Para el massismo, el ajustado triunfo del PRO "desnuda la debilidad de Macri"
La corta distancia que terminó sacando el PRO con Horacio Rodríguez Larreta sobre Martín Lousteau de ECO en el balotaje porteño, le infló el pecho a Sergio Massa, líder del Frente Renovador y precandidato presidencial de UNA.
Es que en el entorno del tigrense, el ajustado triunfo del PRO en Capital "desnuda la debilidad de (Mauricio) Macri", quien decidió nacionalizar la campaña de la Ciudad para mantener la polarización con el kirchnerismo. "Esto nos abre una enorme oportunidad", analizaron allegados al ex jefe de Gabinete de Cristina al diario Clarín.
Massa se enteró de los resultados porteños apenas bajó del avión que lo traía desde Catamarca a partir de las llamadas de sus asesores, que no podían creer los números.
Tal fue el entusiasmo, que recién bajado del avión y todavía en la camioneta de camino a su casa, Massa citó a su equipo a las 22 en Tigre, para analizar lo que entendían "el nuevo escenario".
También se proponían revisar la actualización de la encuesta que todos los meses le hace a Massa su gurú de campaña, el peruano Sergio Bendixen. El jueves Bendixen llevó esos datos, que medían además lo que pasaría en la Ciudad con precisión casi quirúrgica: sobre 690 casos, le daba 52,2% a Larreta y 48,8% a Lousteau.
Massa no le creyó, y anoche lo llamó para disculparse. Cerca del tigrense aseguraron que esos últimos números "confiables" auguran una paridad en las PASO entre UNA (el espacio Massa- José Manuel de la Sota) y Cambiemos, de Macri- Ernesto Sanz y Lilita Carrió.
El líder del Frente Renovador concentrará su discurso en dos ejes: criticar las encuestas (hasta ayer todas hablaban de un triunfo del macrismo por 10 puntos en la ciudad) y romper la idea de la polarización entre Scioli y Macri.
Con ese plan, hará campaña en el conurbano y fortalecerá su presencia en la provincia de Córdoba y el norte del país.
"El secreto para construir proyectos grandes es amplio y plural, el sectarismo y la soberbia sólo generan derrotas", le pegó Massa por elevación a Macri. Felicitó a Larreta (tiene excelente relación personal, sus esposas son amigas) y a Lousteau. "Que sepa Horacio que si los argentinos me eligen para gobernar podrá contar conmigo", dijo en diálogo con el diario Clarín anoche.
Massa criticó a los encuestadores que dieron números erróneos: "La elección que hizo Lousteau muestra que hay que hacer política con las convicciones, no con las encuestas".
Y la diputada Graciela Camaño cargó en Twitter contra Macri y su discurso en el búnker que los fondos de seguridad social estuvieran en manos de la ANSES y no de las AFJP, todas medidas que el PRO rechazó y votó en contra cuando fueron debatidas en el Congreso.
"El procesado está hablando para la tribuna. Si decís lo que vas a hacer no te votan", escribió comparando a Macro con el ex presidente Carlos Menem.
Debajo del líder fueron más rotundos: "Se terminó la mentira de la polarización. Está claro que el PRO es un voto de clase alta", sostuvo el senador provincial y cuñado de Massa, Sebastián Galmarini.