Intimidad y descanso en un espacio para pocos

Construida en 1911, "la estancia abrió como quien dice ‘las tranqueras’ a los visitantes en el 2003", cuenta Joaquín Fernández, uno de sus responsables.
Sin embargo, esta casona lleva en la familia casi 100 años, y es la tercera generación la que se ocupa de recibir a los huéspedes que deseen encontrar un descanso de la constante actividad de la ciudad.
PARAíSO EXCLUSIVO. Con una casa principal con capacidad para sólo diez personas, esta propuesta ofrece habitaciones en suites, departamentos y habitaciones dobles con baño compartido, y además dispone de una casa de huéspedes con capacidad para otras cuatro personas.
Las actividades que pueden realizarse allí son muchas, pero sin dudas lo que resulta más atractivo es su forestación única, que es una las características más significativas del lugar.
"Mi abuelo, don Pedro Eyherabibe, quería ver linda a la estancia. Esas fueron sus palabras cuando la heredó allá por el ’30", cuenta Joaquín.
Por eso, diseñó el casco del campo para criar caballos de carrera y destinó 700 hectáreas para ello. Además, forestó 188 hectáreas que rodean los potreros, y "esto generó hermosos bulevares y senderos, que hoy son el paseo preferido de todos lo visitantes", asegura Joaquín.
ACTIVIDADES. A diferencia de muchas estancias, lo que caracteriza a San Pedro es que no se realizan tareas compartidas con otros visitantes.
"La tranquilidad y la calidez están garantizadas; el huésped no tiene que compartir ningún servicio o prestación con nadie, siempre hay personal de la estancia a su disposición y nosotros los dueños oficiamos de anfitriones y si desean los acompañamos", explica.
Entre las actividades incluidas en las estadías figuran las cabalgatas, los paseos en carruajes, el avistaje de la flora y la fauna del lugar, paseos en bicicleta, el uso de la pileta, safaris fotográficos y tareas rurales; mientras que por tarifas extra pueden agregarse travesías en 4x4, golf en el club Tapalqué, masoterapia y hasta clases de tango.
Para los más pasivos, simplemente presenciar el amanecer o permanecer en la cama escuchando el canto de zorzales, horneros y benteveos son otras de las opciones incomparables que permiten el contacto directo con la naturaleza.
En cuanto al público, "los turistas nacionales son de los más frecuentes, y se dividen en parejas que buscan descanso y privacidad y familias con chicos que desean contacto con el campo y tranquilidad", asegura Joaquín.
Las tarifas para pasar un fin de semana (dos días y una noche) ascienden a los $300 por persona, e incluyen pensión completa con bebidas y las actividades incluidas. Además, se ofrece traslado desde y hasta Tapalqué sin cargo.
(Más información y reservas: 4504-7575. E-mail: info@estancia-sanpedro.com.ar. En la web: www.estancia-sanpedro.com.ar.)
Cecilia Martinez Ruppel
cruppel@infobae.com
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