Desde el Gobierno admiten que están "preocupados" por la tensión política que generó el caso Lula
El ministro de Interior, Rogelio Frigerio, admitió que el gobierno nacional “ve con preocupación” la situación generada en Brasil a raíz de la detención del ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, condenado por el delito de corrupción, y confió en la “fortaleza institucional” del país vecino para superar la situación.
“Vemos con preocupación la situación en Brasil y esperemos que pueda rápidamente resolver este tema institucional que lleva mucho tiempo”, dijo Frigerio en declaraciones radiales.
El funcionario nacional destacó que “es muy importante que Brasil esté bien, que crezca”, al considerar que su bienestar “tiene un impacto muy favorable en la economía de la región y de nuestro país”.
“Confiamos en la fortaleza institucional de nuestro principal socio comercial y que haya tranquilidad institucional para poder sostener este proceso de recuperación de la economía y de la situación social que se viene viendo en los últimos meses”, aseveró el titular de la cartera política.
Lula fue condenado por el Tribunal Supremo de su país a 12 años de prisión, acusado de los delitos de corrupción leve, lavado de activos y tráfico de influencias.
Posible impacto por la vía financiera
Desde la vereda argentina, la situación parece clara: con Lula fuera de la contienda electoral, se disipan las chances de un regreso regional de políticas populistas, intervencionistas y generadoras de déficits fiscales.