Ante la falta de casamientos en el país, los jóvenes inventan "falsas bodas"
Cada vez hay menos casamientos en los registros civiles del país, pero un grupo de amigos encontró la manera de mantenerlos vigentes solo por diversión e inventó las "falsas bodas".
La iniciativa surgió luego de unos amigos, cansados de no tener una fiesta para celebrar algún matrimonio, decidieron crer una. Y fue un éxito.
Estas fiestas reúnen todos los rituales típicos de un casamiento: recepción, ingreso de la novia, ceremonia, lanzamiento del ramo, barra libre y las tandas de baile. Pero los que se "casan" son actores contratados. Para cada encuentro hay una historia diferente. Un novio abandonado, una novia arrepentida y hasta un matrimonio igualitario.
En estas "falsas bodas" los "invitados" no llevan regalo, pero pagan hasta $600 la entrada para poder participar.
Este último sábado a la noche se realizó la séptima, con 600 personas que participaron en un salón de fiestas de Palermo, cuenta el diario Clarín. Las anteriores habían sido en La Plata y en el exterior. La del sábado, que se extendió hasta la madrugada del domingo, fue la primera en territorio porteño.
"Al no ser amigos del colegio, ni de un club en común, jamás hubiésemos tenido una fiesta de casamiento juntos. Sólo existía esa posibilidad si alguno de nosotros lo hacía, entonces decidimos hacer la propia", le contó al diario Clarín Martín Acerbi, uno de los impulsores de esta iniciativa.
La fuerte merma en la cantidad de parejas que deciden contraer matrimonio explican en parte esta insólita tendencia. En la Ciudad de Buenos Aires, el año pasado hubo 11.478 matrimonios, la mitad que en 1990. En Rosario, en 2013 se registró el número más bajo de matrimonios de los últimos 25 años. Fueron apenas 3.500 las parejas que contrajeron enlace, casi un 10% menos que en el 2012. En la provincia de Buenos, bajaron de 48 a 45 en tres años.
La psicóloga Irene Loyola, especialista en Terapias con Enfoque Familiar, lo interpreta así: "Por un lado, la renuncia al casamiento pasa por el deseo joven de manifestar la autenticidad y legitimidad de su lazo de amor que no tiene que ver con un papel. Hacer una fiesta de falsa boda sigue el mismo movimiento. Lo importante de la boda es la fiesta, no el compromiso de dos personas que, por amor, quieren pasar la vida juntos y eventualmente formar una familia", analiza en diálogo con el matutino y continúa: "Resulta la máxima ironía sobre la ceremonia matrimonial; no importa que nadie se case, tengamos igual la fiesta que es lo importante: producirnos y divertirnos".
Otro de los escollos en la planificación de un casamiento real es el precio. El paquete básico que incluye salón, catering y disc jockey, es de por lo menos $500 por persona, si se elige la opción más económica y no se tienen en cuenta los gastos de belleza de la novia, la barra, las alianzas, el traje del novio, la ambientación y el fotógrafo. En este caso eso, cuando se trata de una falsa boda, no es un problema, ya que lo solucionan con el precio de la entrada. Incluye comida y bebida. Aunque los novios, o al menos los verdaderos, nunca lleguen a saludar en el atrio.