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Simuladores: universidades invierten en herramientas que acercan al aula la práctica en tiempo real

El tipo de cambio retrasado complica la adquisición de estas plataformas que, en su mayoría, son extranjeras. Cuáles son sus principales ventajas
26/09/2015 - 09:30hs
Simuladores: universidades invierten en herramientas que acercan al aula la práctica en tiempo real

En el sentido común, los simuladores aplicados a distintas actividades pueden sonar como una herramienta similar a los videojuegos. Pero en la medida en que empresas de desarrollo se especializaron en esta área, su campo de acción se multiplicó con creces, y su valor trascendió ampliamente el entretenimiento. 

Esta tecnología es además un campo con alto potencial de negocio. Tanto es así que gigantes como Microsoft compran a las pequeñas empresas que "hacen punta" en esta área.

Por caso, la firma creadora del Windows cerró en agosto la adquisición de una firma desarrolladora de juegos virtuales para empresas, Incent Games. Su programa más conocido, FantasySalesTeam, busca estimular la motivación y productividad de los equipos comerciales, con una estructura inspirada en los deportes. Los distintos "teams" de ventas compiten entre sí para desarrollar una estrategia y lograr resultados, mientras ven en tiempo real lo que sucede en el "mercado" en el que operan.

Si bien la aplicación de simuladores en materia de educación no es nueva, en los últimos años estas herramientas comenzaron a expandirse en áreas de estudio que antes las descartaban en base a preconceptos erróneos, desde la Administración y las Finanzas, pasando por Marketing y Turismo, e incluyendo sobre todo su uso en asignaturas técnicas y talleres, para testear prototipos y proyectos.

Sobre todo se utilizan en posgrados, y es en ese campo que están actualmente ganando terreno en la Argentina. Así lo vieron, por ejemplo, en la firma de desarrollo española CompanyGame, que desde febrero pasado instaló en el país un representante, para estar más cerca de los clientes locales y expandir su porción en el mercado.

"Cuando nos pusimos a pensar en qué países podía funcionar esto, pensamos en Latinoamérica. En la Argentina ya teníamos muchos contactos previos y algunos clientes, y su educación superior es la que tiene mejor fama o imagen en la región", contó a Campus-iProfesional José Suárez, encargado de International Business Development en CompanyGame.

"En la Argentina está creciendo muchísimo la adopción de tecnología en las aulas y todo lo que es 'gamificación'. Se ofrece muchísimo, sobre todo en centros privados. Son muy abiertos a la tecnología y lo ven también como un diferencial para los alumnos", añadió el ejecutivo español.

Las ventajas de estos programas frente a otros métodos pedagógicos son múltiples, pero pueden resumirse en una central: acercar la experiencia profesional al trabajo teórico realizado en el aula.

"El propósito general del uso de simuladores, consiste en transformarse en un espacio de formación a nivel teórico, metodológico y práctico. Si bien implica una transición, la integración de tecnología a las aulas enriquece las actividades y colocan al alumno en escenarios reales que los compelen a ponerse en 'situación de' y resolver las situaciones que se les presenten", opinó al respecto Manuel Velasco, vicerrector de Asuntos Académicos Universidad Siglo 21.

"Se trata de tener una herramienta metodológica distinta, para que se pueda poner en contexto la formación", dijo por su parte Sebastián Auguste, Director de los programas MBA y Executive MBA de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT). "Hay cosas que uno puede contar, como decirte que falta confianza en un equipo de trabajo, y eso los alumnos lo entienden porque es razonable. Pero no es lo mismo que vivirlo. Eso los marca con fuego, que es lo que suele suceder con los juegos", prosiguió.

Puso como ejemplo un simulador llamado "El juego de la felicidad", donde los estudiantes toman decisiones de riesgo, de inversión, y reciben un reporte de lo que hizo todo el curso. "Ellos mismos se sorprenden de las decisiones que tomaron", apuntó el docente de MBA.

