El financista buscado cayó por llamar a su mujer desde Mendoza
Esposado, con manos al frente, Daniel Viglione prefirió exponer su cabeza calva ante la primera foto como detenido, acusado por una estafa millonaria.
Es que su rostro, que desde los medios recorrió todo el país y más allá de las fronteras, ya lo había condenado mucho antes.
Alojado en un hotel de Mendoza, reconocido por el personal que allí lo atendía y luego de un intento de comunicarse con su familia, este sábado cayó preso.
Ahora le queda explicar a la justicia qué hizo con la millonaria suma que le habían confiado y ahora le reclaman las decenas de sus clientes.
Desaparecido desde el 21 de octubre, con pedido de captura a partir de anteayer por la tarde, el prófugo no modificó en nada su vida.
Con nombre y apellido reales, el lunes 24 se registró en la conserjería del céntrico Hotel Catedral, que pertenece al Círculo de Oficiales de la Gendarmería Nacional. Desde entonces se movió entre su habitación y el lobby como un pasajero más.
Mientras avanzaba la investigación, aquí se acumulaban más denuncias y aparecían nuevos detalles de la maniobra, en la fiscalía de Delitos Económicos que encabeza Fernando Berlingeri ya tenían referencias del rumbo elegido por Viglione para su fuga.
Un llamado perdido a su casa particular, con característica de Mendoza, fue el primer indicio.
El abogado Julio Razona, representante de la mayoría de las víctimas, también había aportado a la justicia otro dato coincidente: una comunicación al colegio privado donde trabaja la esposa de Viglione, y un pedido para que ella se comunique con un número, también con el prefijo 0261, de Mendoza capital.
"Quien atendió esa llamada había sido víctima del financista", dijo una fuente de la investigación.
La orden de detención la firmó el juez de Garantías Saúl Errandonea. Y el principal aporte lo hicieron desde el hotel mendocino, con un llamado al 911 para avisar que el hombre buscado que tanto aparecía en TV descansaba en una habitación de la calle Patricias Mendocinas 1785.
Todavía se desconoce si en el momento de la captura el detenido tenía dinero u otros valores entre sus pertenencias. La habitación que ocupaba y su Renault Fluence quedaron precintados. Será trasladado a Mar del Plata para ser indagado por el fiscal Berlingeri.
A Viglione se lo acusa de montar una "estafa piramidal" que consiste en multiplicar clientes y prometerles ganancias irracionales para el mercado sobre capital que aportaban en efectivo y debían mantener en el sistema no menos de un año.
El delito que le imputan tiene pena máxima de seis años de prisión. Se sospechaba que intentaría cruzar a Chile, país donde también se habían ocupado de él.
El método Viglione
Hasta ahora hay 40 personas que aseguran haber sido estafadas. Veinticinco de esos casos fueron "corroborados" por la Fiscalía y presentados ante Errandonea.
Viglione citaba a los confiados inversores en las oficinas que tiene en los departamentos A y B del segundo piso de Moreno 2876, en el centro de esa ciudad.
Sin dejar de repetir terminología técnica, siempre enmascarando su actividad con títulos como el de la SRL "Finances and Markets Consulting" que había constituido con su esposa e hijo, terminaba de redondear el embuste.
Un par de firmas en formularios apócrifos, que completaba a mano alzada, y listo: sumas entre u$s10.000 y u$s60.000 quedaban en sus manos.
Así se hizo de millones de dólares el falso financista marplatense que había desaparecido el 21 de octubre, cuando ya no pudo sostener la mentira de que ese dinero lo invertía en bancos estadounidenses.
En las Fiscalía de Delitos Económicos de Fernando Berlingeri se acumulan ahora 40 denuncias y el abogado Julio Razona acercará otros casos.
El letrado fue reconstruyendo el modo en que operaba Viglione, y por eso pidió a la Justicia que la calificación legal pase a ser "asociación ilícita".
Es que el periodista sería el jefe de la banda y el abogado denunciante amplió su acusación a la esposa de Viglione, Claudia Fernández, a su hijo Luis, a una socia, María Larsen, y a la hija de esta mujer, radicada en España.
"Ya detectamos la cuenta de la hija de Larsen, que vive en Formentera, en la que muchas veces hacían depositar el dinero. Una cuenta en el extranjero le servía para aparentar la actividad ilícita que desarrollaban", explicó Razona a un matutino.
Otras veces la operación se hacía en las oficinas de Viglione en la calle Moreno, donde también grababa algunos de los videos que subía a las redes sociales dirigiéndose "a la comunidad", como llamaba a los inversores.
"Le daba a la gente la copia de un formulario falso con el membrete de un broker estadounidense (hay otros con membrete de otro broker londinense), a cambio del dinero", confió el abogado
Expresó que le ponía un número al formulario y les decía que ese era el número de cuenta de ellos.
"La mayoría de las veces él no firmaba nada", completó el letrado y dijo que les hacía llegar informes "que él mismo preparaba, donde mostraba lasganancias que iban obteniendo".
Viglione, que era monotributista, conducía su programa "Economy Geeks" en una radio marplatense y tenía presencia en las redes sociales.
Ahí comenzaba el engaño, luego daba conferencias en hoteles y ofrecía sus servicios.
La estafa la sostuvo hasta que muchos de sus inversores decidieron traer su dinero al país a partir de la ley de blanqueo fiscal.
Lo llamaron, le pidieron su plata, y cuando se quedó sin excusas armó un bolso con ropa, cargó sus celulares y escapó.