Juliana Awada, la mujer que cambió el estilo de Macri

Luego del debate de candidatos presidenciales, el beso que Juliana Awada le estampó a su marido, Mauricio Macri, ante las cámaras, la química entre la pareja dio mucho que hablar en las redes sociales y en los medios de comunicación. 

Y el domingo por la noche, cuando se conoció la noticia de que la ventaja a favor de Cambiemos en el balotaje era irreversible, también acompañó a su esposo y compartieron un emotivo abrazo en familia, con su hija Antonia.

Desde hace seis años, cuando comenzó el romance entre el Presidente electo y Awada, Macri la llama "mi negrita hechicera", y no es por nada. Fue una de las grandes responsables del cambio de estilo que él mostró en los últimos años. 

Junto a Awada, el ex presidente de Boca Juniors se afeitó el bigote, se acercó a la familia y la meditación. Dice que ella adivina sus tensiones y su mal humor, y lo desarma en el acto. 

Si bien se conocían por haberse cruzado en eventos sociales, según reportó el diario Clarín, recién se acercaron en el gym Ocampo, de Barrio Parque. Ella lo "relojeaba" durante su rutina de ejercicios, y él de vez en cuando levantaba la vista de la bicicleta fija, donde leía los diarios, para mirarla.

Luego vino el noviazgo público, el casamiento, el embarazo y la llegada de Antonia, todo en medio de la carrera de Macri que siempre tuvo como objetivo final la Presidencia.

Juliana proviene del mundo empresarial de la moda. Trabaja como creativa desde los 18 años en la firma creada por su familia, pero además estudió diseño de indumentaria en Gran Bretaña y análisis de sistemas en el CAECE. 

El mérito de Juliana fue aggiornar los diseños de la empresa familiar. En tanto, su hermano Daniel maneja la marca infantil Cheeky, y Zoraida la mayor, se encarga de la parte comercial de Awada. Leila es artista plástica y Alejandro, el conocido actor, está en la otra vereda política. 

El estilo de la futura Primera Dama es siempre sobrio y descontracturado, y no tiene problema en alternar trajes y vestidos de su propia marca con modelos de Tramando, Ménage a Trois y otros diseñadores argentinos, como la ex mujer del padre de Mauricio, Evangelina Bomparola. 

Tampoco se priva de vestir prendas de los grandes modistos internacionales como Valentino, Céline, o zapatos de Manolo Blahnick. Pero los puede intercalar con jeans desgastados y ponchos, incluyso alguna camisa de la marca de bajo costo, H&M.

Para completar el look, siempre lleva el cabello largo, suelto o recogido en una cola. Le peina desde siempre Carmen, de la cadena Cerini de peluquerías, según informó el matutino. 

Por otra parte, el círculo del titular de Cambiemos lo completan los hijos del jefe de Gobierno porteño. Antonia, de cuatro años, duerme en la cama matrimonial junto con la pareja. Es la debilidad del papá, que le llegó a sus 50 años, apuntó Clarín. 

Es la cuarta hija para él, después de Agustina (32 años) -cineasta-, Jimena (28)-artista plástica- y Francisco (25) -músico-, que tuvo con Yvonne Bordeau.

Juliana además tiene otra hija, Valentina (13) fruto de su relación con el conde Bruno Barbier, multimillonario belga, a quien conoció en un avión.