Enseñar a partir de una simulación se trata de ver cómo funcionan las estrategias. "Se forman grupos que compiten como si fueran empresas. Entonces pueden ver en tiempo real como si a una de las empresas aumenta su participación de mercado, a otro de los equipos le afecta en su porción, etc. Cuando se ve un caso de estudio en una clase, eso no se da", dijo a este medio Gustavo Adamovsky, Decano de la Facultad de Ciencias Empresariales en UCES.

Otra de las ventajas es que, al usarlo en los últimos años de la carrera, confluyen en esta herramienta decisiones que se toman aplicando todo lo que los estudiantes vieron en otras materias de manera aislada. "Lleva a los alumnos a una práctica mucho más realista", aclaró el docente de UCES.

Suárez puso como ejemplo uno de los programas más exitosos de CompanyGame que es sobre emprendimiento deportivo, y trata de gestionar un gimnasio. Los alumnos tienen un presupuesto y deben definir desde el perfil que tendrán los clientes, qué servicios ofrecerá la empresa y hasta cuántas toallas comprar para los "lockers". Tras varios meses de llevar adelante la empresa, los alumnos obtienen un resultado.

Además, el plus motivacional que generan los simuladores en los alumnos es intenso. "Un caso de estudio lo ves, con un simulador lo vivís, es una experiencia vivencial", aseguró el directivo de UTDT.

Barrera cambiaria y tecnológica
En la Argentina la posibilidad de utilizar estas herramientas sólo es posible en las zonas geográficas y universidades que cuenten con la infraestructura adecuada.

No es el único país que tiene cierta "barrera tecnológica" que influye en su capacidad educativa. Bien lo saben las firmas de desarrollo de software, que intentan diseñarlos para que puedan ser utilizados sin necesidad de tener conexión permanente a Internet o al campus virtual de la casa de altos estudios.

Velasco, desde una de las universidades pioneras en educación a través de la tecnología en el país, consideró: "Dentro de los sistemas educativos de la región, la presencia de las TICs es un dato innegable en los últimos años. Si bien contamos con múltiples y ricas experiencias de su implementación en los procesos de enseñanza-aprendizaje, son varios los analistas que destacan la inadecuación de los sistemas educativos para dar rápida respuesta a los desafíos de las nuevas tecnologías".

El otro problema que tienen las universidades locales que quieren aplicar estos sistemas es su adaptación al contexto local. "En la Argentina el mercado hoy en día es chico, por eso la mayoría de los simuladores vienen de afuera y están adaptados. Por ejemplo, los simuladores de operaciones funcionan bien, pero los de negocios internacionales o marketing, que son muy particulares, quedan un poco lejanos en los conceptos", comentó Auguste.

"Tenemos simuladores de contabilidad que funcionan muy bien, pero para hacerlos en otros países como Argentina son muy difíciles de adaptar, porque las regulaciones son distintas", agregó Suárez.

Los simuladores de CompanyGame, por ejemplo, pueden ser "customizados" por las universidades. Algunos son de competencia de equipos, y otros son para que el alumno opere solo con la máquina (no competitivos), que son los más utilizados en los casos de educación a distancia. También hay otras versiones mixtas, donde quizás los equipos toman decisiones en el aula y luego reciben online la devolución, entre otras modalidades.

Respecto a su duración, hay casos en los que la simulación se da en solo un par de clases, "aunque los preferidos por las universidades son los que se desarrollan durante todo un semestre", aclaró Suárez, y reveló que los programas más pedidos a la compañía española son los de marketing o de internacionalización.

La última barrera para la adopción de esta tecnología es el costo. "En la materia negocios internacionales del MBA quisimos usar un simulador norteamericano que es muy bueno, pero el costo por alumno con el tipo de cambio ahora no ayuda", contó Auguste.

De acuerdo a las fuentes relevadas por Campus-iProfesional, el valor que deben abonar las universidades o escuelas de negocios para acceder a estas plataformas es de entre 10 y 40 dólares por estudiante.

