Alan Faena, el Gran Gatsby argentino de Miami Beach según ABC de España
El empresario Alan Faena se destaca en el panorama inmobiliario del sur de Florida.
El deslumbrante barrio de lujo y arte que está levantando en Miami Beach está logrando acaparar la atención dentro y fuera de la ciudad playera.
Descrito en el Hollywood Reporter por un propietario local anónimo como un "Jay Gatsby con los aires y el sentido de la moda de Tony Montana", Faena quiere, importando el ostentoso estilo de sus proyectos en Buenos Aires, recuperar el glamour de los años dorados de Miami Beach.
El Faena District se reparte en varias manzanas a ambos lados de la Avenida Collins en Mid Beach, en una zona de playa entre North y South Beach venida a menos y que el emprendedor argentino se propone revitalizar.
Cuando esté terminado, incluirá dos suntuosos hoteles, tres torres de apartamentos exclusivos, un vanguardista centro cultural y un centro comercial con su propio embarcadero.
En total, la inversión en el complejo se eleva a mil millones de dólares. Para ello cuenta con la chequera de su socio, el ucraniano Len Blavatnik, al que la revista Forbes atribuye una fortuna de más de u$s20.000 millones.
El pasado septiembre se batió un récord al vender por u$s60 millones uno de los áticos de la Faena House, una torre de 18 pisos diseñada con unos sugerentes aleros de formas onduladas por el estudio de Foster + Partners.
El establecimiento ocupa el edificio del viejo hotel Saxony, precisamente uno de los emblemas de los años dorados de Miami Beach.
Conocido entonces como la "Reina de Collins Avenue", en él brillaron estrellas como Frank Sinatra, Marilyn Monroe y Dean Martin.
La nostalgia de los años 50 y 60, renovada con el espíritu visionario de Alan Faena, impregna ahora el lugar.
A lograr esta combinación contribuyó el australiano Baz Luhrman, director entre otras cintas de "El Gran Gatsby", y su esposa, la diseñadora Catherine Martin.
De hecho, se dice que fue tras la proyección de esta película en Cannes en 2013 cuando la pareja recibió, a bordo del megayate de Blavatnik, la propuesta de ejercer como consultores creativos del hotel.

La grandiosidad del vestíbulo, al que Faena llama "La Catedral", da una idea del estilo grandioso que pretende imprimir.
En la amplia estancia destaca una columna de imponentes fustes dorados, así como ocho grandes murales alegóricos y un mosaico de 600.000 piezas.
Al contrario que en la mayoría de los hoteles, la recepción no queda a la vista para no perjudicar la magnificencia que busca impactar al huésped desde el principio.
No se queda atrás el resto del hotel, donde la personalidad de Faena se plasma hasta en detalles como el dibujo de su sombrero en algunas puertas.
La terraza que da a la playa está presidida por un enorme esqueleto dorado de mamut, obra de Damien Hirst, que luce además un unicornio en uno de los restaurantes.
Pero también hay obras de Jeff Koons, Alberto Garutti, Gonzalo Fuenmayor, Manuel Ameztoy o Juan Gatti.

La oferta gastronómica corre a cargo del exitoso chef argentino Francis Mallmann y de Paul Qui, uno de los maestros de la nueva cocina asiática.
El mayor spa de Miami Beach, un teatro para espectáculos de cabaret y un servicio de mayordomos a la vieja usanza son otros de los servicios para agasajar a una clientela dispuesta a pagar por habitación entre u$s1.000 y u$s5.000 señala el ABC de España.