La Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) recomendó para América del Sur establecer alianzas comerciales directas entre sus naciones e incluso con otras regiones del mundo con el objetivo de atenuar el impacto de un nuevo estancamiento en su economía en 2016.

Una de las limitaciones que presenta el actual sistema financiero internacional es la incapacidad para proporcionar los niveles deseados de financiamiento que permitirían el desarrollo de las economías reales, en medio de una elevada volatilidad, lo que influye a los países sudamericanos.

En ese sentido, el informe de la ONU, aconseja a los países en desarrollo como lo es Argentina a avanzar en iniciativas regionales e interregionales que den lugar a acuerdos de intercambio, como la Aladi.

Aunque la economía mundial está inundada de liquidez y el costo de salir a tomar créditos es realmente bajo, todavía muchos países en desarrollo tienen dificultades para obtener fuentes de financiación internacional para la inversión productiva a largo plazo, según afirmó la Unctad.

Después la crisis de 2008, hubo un avance para modificar los problemas de regulación que llevaron al estallido financiero, aunque aún quedan deudas globales como cambios en el sistema de ponderación de riesgo y la dependencia de las agencias privadas de calificación.

Naciones Unidas percibe que la estabilidad financiera es un factor clave para promover la inversión, en pos de alcanzar los objetivos de desarrollo sustentable que conforman la "nueva agenda", y para ello se necesitan diagnósticos "menos sesgados".

El estudio realizado por la organización, proyecta que la economía global continuará en crecimiento en torno al 2,5% anual durante 2015 y un crecimiento apenas mayor (3%) de la Unión Europea, que continúa en recupero aunque de forma muy despareja; y Japón crecer 1%.

Por su parte, los países subdesarrollados enfrentan un ambiente externo más difícil (fundamentalmente por la caída de los precios internacionales de las materias primas) por lo que van a disminuir sus tasas de crecimiento, según detalló el economista Pablo Borzt, encargado de presentar el informe.

La cooperación Sur-Sur podría enfocarse en reforzar el papel de los bancos de desarrollo dado que hay una rica experiencia para aprovechar en esta región del globo y, principalmente, recursos naturales por explotar m s ampliamente.

Asimismo, la ONU no espera un crecimiento marcado de exportaciones, por lo que la salida de la crisis no estará allí, ya que el volumen (cantidad de cosas) está sustancialmente por debajo de la tendencia previa a 2008.

Con respecto al comercio internacional, este creció por encima de la expansión del PBI global hasta 2008 y desde allí comenzó a desacelerarse, hasta casi empatar la tendencia y ahora habr una reconfiguración de los patrones de esa actividad .

Hasta 2014, China era un gran motor del comercio internacional tanto en la región asiática como con Estados Unidos y Europa, pero ahora se vislumbra que el intercambio ser m s entre países desarrollados, lo que se denomina "norte-norte".La caída de los productos primarios .El factor más notorio en cuanto a precios entre la segunda mitad de 2014 y la actualidad es la disminución de las commodities, no sólo petróleo sino también minerales y productos agrícolas (soja, maíz y trigo).

Hay dos factores que explicarían esa caída: por un lado, la maduración de las inversiones en minería y petróleo (shale oil) y la expansión de la frontera agrícola, por lo que la oferta se expandió más rápido que la demanda; y por otro, la gran participación de inversores financieros en las commodities. En esa misma línea, Bortz dijo que el impacto del freno del comercio internacional sobre América Latina ser "sustancial" dado que en los últimos años se observó una reprimarización de la economía en esta Región del mundo.

Esa reprimarización se dio por el mayor aumento de las exportaciones primarias respecto de las industriales, por lo que ahora el continente "se verá muy afectado en términos de intercambio: esto vale para Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Perú".

"El impacto se sentirá a pesar de que estos países sudamericanos avanzaron en los últimos años en proyectos mineros y petroleros, mientras que América Central pasar un 2016 más calmo porque el peso de la actividad primaria es menor y aumentarían las remesas desde Estados Unidos".

Ante esta permanente inestabilidad financiera, el economista apuntó en la sede la Naciones Unidas en Buenos Aires que en los posteriores a la crisis de 2008 también se observó "decreciente y significativa disparidad en la distribución del ingreso".

"Se requiere un marco coordinado global para atacar los problemas, aunque esto no se estaría dando debido a los condicionamientos políticos", concluyó el Doctor en Economía por la Universidad Tecnológica de Delft, Países Bajos.