Más allá del conocimiento: ¿cuáles son los beneficios de aprender algo nuevo?
La rutina va generando en muchas personas conductas rígidas que les impiden aprender actividades y hábitos nuevos, limitándolos a la hora de crecer como individuos en las diferentes áreas: intelectual, social, espiritual y otras.
El aprendizaje es un proceso de construcción en el cual el sujeto ocupa un rol activo en la interacción con el medio.
Por lo tanto, su éxito va a depender del interés, del deseo y de la decisión de cada uno para la elección de nuevas actividades y desafíos como aprender un idioma nuevo; arte; música; habilidades manuales; deportes nuevos; etc.
Para realizar cualquier aprendizaje, la persona tiene que salir de su estado de comodidad, ese que le da cierta seguridad, pero que no le permite crecer como ser humano.
¿Qué se requiere para poder realizar nuevos aprendizajes? Son necesarios algunos factores a tener en cuenta:
-Apertura a nuevos conocimientos y actividades
Tener una estructura de pensamiento flexible, es decir, no ver las cosas en blanco o negro sino que existe una gama de posibilidades, que son los grises, en la visión e interpretación de los hechos, para poder realizar cambios en el comportamiento;
-Pensamientos y conductas proactivas
Los estudios muestran que los sujetos que están abiertos y predispuestos a realizar aprendizajes nuevos reciben un sinfín de beneficios.
Algunos de ellos son: multiplicar la creatividad, mejorar la resiliencia -la capacidad para enfrentar los diferentes obstáculos de la vida, sin enfermarse-, potenciar las habilidades sociales; aumentar la autoestima; desarrollar la capacidad para la resolución de problemas; estimular el pensamiento positivo; experimentar emociones de bienestar y la actitud optimista frente a la vida en general.
¿Pero por dónde empezar a cambiar para encarar el aprendizaje? Se puede lograr de forma gradual, es decir en los hábitos y conductas de la vida cotidiana que resultan más fáciles.
Algunos ejemplos pueden ser no ir al trabajo siempre por el mismo lugar o no sentarse siempre en el mismo puesto.
Por último, siempre hay que tener en cuenta que comenzar una nueva actividad siempre cuesta, pero una vez que hacemos el esfuerzo y logramos concretar, no resulta tan difícil como imaginábamos.