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El director de cine habló de su nueva película y confesó cuáles son sus mejores clásicos de espías. En medio de la preparación de The Big Friendly Giant
04/12/2015 - 11:40hs

Steven Spielberg tiene el mismo entusiasmo con el que lo haría un director nuevo, lo cual explica por qué a los 68 años y con 3 estatuillas doradas, incluyendo la del prestigioso Oscar a la trayectoria, no puede parar de trabajar.

El mismo explica que al quedar tan encantado por la historia del intercambio de supuestos agentes en plena guerra fría que relata El puente de los espías que decidió suspender el proyecto en el que trabajaba para reencontrarse con Tom Hanks en la cuarta película que hacen juntos y marcharse a rodar de inmediato. Con otra película terminada, The BFG, una historia para niños que se estrenará en julio y todo listo para comenzar otra incursión en la ciencia ficción, Ready Player One, quien este año ganó una verdadera fortuna como productor de Jurassic World todavía sueña con poder rodar varias propuestas más, entre las que se cuentan una nueva visita al mundo de Indiana Jones y el último guion de Dalton Trumbo, Montezuma, sobre la conquista española de México.

Consultado por La Vanguardia acerca de su inclinación por las películas de Spielberg, el reconocido director dijo: "Me encantan, aunque me gustan más las comedias de espías como Flint. Además crecí leyendo la revista Mad, y cualquiera que lo haya hecho está muy familiarizado con Spy vs. Spy". Obviamente también me gustan las de James Bond, pero ésta era una película de espías muy diferente a todas las demás porque se acerca más a cómo cuentan los historiadores las cosas que a como la cuentan los guionistas que escriben historias de ficción sobre espías".  En esa misma línea, Spielberg señaló que el quería contar los detalles de cómo se realizó el intercambio de Francis Gary Powell por Rudolf Abel, la lucha de poderes que hubo detrás, y cómo este abogado especializado en seguros fue invitado a involucrarse en algo totalmente alejado de su zona de confort, por lo que terminó metido en medio de la guerra fría. "Eso fue lo que nos llevó a mí y a Tom a decir que esta era una película de espías", señaló.

El director asegura que el espionaje lo atrajo lo suficiente para escuchar la historia, pero que su interés aumentó y descubrió cuan inusual había sido. "Esa fue la razón por la que convoqué a los hermanos Coen para que me ayudaran. Ellos supieron cómo darle el toque justo de ironía. Yo creo que hay más ironía en la vida real que en la ficción", contó. 

En lo que respecta al tiempo que demoraron en realizar la película, Spielberg aclaró que antes de leer el material de El puente de los espías "estaba preparando The Big Friendly Giant, o The BFG", basada en el libro de Roald Dahl. En ese momento, la intención no era realizar la película de espías pero al interesarse por la historia, decidió realizarla aunque no tenía ningún interés en cambiarla y abandonar BFG. 

El film se llevó a cabo en Berlín, en los mismos lugares en los que ocurrieron los hechos. Spielberg cuenta cómo lo lograron: "Conseguimos permiso del alcalde para cerrarlo durante tres noches seguidas. Solamente dejábamos pasar los vehículos de emergencias. Filmamos en el Este de Berlín, muy cerca del Checkpoint Charlie, que hubo que recrear. Traté de acercarme tanto como pude a los sitios en donde pasaron las cosas. Porque eso nos sirve para sentir los fantasmas del pasado".

Spielberg insiste sobre trabajar con Tom Hanks y continúa con los elogios: "El haber podido contar con no sólo uno, sino dos de los mejores actores del planeta, Tom y Mark Rylance, fue lo mejor de este proyecto. La verdad es que hemos trabajado juntos en cuatro oportunidades. Nuestro experimento fue ver si podíamos trabajar y pasar de ser grandes amigos a grandes colegas, y luego seguir siendo grandes amigos", concluyó.

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