En el Finocchietto encontré un grupo humano maravilloso, se convirtieron en mi segunda familia. Me di cuenta de que en estas situaciones extremas, la gente saca lo mejor de sí. La buena vibra de la gente fue lo que me salvó la vida", enfatizó Ana María.

Según consignó Clarín, la supuesta mala praxis sufrida tanto en el crucero en el que viajaba, como en un hospital de Kingston, casi le ocasionan la muerte. A pesar de que hoy puede contar la historia, Ana María y su familia están trabajando con dos estudios jurídicos de Miami para iniciar las acciones legales correspondientes con la empresa turística y con los médicos jamaiquinos.

 "Por ahora estamos presentando la documentación que nos piden y en principio apuntamos a los responsables del barco. El tema de Jamaica lo veremos en una segunda instancia", explica Arroyos. Si bien la empresa Assist Card se había ocupado de los gastos del traslado en avión sanitario, los 19 días que estuvo internada en Kingston le significaron a la familia desembolsar más de US$ 40.000 que fueron recolectados gracias a sus amigos, familiares, vecinos y la comunidad en general.


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