• 21/12/2025
ALERTA

¿Cuáles son los cuellos de botella que enfrentan los emprendedores?

Las "company builders", incubadoras y aceleradoras tenemos un rol clave para resolver esta problemática y empezar a crear más empresas de alto impacto
04/03/2016 - 15:03hs
¿Cuáles son los cuellos de botella que enfrentan los emprendedores?

No todos tienen la personalidad para ser emprendedores, pero detectamos que hay varios cuellos de botella que frenan a los que sí la tienen y reducen la cantidad de empresas tecnológicas de alto impacto que estamos creando en la región.

Las "company builders", incubadoras y aceleradoras tenemos un rol clave para resolver esta problemática y empezar a crear más empresas de alto impacto, rentables y de mayor escala. 

Algunos de los cuellos de botella que detectamos son:

* Muchos emprendedores tienen conocimiento de su mercado pero no tienen socios tecnológicos ni capital para desarrollar la primera versión de sus productos.

* Hay emprendedores con conocimiento profundo de su industria pero que nunca desarrollaron un negocio en el mercado de Internet, que tiene sus propias reglas.

* No existe una gran cantidad de fondos de inversión locales.

* La experiencia para escalar regional y globalmente es escasa comparada con lugares como San Francisco.

Para eliminar estos cuellos de botella, las "company builders" podemos:

* Aportar la base tecnológica para desarrollar la primera versión de los productos y probarlos en el mercado.

* Vincular a los emprendedores con fondos de inversión para acelerar sus proyectos.

* Acompañar al emprendedor en los primeros pasos de su proyecto para acelerar su crecimiento personal y el de su negocio.

* Dar un espacio de trabajo en el que muchos emprendedores se relacionan, lo cual favorece la innovación.

* Conectar a los emprendedores con una red de contactos establecida para buscar escala regional primero y global después.

Más allá de estos cuellos de botella y, quizás por tratar de importar un modelo que poco tiene que ver con la realidad de nuestro país, no estamos siendo tan exitosos en desarrollar el ecosistema emprendedor local.

Sin embargo, podemos contribuir a que mejore si buscamos soluciones que se ajusten mejor a nuestra realidad y así achicar el porcentaje de empresas de tecnología fallidas y modelos de negocios que fracasan desde el día uno.

El cuento institucionalizado que venimos apoyando en la Argentina y América latina va más o menos así: 

* Creás una empresa en un garage

* Hacés una breve presentación a un inversor en un ascensor o en una reunión.

* Competís en un concurso de "start ups" en el que tenés cinco minutos para contar el modelo de negocios de tu proyecto.

* Recibís inversión para quemar y probar un producto en el mercado.

* Te volvés millonario o celebrás el fracaso y volvés a intentar con otro proyecto.

Es un lindo cuento y también es fácil apoyarlo en las acciones de marketing que impulsamos para desarrollar el ecosistema emprendedor local.

Al fin y al cabo, este modelo se inventó en California y ellos son los líderes indiscutidos del mercado de Internet así qué ¿por qué no replicarlo?

El tema es que nuestros emprendedores son distintos, nuestra región es distinta y hasta el tipo de contratos comerciales que hacemos para crear empresas es distinto.

Le decimos a un emprendedor que se alegre por fracasar, que siga adelante, le decimos que, por el simple hecho de esforzarse, puede ser Elon Musk o Mark Zuckerberg, que si no logra crear una empresa millonaria es porque no intentó lo suficiente, les contamos que si quieren, al final del camino van a crear una joya. 

Pero nos olvidamos que, en nuestra región, el acceso a capital de riesgo es mucho más difícil, que todavía tenemos pocos casos de empresas que escalan a nivel global, que sortear las complicaciones económicas requiere de una destreza poco común y, que para ser emprendedor y que no te importe perder, tenés que tener capital, ahorros u otro trabajo para mantenerte.

Podemos seguir apoyando a los emprendedores que tienen facilidades económicas para emprender con el cuento estadounidense del éxito y el fracaso o podemos empezar a contar un cuento más cercano a nuestra realidad, que resuene en muchos más emprendedores, esos que no pueden darse el lujo de celebrar el fracaso, de crear empresas que no facturen y de mirar las clases gratuitas de Stanford en la web.

Para transformar a nuestro país en uno de emprendedores de Internet con alto impacto tenemos que crear nuestro propio relato de lo que es emprender y ayudar activamente a destapar los cuellos de botella.