"Hay más baratos y más caros. Hay de 5 dólares por alumno, que nosotros los tenemos como parte de un convenio de largo plazo con Harvard, por el cual pagamos una tarifa anual", detalló el directivo de Di Tella, donde hace unos cinco años que usan estas tecnologías en materias del MBA y de la Maestría en Finanzas.

Se trata de decisiones de presupuesto. Algunos de los directivos consultados ejemplificaron diciendo que contratar un simulador para una clase entera es más caro que lo que se le paga al profesor y el ayudante de la misma aula.

"Hay algunos que son más específicos son más económicos, y los que son más generales son más costosos. Quizás estos últimos duran todo un cuatrimestre y los anteriores duran tres días. En algunos casos se pagan por grupos en lugar de por individuo, y de esa forma resulta más económico", comentó Adamovsky.

Las fuentes coinciden también en que a nivel nacional, por lo pequeño del mercado, no hay desarrollo de simuladores de calidad para las materias de escuelas empresariales. "Hay buenos simuladores de negocios, creados por la misma gente que hace simuladores de vuelo. Pero es una tecnología cara. Generalmente se los venden a las empresas para capacitación del personal", amplió el directivo de UTDT.

Por el contrario, en el caso de la mencionada firma española, un 80% de su negocio está compuesto de universidades y escuelas de negocios. Aunque Suárez reconoce que "en el ámbito empresario el simulador está extendido y es más rentable económicamente".

Inversiones
Pese a estas trabas y los altos costos, las casas de estudio en la Argentina tienen planes para seguir profundizando su uso de simuladores en la docencia.

Esta es la impresión que tiene Suárez, quien está actualmente en conversaciones con universidades locales muy importantes para enviarles propuestas que amplíen el uso que ya dan a sus simuladores en otras materias como comercio exterior, administración de empresas, marketing.

La Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES) desde 2003 que tiene en sus carreras de grado de Marketing y Dirección de empresas materias enteras que giran en torno a estos programas, como "Simulación Empresarial" y "Juegos de Simulación". Ahora el plan, según dijo Adamovsky a iProfesional, es extender esta práctica educativa a pequeñas simulaciones de otras materias, como Sistemas de financiación gerencial.

Asimismo, la Universidad Siglo 21 incorporó esta herramienta este año. En abril, la entidad cordobesa colocó la piedra basal para Labs21, su nuevo edificio para aprendizaje experiencial, construido para el aniversario número 20 de la casa de altos estudios, con una inversión total prevista de $25 millones.

Allí ubicó también simuladores para "crear conocimiento a través de la transformación de la experiencia" y la "generación de proyectos que simulen la realidad profesional", según comentó Velasco a Campus-iProfesional. Estas instalaciones prevén espacios de trabajo participativo, aulas de diseño o informáticas, dinámicas interactivas, software especializados, la utilización de tecnología de realidad virtual, "gamification", juegos sociales, metaverso 3D y 4D. 

Respecto a los simuladores, "actualmente, nos encontramos indagando los proveedores y las posibilidades disponibles en la provincia, el país y la región. Esta búsqueda se encuentra orientada a complementar la tecnología -software y hardware- y los objetivos perseguidos por este proyecto", contó Velasco.

En ese marco, el vicerrector de Asuntos Académicos confirmó que la entidad planea ampliar su inversión en simuladores en un futuro cercano: "El proyecto contempla distintas etapas de implementación en las que se irá incrementando la inversión en recursos financieros y humanos para cumplir con el objetivo de que todos los alumnos de Siglo 21 pasen por esta instancia de aprendizaje experiencial".

También en UTDT tienen planes de continuar sumando tecnología a sus clases: "Estamos abiertos a incorporar más simuladores. A fin de año hubo un concurso interno para innovar en temas metodológicos y se dio financiamiento a quienes quieren implementar simuladores o técnicas más modernas vía web en sus clases", contó Auguste.