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Cada trazo del autógrafo, hasta el tamaño y el lugar que ocupa en el papel, denotan rasgos de su personalidad. Qué indica cada caraterística
05/05/2018 - 09:43hs

La firma, además de ser el signo que nos identifica legalmente, es el trazo en el que quedan plasmados los principales rasgos de la personalidad.

Aunque no se puede deducir solamente a través de la firma cómo es una persona, lo cierto es que ofrece importantes indicios sobre su manera de ser, su temperamento, miedos y ambiciones secretas.

Algunos aseguran, incluso, que la firma más que un autógrafo es como una autobiografía sintetizada, en términos de la valoración que cada uno hace de sí mismo.

Por lo general, acompañamos la firma con una rúbrica o una serie de trazos que sustituyen al nombre. Todas esas líneas, adornos o elementos distintivos que añadimos, en principio para que nuestra firma no sea falsificada fácilmente, al mismo tiempo denotan nuestro inconsciente.

Rasgos generales de la firmaUno de los principales elementos que se deben observar es la forma como se escribe el nombre dentro de la firma. Están quienes lo escriben completo mientras que otros lo abrevian o simplemente lo omiten. Al respecto, aparecen las siguientes variaciones:

- Escribir el nombre completo: es señal de aprecio por sí mismo, seguridad y autoaceptación.

- Cuando el nombre se suprime o abrevia: indica que hay rechazo por las experiencias de la infancia y un deseo de olvidar el pasado.

- Si se suprime o se abrevia el apellido materno: lo más probable es que haya un conflicto no resuelto con el padre, que permanece fijado en el inconsciente.

- Quienes firman solamente con sus iniciales: dan a entender que llevan un profundo sentimiento de culpa en su interior.

- Cuando el nombre y el apellido se escriben en dos planos diferentes: denota infravaloración y la existencia de un conflicto interior que lleva a la persona a sentirse “dividida”.

El tamaño de la firma

El tamaño de la firma también es importante.

- Las firmas grandes corresponden a personas con deseos de figurar o de llamar la atención, mientras que las firmas pequeñas representan a quienes prefieren pasar desapercibidos.

- Si el nombre es más grande que el apellido, sugiere que la persona está atada a vivencias infantiles. A la inversa, si el apellido es más grande que el nombre, representa a personas con gran necesidad de tener éxito social.

La rúbrica

En grafología hay una máxima que dice: “A menor rúbrica, mayor personalidad”. Esto quiere decir que las firmas más sencillas y simples identifican a las personas que se sienten más seguras de sí mismas, y viceversa.

Hay también otros elementos de la rúbrica que describen al autor de una firma:

- Envolventes: son aquellas en donde la firma aparece envuelta por líneas que la encierran. Denotan inseguridad, dependencia, inmadurez y un fuerte apego por la figura materna. También remite a una necesidad de “esconderse” debido a un autoreproche latente.

- Las que tachan la firma: a veces el nombre o la firma básica aparecen tachadas o cruzadas por las líneas de la rúbrica. En este caso, representa un temor a ser atacado por los padres, en particular por el padre. Habla de un deseo desmedido de perfección y de criterios severos para orientar la vida.

- Las que hacen ilegible la firma: No aparece el nombre sino una serie de líneas o de garabatos sin significado aparente. Esto se puede interpretar como una persona que tiene un gran temor a mostrarse tal cual es. Además, indica sentimientos de inferioridad y temores ocultos.

La ubicación en el papel

La manera como se localiza la firma en el papel también ofrece pistas acerca de cómo es una persona y, en particular, de cómo se ubica frente a sí misma y ante al mundo.

Las inclinaciones en el texto o la ubicación en la parte izquierda, central o derecha, sobre una línea, sugieren diferentes tipos de temperamento:

- Si la firma se sitúa a la izquierda o se inclina a la izquierda: indica que existe desilusión y temor frente a los demás. Habla de una persona que se impone autolimitaciones para alcanzar sus objetivos.

- En el centro de la línea: sugiere a una persona indecisa, que tiende a posponer sus planes y proyectos. Si la firma es grande, la persona tiende a tener conductas histriónicas.

- Situada a la derecha: es propia de personas independientes, orgullosas e individualistas. Representa algo de inestabilidad y de necesidad de ocuparse de varias cosas al mismo tiempo.